Nacho Oyarzú: "El liderazgo de Mauricio en el PRO es indiscutible, quien lo niegue está por el camino incorrecto"
Tiene 24 años y es el presidente de la Juventud PRO en Ensenada. Forma parte de la estructura política de Cristian Ritondo y trabajó en la Oficina Anticorrupción bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal. Aspira a que su espacio vuelva a ganar este año y pide presencia de los jóvenes en las listas. "Para cambiar la Argentina los espacios hay que ocuparlos. Hay que agarrar la lapicera y hacerse cargo de las decisiones", le dijo a Data Clave.
Nacho Oyarzú tiene 24 años y es una de las promesas del PRO en el municipio de Ensenada, un bastión del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Es presidente de la juventud de su espacio y es uno de los referentes de Crisitan Ritondo en el municipio.
Trabajó en la Oficina Anticorrupción bonaerense durante 2015-2019 bajo la gestión de María Eugenia Vidal y plantea que los jóvenes tienen que tener más espacio en las listas y en la toma de decisiones. Está convencido de que el PRO va a ganar la interna en Juntos por el Cambio y volverán a tener un segundo tiempo.
“Yo lo que les digo a los candidatos, humildemente, es que tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Estamos ante la última oportunidad como país de poder volver a otros tiempos en los que fuimos un mejor lugar”, le manifestó a Data Clave.
Data Clave: ¿Cómo fueron tus inicios en política?
Nacho Oyarzú: Yo decidí involucrarme en política entre 2013-2014. Era muy joven en ese entonces. En esa época hablar de Mauricio Macri presidente y María Eugenia Vidal gobernadora era más una utopía que una posibilidad. Siempre fui muy claro en las ideas: se podía perder o ganar, pero no íbamos a cambiar las ideas por un resultado electoral. Ese año me encargué de organizar a la juventud del PRO en Ensenada, el distrito en el cual trabajo. Nuestra particularidad es que el municipio es un bastión del peronismo, pero entendimos desde un principio que nada era imposible. Paso a paso fuimos equilibrando la balanza.
DC: ¿Tu primer contacto con la cosa pública es con el PRO?
NO: Yo vengo de una familia históricamente radical. Elegí el PRO porque era un partido completamente nuevo y que no cargaba con ciertos vicios de la vieja política. Es un partido horizontal y te lo puede decir cualquier dirigente. Todo dirigente que empieza a participar tiene al alcance de la mano la posibilidad de hablar con un dirigente o un diputado nacional, algo que no pasa en todos los partidos. Dejamos de ser un partido vecinalista que no lograba cruzar la General Paz y demostramos fortaleza para gobernar a lo largo y ancho del país.
DC: ¿Cómo fue volver a confiar en el partido después de lo que fue la gestión 2015-2019?
NO: Más allá de las dificultades, que claramente existieron, a cada militante le digo que tenemos que estar orgullosos de lo que somos. Desde Juntos por el Cambio tenemos que sentirnos orgullosos de lo que decimos, pensamos y lo que queremos hacer cuando lleguemos al poder. Me tiene cansado esta corrección política reinante en la que nos quejamos de las cosas pero inconscientemente terminamos replicando ciertos vicios. A veces queremos suavizar los comentarios por el qué dirán, y la sociedad nos está dando señales para hablar con la verdad y decir las cosas sin vueltas.
DC: ¿Empezó a perder terreno el PRO como esa idea del partido liberal? ¿Les ganó el discurso Javier Milei?
NO: Está tan vapuleada la política y se tiran tantas cuestiones negativas que hoy es moneda corriente cuestionar al que es un militante político. Que la gente hable de liberalismo tiene que ver con la madurez que ha tenido la sociedad en los últimos años. La corrección política y toda esta cuestión del estatismo absoluto y que el Estado nos va a resolver los problemas no ha traído resultado para los argentinos. Las nuevas generaciones vienen a poner sobre la mesa un término fundamental como lo es el valorar la libertad, que va más allá de la libertad económica y de mercado. Necesitamos gobiernos que defiendan la libertad del individuo. El factor Milei no lo critico, deberíamos preguntarnos cuál es el motivo por el que aparece su figura. Con algunas ideas puedo estar de acuerdo y en otras puedo tener matices, pero no hay que atacar a la figura en sí, sino preguntarnos qué hicimos mal y así poder volver a representar a ese electorado.
DC: ¿Cómo está la interna del PRO a nivel nacional? ¿Qué ves como militante de esa compulsa entre Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal?
NO: Escucho constantemente las disputas internas. Yo lo que les digo a los candidatos, humildemente, es que tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Estamos ante la última oportunidad como país de poder volver a otros tiempos en los que fuimos un mejor lugar. Esto no quiera decir que me guste más un candidato u otro. Tenemos que debatir política sin enfrentamiento ni descalificaciones personales. El liderazgo de Mauricio en el PRO es indiscutible, quien lo niegue está por el camino incorrecto. Habrá que ver si él quiere jugar ese segundo tiempo como él dice. Pero es sano también que surjan otros liderazgos. Estoy convencido que el próximo Presidente va a ser el PRO y que vamos a ganar todas las internas. Y cuando ganemos, el cambio tiene que ser profundo, concreto y sin temores. Quien sea el que gane tiene que ponerse los pantalones largos y representar a nuestro votante, que pide a gritos firmeza.
DC: ¿Están convencidos de que el PRO va a imponerse frente a los otros espacios de Juntos por el Cambio?
NO: Nosotros tenemos en claro en que somos una amplia coalición. El PRO es un partido que alberga a muchas personas que provienen del peronismo e incluso gente del radicalismo y el liberalismo. Hay una diversidad de partidos y es normal que todos quieran tener a su candidato a presidente. Competiremos en unas internas abiertas. En 2021 competimos y le perdimos el miedo a esa interna, tiene que ser una disputa sana donde el electorado elija cuál es la fórmula adecuada.
DC: ¿Cuál es tu aspiración dentro del espacio? Más allá de la militancia, imagino que tenés el sueño de tener responsabilidad de gestión.
NO: En este país todo puede cambiar de un día para el otro, pero los que estamos en política entendemos que no hay recetas mágicas y que todo lleva tiempo. No voy a mentir ni a ser careta, muchas veces se escucha decir que los cargos no importan, pero acá para cambiar la Argentina los espacios hay que ocuparlos. Hay que agarrar la lapicera y hacerse cargo de las decisiones. A nivel local estaré en el lugar en el que el partido me considere necesario, pero siempre con la vocación de servicio y seguir consolidando el partido. Los jóvenes somos ambiciosos en el buen sentido de la palabra y está bien que lo seamos. Si queremos reconstruir el país, tenemos que estar. Yo voy a acompañar la lucha para que los jóvenes estén en las listas y formen parte de la toma de decisiones.