El salón de los Escudos de la Casa Rosada fue el escenario de una nueva jornada de rosca política en la que las cabezas del Gobierno buscaron definir su plan para la aprobación del Presupuesto 2025. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, y el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunieron este mediodía con los principales referentes parlamentarios libertarios: José Luis Espert y Ezequiel Atauche, presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda en Diputados y el Senado, respectivamente. El encuentro, que duró dos horas, giró en torno a los detalles más sensibles del proyecto, que prevé un ajuste de 60 mil millones de dólares, según lo anunciado por el presidente Javier Milei en su discurso de presentación.

Aunque en público el oficialismo ha mantenido una línea dura respecto a los recortes, en privado, los referentes gubernamentales admitieron que el proyecto podría sufrir modificaciones. "Caputo fue muy claro en que hay puntos del presupuesto que no se van a negociar, pero también reconoció que estamos abiertos a ciertas correcciones", comentó una fuente cercana a la Casa Rosada. Sin embargo, Francos se encargó de remarcar que el objetivo principal es mantener el control del gasto y, en ese sentido, trazó las primeras directivas para la negociación parlamentaria.

Con la presencia de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y hombre de confianza de Karina Milei, la reunión también abordó la necesidad de evitar una dilación en el Senado, donde los números no están asegurados. "Estamos pensando en debatir en paralelo para no perder tiempo y, sobre todo, para mantener el ímpetu político", explicaron desde el entorno de Espert.

Uno de los grandes interrogantes que dejó el encuentro es si será el propio Caputo quien se presente en el Congreso para defender el proyecto de ley, o si delegará esa responsabilidad en los secretarios Carlos Guberman (Hacienda) y Pablo Quirno (Finanzas). "Todavía no se decidió, pero es probable que el ministro quiera marcar presencia, aunque todo dependerá de cómo avance la negociación", adelantaron en Economía.

La semana próxima se espera que comiencen las primeras rondas de reuniones con los jefes de bloque, incluidas las bancadas opositoras más duras, como el kirchnerismo y la izquierda. A pesar de las diferencias ideológicas, el oficialismo confía en poder cerrar acuerdos que permitan avanzar con la discusión, aunque en la Casa Rosada son cautelosos. "Sabemos que el kirchnerismo va a querer marcar territorio y que esto no será un trámite fácil", señalaron desde Balcarce 50.

El Presupuesto 2025 representa uno de los desafíos más grandes para la administración de Javier Milei, no solo por su impacto económico, sino también por las tensiones políticas internas.

Los analistas coinciden en que la falta de apoyo en ambas cámaras será uno de los principales obstáculos para el oficialismo. "No está claro cómo van a conseguir los votos necesarios, especialmente en el Senado, donde los gobernadores peronistas ya anticiparon que van a hacer valer sus intereses", explicó un referente del PRO que sigue de cerca la situación.

Si bien en la Casa Rosada afirman que el Gobierno intentará conseguir los consensos necesarios para aprobar el proyecto en el Congreso, ya tienen un plan B en caso de que no prosperen las negociaciones. En ese escenario, se prorrogaría el Presupuesto 2023, algo que desde el círculo más cercano de Milei consideran como una opción más que viable.