Mesa nacional de Juntos por el Cambio vuelve a reunirse para aflojar tensiones y negociar lista de unidad

Este miércoles se reúne, otra vez, la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Y lejos de resolverse la interna del PRO que sacude a la Ciudad de Buenos Aires y a la provincia de Buenos Aires, la competencia sumó en estos días nuevos condimentos, que se irán cocinando mientras corren los días hacia el 24 de julio, fecha en la cual las alianzas deben presentar los nombres de las boletas que el 12 de septiembre esperarán en los cuartos oscuros, en la elección Primaria, Abierta, Simultánea y Obligatoria (PASO). 

El lunes por la noche, Horacio Rodríguez Larreta cruzó el Riachuelo y en Lanús mostró a su candidato a encabezar la lista de diputados bonaerenses: Diego Santilli. Al actual binomio que gestiona la Ciudad lo acompañó un grupo de cinco intendentes y el jefe del PRO en la Cámara Baja, Cristian Ritondo. Lo curioso es que ninguno de esos intendentes salió el martes a dar declaraciones en público, tras lo que se leyó como el lanzamiento oficial de Santilli.

Esa reacción se explica, según confiaron en el entorno de los intendentes, en no complicar aún más la relación con el referente del grupo que los engloba (el "Dorrego"): Jorge Macri, alcalde de Vicente López. 

El primo de Mauricio es quien tensiona con Rodríguez Larreta y aunque su cabeza está en el 2023, no descarta presentarse a competir este turno. “Jorge sostiene que la mejor opción es que los candidatos sean dirigentes que estén en el llano, porque permite agrandar el espacio con otras figuras, pero si hay imposición, él va a las PASO”, le dijo a Data Clave una fuente de diálogo fluido con el intendente.

Según confiaron dirigentes del PRO, los jefes comunales que se mostraron el lunes con Santilli aún no le soltaron la mano a Jorge, en parte, porque éste cuenta con el apoyo de figuras como Patricia Bullrich, Miguel Angel Pichetto y Elisa Carrió, entre otros dirigentes. Dicen también que Esteban Bullrich, el vencedor de la elección 2017 y que hoy enfrenta una dramática enfermedad, también acompaña al intendente de Vicente López. 

Del otro lado de la General Paz, en la Ciudad, el asunto tampoco parece aclararse, pese al gesto de Carrió y María Eugenia Vidal hacia la presidenta del PRO. En un zoom, la referente de la Coalición Cívica señaló que “estamos haciendo grandes esfuerzos, todos, con los liderazgos de las mujeres, para que vayamos todas juntas”. La ex gobernadora de la Provincia, a su turno, aseguró que “las mujeres entendemos el valor de la unidad de una sociedad que nos pide que pongamos un límite al gobierno y consolidemos una alternativa de esperanza”.

Los que celebran estos sacudones son los dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR), que con la reaparición de Facundo Manes se animan a competir en unas PASO contra el PRO en la Provincia. Esa voluntad comunicará hoy el titular del radicalismo bonaerense, Maximiliano Abad, en su debut en la Mesa Nacional de JxC.

“Con Manes le podemos ganar a Santilli, pero además nos facilita la búsqueda de financiamiento para la campaña”, señaló un dirigente del radicalismo que impulsa la candidatura del neurocientífico, destacando no sólo sus aptitudes como candidato (“es un pajarito llamador”, dicen), si no que también valoran su vínculo con el círculo rojo que facilitará conseguir los millones de dólares que exige una elección en la madre de todas las batallas, un contratiempo que a Santilli no desvela, ya que cuenta con “los fierros de la Ciudad”. 

Desde la UCR reconocen que con Manes no alcanza. Y a eso se debe los llamados que recibió en las últimas semanas Margarita Stolbizer. Y también la cuerda que se estiró hacia las oficinas de Emilio Monzó. En tanto, trabajan para que Martín Lousteau se anime a pelear en la Ciudad y “hacerle la doble” a Rodríguez Larreta. 

No obstante, aún pesa el “deja vu” entre los radicales, que recuerdan lo que ocurrió hace 4 años, cuando Facundo estaba decidido a integrar la boleta de Cambiemos, pero dio el portazo en las últimas horas de la negociación.

Son especulaciones en lo que se presenta como el lado oscuro de la política. El camino hacia el cierre de listas expone a los dirigentes que pelean por un lugar en las listas, mientras la pandemia aún castiga con cifras récord de muertes, pese a los millones de vacunas que han arribado en los últimos días. Esa disociación se refleja en una encuesta que este domingo publicó la consultora Taquión, en la cual se destaca que el 47,4% de los consultados votarían una opción por fuera de la grieta.

Reconociendo el costo que está pagando por estas escenas, la mesa nacional de Juntos por el Cambio hará hoy un nuevo esfuerzo para unir a las partes y negociar una lista única, que represente a todos los sectores y que permita enfrentar al Frente de Todos, que juega unido y de local.