Luego del Kulfas Gate, el gobierno firmó con Techint para la provisión de caños por el Gasoducto NK

Luego del escándalo interno del gobierno que terminó con la expulsión de Matías Kulfas del ministerio de Desarrollo Productivo, finalmente la empresa Integración Energética Argentina SA (IEASA), ex Enarsa, anunció el acuerdo con el Grupo Techint para la provisión de caños que serán utilizados para la finalización de la obra Gasoducto Néstor Kirchner.

IEASA, a través de un comunicado oficial, aseguró que "la firma de este contrato es un hito fundamental para este proyecto transformador, que sin dudas va a marcar el rumbo de la Argentina en los próximos 25 años y nos encamina hacia la soberanía energética". En concreto, el acuerdo de la empresa vinculada al kirchnerismo se alcanzó con la empresa SIAT S.A, que pertenece a Tenaris del Grupo Techint.

"El gasoducto Presidente Néstor Kirchner va a hacer posible que sectores residenciales, comerciales e industriales de nuestro país accedan a energía a precios competitivos, que por la coyuntura internacional se convirtió en un insumo crítico, impulsando así el empleo y la producción", explicó Agustín Gerez.

La misma empresa pública indica que el contrato firmado consiste en la compra de 582 km de cañerías de 36 pulgadas de diámetro y de 74 km de cañerías de 30 pulgadas, que serán utilizadas para la primera etapa del Gasoducto Néstor Kirchner entre Tratayén (Neuquén) y Saliquelló (Buenos Aires) y para sus obras complementarias.

"El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner permitirá ampliar un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural argentino. Además será fundamental para el desarrollo de la producción en Vaca Muerta, ya que permitirá que ese insumo llegue hacia los grandes centros de consumo del país, mejorando íntegramente el comportamiento del sistema de transporte de gas", cierra el comunicado.

En la firma estuvieron presentes Darío Martínez, secretario de Energía, Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, Maggie Videla, subsecretaria de Hidrocarburos, y por Energía Argentina, Agustín Gerez, presidente de la empresa, Gastón Leydet, subgerente general y los directores Víctor Bronstein y Mariano Barrera.

El acuerdo que alcanzaron el gobierno con el Grupo Techint se da luego de una sanguinaria pelea política interna en el Frente de Todos que terminó con la salida de Matías Kulfas, acusado de haber distribuido un "off the record" con cuestionamientos severos contra el entorno de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En concreto, el mensaje decía que el kirchnerismo, a cargo del directorio de esta empresa, estaba haciendo "licitaciones a medida" para que sea el Grupo Techint el único con capacidad de poder proveer las cañerías para la construcción de este gasoducto que, según especialistas, abastecerá de gas a la Argentina y generará exportaciones.

La palabra "licitación a medida" despertó la sorpresa de Juntos por el Cambio, quien presentó varias denuncias en la justicia y citó a funcionarios del ministerio de Desarrollo Productivo -particularmente de la secretaría de Energía- para que asistan al Congreso para explicar el off que salió desde la cartera que ahora conduce Daniel Scioli.

Cristina Kirchner fue la encargada de exponer públicamente los off de Kulfas, invitando a que se investigue la licitación. Como conclusión, Alberto Fernández le pidió la renuncia a quien fue uno de sus ministros de mayor confianza en el área económica. Su lugar ahora lo ocupa Scioli, quien tomó juramento este miércoles tras dejar su cargo como embajador argentino en Brasil.

Matías Kulfas fue citado la semana pasada por el juez Daniel Rafecas en Comodoro Py y, en su declaración, negó conocer algún delito relacionado con el gasoducto Néstor Kirchner. "Si hubiera conocido un hecho delictivo hubiera ido a la Justicia", fue una de las primeras frases que dijo ante los funcionarios judiciales.

Además, el exministro de Desarrollo Productivo admitió que fue quien redactó los párrafos de un informe en "off the record" que luego distribuyó su encargada de prensa pero aseguró que no lo hizo con intención de que se volviera masivo, según explicaron las fuentes.