La comisión de Legislación del Trabajo se viene reuniendo desde hace unos meses con la consigna de continuar el debate que se abrió el año pasado durante el gobierno del Frente de Todos por la reducción de la Jornada Laboral. Con cambio de autoridades incluido, el tema avanza.

La discusión de los proyectos que proponen modificar la actual jornada laboral de 48 horas semanales comenzó en septiembre del año pasado con la presencia de la ministra de Trabajo de aquel momento, Raquel “Kelly” Olmos. Presidió la comisión la peronista Vanesa Siley, ahora, con otro gobierno y el cuerpo al mando del radical Martín Tetaz, el tema comienza a transitar sus últimos pasos.

Al finalizar la ronda de exposiciones del día, el diputado del bloque UCR, adelantó que fue la última reunión con invitados y en la próxima cita será momento de la discusión de los proyectos entre los diputados. Un paso previo a la firma de un posible dictamen. “Estamos avanzando en la construcción de un consenso”, afirmó a Data Clave Tetaz.

Las proyecciones indican como probable que haya dos dictámenes. Uno que unifique las distintas posturas en Unión por la Patria y otro que se base en el proyecto del presidente de la comisión y que reúna las firmas del resto de los bloques opositores con las modificaciones que soliciten los diputados de los bloques “dialoguistas”. 

El tronco podría ser el proyecto que Tetaz presentó para crear la “Jornada Laboral Alternativa” (Jo.L.A.). La iniciativa “incorpora de manera optativa un régimen de jornada laboral distinto al vigente, permitiendo que cada sector pueda reflejar en el convenio colectivo de trabajo propio de su actividad una o más opciones diferentes de jornadas laborales”.

En este sentido, establece un “período experimental” para que sea implementada la Jo.L.A inicialmente entre tres a seis meses. “La Jo.L.A. tendrá una duración máxima de cuarenta y ocho (48) horas semanales las que cada sector en función de las características de la actividad definirá cómo distribuirlas, pudiendo existir jornadas diarias más largas durante menos días de la semana o bien jornadas más cortas durante más días de la semana”, contempla el proyecto de Tetaz.

Por su parte, desde el bloque kirchnerista existen distintos proyectos donde se destacan dos de diputados de extracción sindical. Hugo Yasky propone una jornada laboral con 40 horas semanales de máxima extensión y que no se pueda superar las 8 horas diarias. Por su parte, el proyecto de Sergio Palazzo es más audaz y limita la jornada diaria a 6 horas y hasta 36 semanales.

Últimos expositores

En la jornada de este martes, la comisión de Legislación del Trabajo recibió a Juan José Etala de la UIA, que ya había estado en el debate del 2023. “En un país con el 40% del empleo informal discutir menos horas de trabajo está absolutamente fuera de contexto y resulta totalmente inoportuno”, apuntó el enviado de los industriales.

“Los países que lograron estas modificaciones tienen realidades socio económicas muy diferentes a las argentinas”, y agregó: “es indispensable generar consensos y no apresurarnos con el tratamiento con presiones coyunturales y tener más confianza, así como tenerle más trascendencia a la autonomía colectiva”.

En el análisis del enviado de la UIA, antes que avanzar con este tipo de proyectos, Argentina debería “estabilizar su condición macroeconómica, reducir el empleo informal, generar empleo formal”.

Para esto, Etala propuso reducir la “presión fiscal” sobre el sector empleador dictando normas que fomenten la contratación de empleados en blanco, simplificando los tributos locales y nacionales, combatiendo la “extrema litigiosidad” en las relaciones de trabajo. 

A su turno, el economista y columnista radial, Pablo Anino, destacó el proyecto que presentaron bloques de izquierda planteando una reducción a 6 horas diarias, máximo 30 horas semanales, “sin reducción salarial y se produzca un reparto de horas de trabajo entre ocupados y desocupados”.

“Planteamos la reducción de la jornada con reparto de las horas de trabajo por lo cual no va a caer la producción, incluso puede aumentar”, fundamentó.

Por último, desde el Instituto de Derecho Social, Eduardo Curutchet, remarcó que la discusión por la legislación de protección a los trabajadores es un “mandato” del legislador que no puede ser delegada en los convenios colectivos. En este sentido, argumentó que la Convención Constituyente, “no establece en forma petria una jornada de trabajado en el artículo 14 bis, sino dejarla librada a que fuera reducida por el legislador paulatinamente en función de los avances técnicos y mejora de productividad”.