La Legislatura bonaerense tuvo su última sesión del año en la que, pese a las frenéticas negociaciones, no se aprobó el Presupuesto 2025, la Ley Impositiva y de Eudeudamiento, tres objetivos que buscaba cumplir el gobernador Axel Kicillof.

La sesión arrancó este viernes a las 14 luego de discusiones que se trasladaron de la semana anterior y tras haber alcanzado un supuesto consenso en la noche del jueves. Esos acuerdos naufragaron y se pasó a un cuarto intermedio hasta las 17 horas. Luego hubo otro a las 18.30 y finalmente se cayó.

Para aprobar el Presupuesto y la Fiscal Impositiva, Kicillof necesita mayoría simple: que 47 de los 92 diputados levanten la mano a favor. Algo que podría darse solo a través de acuerdos ya que Unión por la Patria cuenta con 37 legisladores propios. En tanto, el problema aún mayor es para la Ley de Endeudamiento, que necesita dos tercios de los votos para ser aprobada.

Mientras en el oficialismo aseguran que en todo momento hubo voluntad de negociación para acercar las partes, desde los bloques opositores, en especial del radicalismo, plantean que los interlocutores del gobierno bonaerense no mostraron intenciones de generar consensos.

A la vuelta del cuarto intermedio de las 17, el presidente del bloque de Unión por la Patria, Facundo Tignanelli, propuso pasar a otra pausa sin límite de hora, para poder alcanzar los acuerdos. La oposición, que tuvo al libertario Agustín Romo como una de las voces cantantes, se mostró en desacuerdo y propuso que sea tan solo de una hora. 

“No vamos a resolver en horas lo que no pudimos acordar durante días”, sumó Diego Garciarena de la UCR. Así accedieron a pausar la sesión durante una hora más y luego finalmente se dio por terminada, sin acuerdos. Por su parte, Matías Ranzini del PRO expresó: “Queremos que el gobernador tenga su presupuesto y su ley impositiva, pero no cualquiera. El gobernador no quería ver ni un ápice de las modificaciones que hicimos. Nunca tuvieron respuestas. Para el diálogo siempre faltan dos. Semana tras semana enviábamos propuestas y nunca hubo respuesta”.

En el oficialismo, en off, plantean que el radicalismo y el PRO exigían puestos en la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires y en el directorio del Banco Provincia, sumado a desembolsos de dinero para los municipios. Para destrabar la discusión, el gobierno bonaerense propuso un fondo de $160 mil millones para repartir a los municipios y un 14% de cada tramo de endeudamiento que iría para las arcas municipales.

“Junto a la UCR, al PRO y a la CCARI logramos evitar que Kicillof destruya a impuestos a los bonaerenses. Volveremos a discutir el presupuesto en febrero porque con nosotros para seguir aumentando el gasto público, los impuestos y la deuda NO CUENTA. La Libertad Avanza”, manifestó el libertairo Romo.

X de Agustín Romo

Ante esta situación, todo indica que en enero se retomarán las conversaciones y que el objetivo será lograr los consensos necesarios para poder sesionar en febrero. Pero algo es claro: Axel Kicillof se quedó sin la triple corona antes de cerrar el año.

Kicillofismo habla de un intento de desestabilizar PBA: intendentes pidieron tratar el Presupuesto

El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los más comprometidos con el mandatario provincial, aseguró por las redes sociales que no aprobar la iniciativa es “un intento para desestabilizar a la Provincia de Buenos Aires”. El jefe comunal fue claro y directo al afirmar que la Provincia “no puede ser rehén de disputas partidarias”.

En la misma línea, el jefe comunal de San Martín, Fernando Moreira, apuntó más bien para su “casita” al manifestar que “para continuar las obras que el gobierno nacional abandonó, garantizar la inversión en seguridad que necesita toda la Provincia y hacer frente al 2025 en este contexto de crisis económica y social, es fundamental que se apruebe el paquete de leyes de Axel Kicillof con sus tres elementos”. Moreira responde manera directa al ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis. De ahí su mención a las obras.

Desde el sur del conurbano, Juan José Mussi, a cargo de Berazategui, consideró que "es indispensable la aprobación simultánea de este paquete de leyes. No es una solución aprobar el Presupuesto -es decir, los compromisos de gastos para el año próximo- sin asegurar los recursos que vienen de los tributos y la refinanciación de la deuda”. 

Quien se tomó su tiempo fue el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco. “Hace 40 días, el gobernador presentó tres herramientas fundamentales para la gestión de la provincia: el presupuesto, la ley fiscal e impositiva y el plan de endeudamiento. Estas herramientas están estrechamente relacionadas y buscan garantizar los derechos esenciales de los bonaerenses”.

Y agregó como parte de una extensa publicación que “el presupuesto es más que un simple cálculo; es un plan estratégico que define las prioridades en inversión para áreas clave como obras públicas, salud, educación, producción y empleo. Representa el compromiso del gobierno provincial para asegurar que las necesidades básicas de los ciudadanos estén cubiertas, incluso en un contexto adverso”.

Para cerrar, dijo que “el endeudamiento propuesto por Kicillof es austero y mucho menor al del año pasado. No busca cargar con más deudas, sino cumplir con los compromisos heredados de gestiones anteriores. Este es un llamado a la responsabilidad política: los bonaerenses no pueden ser rehenes de disputas partidarias ni de estrategias que buscan desestabilizar a la provincia”.

También se manifestaron Julio Alak (La Plata), Andrés Watson (Florencio Varela), Lucas Ghi (Morón), Juan Pablo Álvarez (General Paz) y Germán Lago (Alberti), entre otros. Sin embargo, otro que lanzó un dardo directo fue Gustavo Barrera, a cargo de Villa Gesell. “Le pedimos a todos los legisladores que tengan el mismo compromiso que tenían con María Eugenia Vidal. El Gobernador y la Provincia necesitan la aprobación del presupuesto para cumplir con el mandato que le dio el pueblo y gobernar sin discrecionalidades”.