La seguridad en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) volvió a estar en el centro del debate tras las declaraciones del ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff, quien dejó en claro su apoyo a las fuerzas de seguridad y cuestionó los señalamientos de la provincia de Buenos Aires.

En diálogo con La Nación Más, Wolff afirmó: "Aquel que se identifique y tenga que usar su arma tiene nuestro absoluto respaldo", en referencia al caso del policía que abatió a un motochorro de un disparo en la cabeza en La Matanza. El hecho reavivó la discusión sobre el uso del arma reglamentaria por parte de los efectivos y los límites en su accionar.

Por otro lado, el secretario se refirió a las tensiones con el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, luego de una reunión entre funcionarios de ambos distritos. Wolff evitó las polémicas directas, pero marcó distancia al señalar: "Nosotros no fuimos con chicanas". La frase, aunque diplomática, pareció ser una respuesta directa a las críticas de Alonso hacia la gestión porteña, acusándola de centralizar recursos y desentenderse de la periferia.

La reunión de ministros se realizó en un contexto de creciente preocupación por los delitos violentos en el AMBA, donde la colaboración entre Ciudad y Provincia es clave, pero no siempre fluida. Desde la Ciudad, remarcan que han invertido en tecnología y capacitación policial, mientras que en Provincia apuntan a un enfoque más amplio que incluye políticas sociales.

El cruce entre Wolff y Alonso no es aislado. En el pasado, ambos gobiernos han tenido diferencias sobre cómo coordinar la seguridad en el conurbano, especialmente en zonas de alta vulnerabilidad. Este último episodio refleja una relación tensa que, aunque necesaria, sigue lejos de ser armónica.