María Emilia Soria obtuvo la reelección en General Roca y ratificó la vigencia de la dinastía familiar
Obtuvo el 60% de los votos. Su familia gobierna la segunda ciudad de Río Negro desde 2003.
No hubo sorpresas, pero igual hubo festejos. María Emilia Soria (Pasión por Roca) obtuvo este domingo la reelección como intendenta de General Roca, la segunda ciudad en importancia de Río Negro, al obtener el 60% de los votos y ratificar la vigencia política del clan familiar iniciado por su padre.
Durante los festejos anoche, María Emilia estuvo acompañada por su hermano Martín, actual ministro de Justicia de la Nación, quien de todos modos no participó en la campaña, de manera de no pegar la elección local a la cuestionada gestión del gobierno nacional.
Sin embargo, el presidente Alberto Fernández fue uno de los primeros en salir a felicitar a la ganadora. "¡Felicitaciones María Emilia Soria por este gran triunfo en nuestra querida General Roca! Este resultado es un reconocimiento a tu enorme trabajo y a la confianza de los ciudadanos en el peronismo para gobernar en tiempos desafiantes", escribió el jefe de Estado en su cuenta de Twitter.
Y después se sumaron otros funcionarios y dirigentes como el canciller Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, la ministra de Desarrollo Socia, Victoria Tolosa Paz, que buscaron sacar un rédito de la victoria rionegrina.
En segundo lugar quedó el candidato de Orgullo Roquense, el e ministro Producción y Agroindustria Carlos Banacloy, quien se presentó junto con cinco listas colectoras que lo llevaban como intendente y alcanzó cerca del 22%. Banacloy contó con la adhesión de las las boletas de la UCR, el Movimiento Patagónico Popular, el Movimiento de Apertura Democrática, Redes, Nuevo Encuentro y un sector de La Cámpora.
En tanto, Gastón Soto, de "Cambia General Roca", quedó tercero con menos del 10% y podría ingresar un concejal del espacio del "PRO" por primera vez en la historia del Concejo Deliberante de General Roca.
La victoria de María Emilia ratifica la vigencia en la ciudad de la dinastía iniciada por su padre, Carlos Soria, cuando ganó la intendencia en 2003 por un puñado de votos frente al candidato de la UCR. Fue reelegido en 2007, y luego hubo dos triunfos de Martín Soria en 2011 y 2015, hasta la victoria de María Emilia en 2019.
El triunfo de la intendenta la posiciona además como una de las eventuales postulantes a la gobernación cuando termine su mandato en 2027 y no tengo posibilidad de presentarse otra vez. Pero para eso faltan cuatro años. “Tal vez algún día lleguemos a Viedma”, dijo anoche.
Sin dudas, la victoria en los comicios trae tranquilidad en el sorismo, que necesitaba una victoria luego de varias pálidas. Y si bien el triunfo era lo esperado, el fantasma de la alianza entre un sector del peronismo y Juntos Somos Río Negro le agregó un condimento especial a los comicios.
Claro que, la eventual candidatura de María Emilia en la provincia será harina de otro costal. No tanto puertas adentro, donde no hay un nombre que haya juntado más méritos en el PJ, y menos aún luego de la partición del peronismo a través del acuerdo del senador Martín Doñate (La Cámpora) y su par Alberto Weretilneck, quien es además favorito a quedarse con el sillón provincial el 16 de abril. Todo indica que esa alianza perdurará en los próximos años, más por la enemistad de Doñate y Soria (Martín) que por los beneficios del acuerdo.