La Cámara de Diputados recibió el jueves el veto presidencial y poco tiempo después bloques de la oposición presentaron tres pedidos de sesión especial con la intención de anular el veto de Javier Milei e insistir con la ley de presupuestos universitarios. Unión por la Patria, Encuentro Federal y UCR pidieron debatir el miércoles 9 a las 11 de la mañana. Al pedido de EF se sumaron bloques provinciales como el Movimiento Popular Neuquino y el bloque Por Santa Cruz. 

Si todos los bloques que firmaron las solicitudes de sesionar llegan sin divisiones al recinto los dos tercios son una alarma para el oficialismo. Sin embargo, en este contexto de fragmentación y sobre todo entre radicales, es difícil garantizar ese guarismo. 

En este contexto, el bloque UCR vuelve a ser clave y aumenta su relevancia en la votación. Los cinco diputados que cambiaron su voto y apoyaron el rechazo a la ley de movilidad jubilatoria comienzan a oscilar y dentro del bloque lo sienten. “Al menos dos de los cinco tienen dudas”, dicen. Se descarta que el tucumano Mariano Campero juegue como libertario pero el resto es una incertidumbre.

Además, desde el PRO comenzaron desde la previa en un clima distinto al que se sentía en las jubilaciones. Según fuentes parlamentarias todavía “no hay posición unificada del bloque” y se escucha de todo. Las indefiniciones quedaron a la luz en una entrevista televisa al jefe del bloque, Cristian Ritondo, donde remarcó que “no son cogobierno”. El diputado macrista fundamentó que apoyan “en todas las cosas que nos parecen bien” pero se diferenció: “somos el PRO, no somos La Libertad Avanza, los actos de gobierno los toma el gobierno”.

“Nosotros no tomamos posición, queremos entender cuál es la salida porque las crisis universitarias son fuertes y repercuten en la política mucho tiempo”, sentenció Ritondo y encendió alarmas en el oficialismo. El bloque espera a una reunión que tendrá lugar horas previas a la sesión para definir una postura en común.

En este contexto, en el PRO empezaron a aparecer las primeras certezas, el bonaerense Diego Santilli declaró este domingo que votará con el Gobierno y defenderá el veto. En tanto, Mauricio Macri apareció con un sinuoso comunicado que no confirmó su defensa al veto presidencial pero acompañó el argumento de cuidado del déficit fiscal. Por su parte, el larretista Álvaro González votará contra el veto tal cual hizo en jubilaciones y podría no ser el único que tomé ese camino si no hay una bajada de línea partidaria. 

Con fe y esperanza, La Libertad Avanza

“Siempre somos optimistas, vamos a poner el máximo esfuerzo, vamos a poner toda la voluntad para lograr el tercio”, dijo un diputado del oficialismo a Data Clave apenas conocido el veto presidencial. 

La ventana de oportunidades para el bloque La Libertad Avanza es poder mantener el apoyo del PRO, el primer paso a empezar a mirar otros bloques. Sin los votos del PRO ninguna defensa es posible para el oficialismo.

“Hay que esperar”, dicen fuentes parlamentarias con acceso al despacho de Martín Menem. La estrategia es tener paciencia con el optimismo de poder concretar el tercio que lograron a último momento para sostener el veto del Presidente contra el proyecto de movilidad jubilatoria.  

En ese camino, más allá de las dudas antes planteadas en los radicales pelucas, tampoco confirman el voto a favor del financiamiento universitario. Estira la definición hasta el final para mover como se mueven las fichas e incluso con la esperanza que el Gobierno llegue a una mesa de negociación con los gremios antes del miércoles. 

El otro bloque “aliado” para el oficialismo que fue clave en jubilaciones es Innovación Federal. Se esperaba alguna firma desde el bloque de los gobernadores de Salta, Río Negro y Misiones en los pedidos de sesión pero no aparecieron. Apuntan lo mismo que los otros espacios en duda. “No hay definición”, afirman. Como han hecho históricamente, esperan una orden de las gobernaciones provinciales y confían en que el diálogo con el Gobierno destrabe la situación. 

La primera señal radical

El dilema para el Gobierno será si logra mantener a los “87 héroes” que blindaron el veto a la movilidad jubilatoria. En principio, se presume un panorama muy distinto al de aquella sesión del 11 de septiembre.

El primer movimiento lo hizo una diputada radical que ese día se ausentó al momento de la votación para facilitar los planes del bloque LLA. Se trata de la santacruceña Roxana Reyes, había sido uno de los discursos más efusivos contra el kirchnerismo durante el veto a las jubilaciones para defender la posición del gobierno, adelantó una abstención desde su banca pero finalmente se inclinó por la ausencia, a pesar de haber estado en el palacio al momento de la votación.

“Hoy en Río Gallegos me reuní con las autoridades de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral para conversar sobre la situación que atraviesa la institución y los problemas económicos que enfrenta. En este encuentro, reafirmé mi compromiso con la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada por el Congreso Nacional, una decisión responsable que asegura el funcionamiento de nuestras universidades”, afirmó la diputada.

Roxana Reyes también destacó el rol clave que cumple la UNPA en la provincia y subrayó que "no es indiferente para los santacruceños tener una universidad en pleno funcionamiento".

La señal que deja la diputada por Santa Cruz es un mensaje de alerta para el gobierno, si toda la UCR se encolumna contra el veto, las chances para el Gobierno se reducen a expresiones mínimas.