Los buzos tácticos de Mar del Plata, reivindicadores de genocidas y su apoyo al gobierno de Milei
Son una rama de la Marina y una de las sedes donde funcionan está en la Base Naval marplatense, donde funcionó un centro clandestino de detención, tortura y muerte del 76 al 83. Muchos de ellos estudiaron en ESMA y fueron combatientes de Malvinas. Hoy, añoran los viejos tiempos de la dictadura y manejan la contradicción de apoyar a un presidente que admira a Margaret Thatcher y a la vez, la gesta malvinera. Las fotos de Videla, la exaltación a Astiz, el lamento por los genocidas fallecidos y el pedido de libertad a los que están presos es una constante en sus redes sociales.
En octubre un hombre rubio y bien plantado, un alemán con acento español, se presentó en un banco de Berlín para cobrar los cuatrocientos euros de la asistencia social y otro tanto de lo que sería su último sueldo de jubilado. Era poco dinero para vivir, pero desde hacía años recibía la ayuda de algunos amigos y compañeros que le mandaban algún dinero desde Argentina, donde había nacido, luego de que el gobierno del país le congelase la pensión que cobraba desde 1994 como veterano de guerra.
Luis Esteban Kyburg, un buzo táctico de la Marina Argentina que había participado en la guerra de Malvinas, residía en Alemania desde 2013. Emprendió el exilio, o mejor dicho, la huida, cuando la justicia argentina empezó a respirarle en la nuca, unos meses antes, por sus crímenes durante la dictadura. Vivió en Alemania hasta el día de su muerte, el 11 de octubre de 2023.
En 2015, a poco tiempo de llegar, se había anotado en un curso de alemán. Al igual que sus compañeros inmigrantes, en su mayoría, de España y Latinoamérica, quería pulir el idioma del país del que también era ciudadano. Era el mayor de ellos y tenía una actitud paternal y canchera que lo hacía muy popular, por lo que luego de las clases, solía liderar las charlas que seguían en un café. Alguien le preguntó por su historia y contó que había sido héroe de la guerra.
Cuando le preguntaron cómo había vivido los años de la dictadura, atinó a decir que "todo fue muy distinto a como lo cuentan". Una suerte de niebla se tendió sobre el grupo y uno de los parroquianos, al volver a su casa, buscó su nombre en internet: Kyburg, acusado de secuestrar, torturar y asesinar a 123 personas en la Base Naval de Mar del Plata, donde era Segundo Comandante de la Unidad de Buzos Tácticos.
Alguien entonces, cuando supo, fue a la Embajada Argentina en Alemania y lo denunció. Se inició un largo proceso de pedido de extradición al que el país europeo se negó, puesto que no se contempla ese paso para ciudadanos alemanes. Sus compañeros de armas que lo secundaron no tuvieron la misma suerte, están todos presos como consecuencia del juicio del que Kyburg escapó.
Uno de los casos por los que Kyburg debería haber pagado con cárcel es el de los tandilenses Omar Marocchi y Susana Valor. El 18 de septiembre de 1976, un grupo de tareas pateó la puerta de la casa ambos en Mar del Plata. A la pareja la llevaron a la Base Naval y nunca más se supo de ellos. Anahí Marocchi, hermana de Omar, se presentó como querellante en la causa en Alemania y se sentó frente al fiscal Dirk Feuerberg.
“Este hombre sabe muchas cosas e hizo muchas cosas. En la Base Naval había muchos grupos de tareas y él era el segundo a cargo. No quiero que tenga una condena por una necesidad personal sino para que no haya impunidad. Cada juicio sirve para develar un poco más lo que sucedió”, dijo Anahí al diario Tiempo Argentino.
En el grupo "Buzos Tácticos de Argentina" de la red social Facebook, se agrupan casi cuatro mil personas, la mayoría pertenecientes a la Marina y los demás de otras fuerzas armadas, de seguridad, y algunas esposas de militares y policías. El 29 de octubre el administrador del grupo, como publicación oficial, posteó la tarjeta necrológica de Luis Esteban Kiburg y la frase: "En patrulla eterna a reencontrarte con los grandes, QEPD querido BT don Luis Kyburg" acompañada de una bandera argentina. Le suceden numerosos comentarios pidiendo por su alma, reivindicando su don de gente, invocando a Dios y su protección.
En el grupo y ni en ese ni en ningún posteo, alguien habla de delitos a menos que sean los que ellos mismos atribuyen a diferentes representantes del peronismo, el kirchnerismo o "los zurdos", incomprobables y difusos como "se robaron todo" o "son ladrones y asesinos". Son más de tres mil miembros y al recorrer los perfiles de muchos de ellos, encontramos que la mayoría militó activamente la dupla de candidatos que llegó al gobierno. Se suceden imágenes de leones, banderas argentinas, llamamientos patrióticos y exaltación de la figura de Victoria Villarruel.
Villarruel suele reproducir contenido de la página o de algunos miembros de ella, como un video que hizo el Capitán de Navío Bernardo Schweizer, un veterano de Malvinas exonerado de la fuerza en 2007 por hacer circular cadenas de e-mails violentos contra la titular del Ministerio de Defensa, Nilda Garré, en el que el hombre vuelve a la carga, esta vez, contra el gobierno de Alberto Fernández y contra los candidatos Sergio Massa y Agustín Rossi. Ese mismo video del integrante del grupo de los Buzos Tácticos también lo reprodujo el novel vocero Manuel Adorni.
En el perfil personal de Schweizer encontramos también numerosos posteos reivindicando a Jorge Rafael Videla y no es el único en hacerlo. A vuelo de pájaro, podriamos decir que como mínimo, la mitad de los miles de integrantes del grupo de Buzos Tácticos hace lo mismo con ese genocida y con otros. Por ejemplo, el buzo Albornoz -que es personal en ejercicio- publica una foto de él de hace varios años, en compañía del criminal condenado a perpetua Alfredo Astiz, emblema de la crueldad que se enseñoreó en la ESMA, donde la mayoría de estos marinos estudiaron. Las loas se retroalimentan entre los camaradas en servicio y fuera de él del mismo modo que los pedidos de reparación: pretenden la libertad para los genocidas presos, y esperan ese resultado de la mano de la vicepresidenta.
Esta es la muestra de solo un grupo al que pertenecen miles de personas. Hay miles mas como ellos que están esperando una señal que los invite a volver a lo que añoran: los métodos y espacios legitimados que tuvieron en la dictadura -que algunos vivieron y otros pretenden revivir- . La esperan del espacio político que apoyaron y que llegó al gobierno, esta vez con el aval de los votos democráticos. Hablan de "limpieza", de "falcon verde", de "exterminios" con total impunidad. No son pocos, ni son locos.