El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, tomó una serie de decisiones importantes a nivel político para renovar su gabinete de cara al próximo año, con la mirada puesta en las elecciones de medio término que servirán de termómetro para 2027.

Fue una semana de cambios para el PRO en su jurisdicción clave. El lunes se conoció que Diego Kravetz dejó la secretaría de Seguridad para dar un salto político a nivel Nación: fue anunciado como nuevo subsecretario de Inteligencia del Estado, es decir que será el N°2 de la SIDE, detrás de Sergio Neiffert. Su lugar pasó a ser ocupado por Ezequiel Daglio, hasta hace poco a cargo de la subsecretaría de Relaciones con la Comunidad y Atención a la Víctima de la Ciudad.

Es un cambio que generó sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta que el área de Seguridad es uno de los puntos que más atención pone el oficialismo. De hecho, es una de las carteras con mayor presupuesto proyectado para el año 2025.

Sin embargo, el cambio más importante se dio a nivel político. Néstor Grindetti dejó de ser el jefe de Gabinete porteño para pasar a ocupar una secretaría que se encargará de las relaciones políticas tanto a nivel Nación como con los gobernadores y municipios. Todavía no tiene nombre, pero se llamaría “secretaría de Estrategia Política”, según confirmaron fuentes a Data Clave.

Macri quiere que Grindetti se aleje de la gestión diaria vinculada a la coordinación de los equipos técnicos. Busca en Grindetti tener un rol político y que sea el nexo entre Uspallata y las diferentes terminales políticas, en especial la Casa Rosada y los municipios de la provincia de Buenos Aires. Vale recordar que el presidente de Independiente fue uno de los principales armadores políticos de Mauricio Macri durante el Gobierno de Cambiemos.

“La salida fue en buenos términos”, aseguran desde el entorno del exintendente de Lanús a este medio. Aseguran que estaba conversado hace tiempo y que se iba a dar en enero. Sin embargo, las filtraciones y algunas cuestiones internas obligaron a adelantar la decisión. Su lugar será ocupado por Gabriel Sánchez Zinny, hasta hace poco vicejefe de Gabinete.

“Estos cambios se realizan para adaptar la estructura del Gobierno a las necesidades de la gestión y en el entendimiento de que esta etapa requiere nuevos criterios y encarar los futuros desafíos en beneficio de los vecinos de la Ciudad”, argumentan desde el Gobierno porteño.

Gabriel Sánchez Zinny tiene 50 años y es un hombre de recorrido en el PRO. Licenciado en Economía en la Universidad de San Andrés y de origen suizo (nació mientras sus padres estudiaban en ese país), fue director del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) desde el 10 de diciembre de 2015 hasta abril del 2017. Dejó ese cargo para en abril ser nombrado como subsecretario coordinador de políticas de salud de la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de María Eugenia Vidal. Sánchez Zinny es una persona bien conceptuada por Jorge Macri, pero en especial por su primo Mauricio, con quien tiene una relación muy cercana.

¿Más cambios?

Más allá del comunicado oficial sobre la salida de Grindetti y la llegada de Sánchez Zinny, fuentes del Gobierno porteño aseguran a Data Clave que el objetivo es generar un rediseño del gabinete e intentar hacer un relanzamiento de la gestión pensando en las próximas elecciones.

No se descarta incluso que haya más modificaciones a nivel ministerial, tanto en áreas como el ministerio de la Movilidad y otras subsecretarías como las de la Mujer y Derechos Humanos. También está en estudio la posibilidad de que haya sesiones extraordinarias para discutir una nueva Ley de Ministerios con algunas modificaciones que aún no han trascendido.

Por su parte, también se espera que durante estos meses se debata en la Legislatura por el desdoblamiento electoral y la reforma del Código Electoral para eliminar las PASO. Esto se da en un año en el que ya se sancionó la Boleta Única de Papel y donde diferentes jurisdicciones plantean una fecha distinta a la del cronograma a nivel nacional. Fuentes oficialistas aseguran que toma fuerza la idea de votar en distintas fechas, algo que en definitiva es una potestad del jefe de Gobierno.

Los movimientos internos ocurren por razones lógicas: el PRO quiere volver a conquistar alos porteños para retener un distrito que gobiernan hace 17 años de manera ininterrumpida. Si bien el peronismo no pareciera ser un obstáculo en esa misión, lo cierto es que La Libertad Avanza busca instalarse cada vez con más fuerza bajo la conducción de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. El arribo de Kravetz a Nación fue una señal.