Leticia Ceriani: "Se ha instalado de manera errónea la idea de que la pandemia se resuelve testeando"
Data Clave conversó en exclusiva con la subsecretaria de Gestión de la Información en el ministerio de Salud provincial. Al igual que Nicolás Kreplak, coincide en que no se debe testear a todos y que ya no es tan relevante el número de contagios, sino el diagnóstico de los infectados. A su vez, resaltó la efectividad del "pase sanitario" para estimular la vacunación: "La idea es que la vida sea un poquito más difícil para aquellos que deciden no vacunarse y facilitarle la vida a los que solidariamente han puesto el hombro para protegerse y proteger al conjunto".
La tercera ola de coronavirus en la Argentina no se detiene y continúan en aumento los contagios y las muertes. Sin embargo, a diferencia de 2020, los números de internación siguen activos y los cuadros diagnosticados son con síntomas leves, casi similares a los de una gripe.
En ese marco, la Provincia de Buenos Aires insiste con la idea de empezar a analizar al virus como una "endemia", con el fin de resguardar insumos y evitar estrés sanitarios en los centros de atención primaria y las guardias de los centros hospitalarios.
Data Clave conversó mano a mano con Leticia Ceriani, subsecretaria de Gestión de la Información en el ministerio de Salud provincial. La funcionaria brindó varias definiciones y considera que "se ha instalado de manera errónea la idea de que la pandemia se resuelve testeando".
Además, coincide en la idea de que "habría que empezar a pensar en el covid-19 como se piensa en otros virus respiratorios. Nadie cuenta los casos de gripe", agrega.
A su vez, resaltó los resultados del "pase sanitario" para estimular la vacunación: "La idea de base es que la vida sea un poquito más difícil para aquellos que deciden no vacunarse y facilitarle la vida a aquellos que solidariamente han puesto el hombro para protegerse y proteger al conjunto".
Data Clave: ¿Cómo ve la dinámica actual por el enorme aumento de contagios de covid-19 en la Provincia de Buenos Aires? ¿Lo esperaban?
Leticia Ceriani: Es una tercera ola que esperábamos, era un escenario posible. Quizás la novedad fue la introducción de una nueva variante que nos cambió el contexto que uno imaginaba, sobre todo por la velocidad de los contagios y la cantidad de casos. Veíamos un aumento considerable en los países del Hemisferio Norte, pero no considerábamos que se iban a triplicar los casos de coronavirus. Pero por suerte la campaña de vacunación fue un rasgo diferencial y, si bien estamos aumentando los contagios, no estamos sufriendo tensiones en la ocupación de camas de terapia intensiva. El logro es tener esta cantidad de casos y que no afecte en las restricciones ni en que se colapse el sistema de Salud.
DC: ¿Qué cambió con respecto a 2020?
LC: Lo más complejo que teníamos era la tensión sobre el sistema de Salud. Iniciamos la gestión a fines de 2019 con 800 camas de cuidados intensivos. Cuando aparece el covid y vemos lo que sucede en otros países, lo que imaginábamos era una posible implosión en el sistema de Salud, algo que quizás muchos esperaban y que no se terminó dando. Por suerte y por decisión del gobernador (Axel Kicillof) se hizo una inversión enorme para poder cumplir con las demandas y que nadie se quedara sin una cama de terapia intensiva. Hemos tenido situaciones donde resolvimos de manera urgente la provisión de oxígeno en los hospitales, porque no daban abasto. Hoy las tensiones pasan por situaciones particulares. Un ejemplo es la temporada de verano, que tiene sus riesgos por la aglomeración de gente y por la poca preparación que hay de centros hospitalarios para atender a tantos pacientes juntos. Pero la gravedad de los cuadros no están generando saturación en los centros. En cuanto a los testeos, desde nuestra visión en la Provincia, se ha instalado de manera errónea la idea de que la pandemia se resuelve testeando y que todos nos tenemos que testear. Vemos que todos se testean con síntomas, sin síntomas y hasta para ir a visitar a un familiar, consideramos que eso no tiene sentido. Se ha convertido en una realidad y esto ha generado situaciones complejas, sobre todo para los trabajadores, que sufrieron situaciones de violencia en postas de testeos y vacunación, con trabajadores que vienen hace dos años trabajando 24 horas todos los días de la semana.
DC: ¿Se espera que bajen los casos en algún momento? ¿Cómo está funcionando la política de testeos? Algunos municipios aseguran que ya no están recibiendo el mismo stock para testear a su población...
LC: Todo parece indicar que, cuando hay un aumento de contagios a una alta velocidad, también se da un desaceleramiento de la curva con la misma intensidad. Si bien seguimos creciendo en promedio de casos, los últimos reportes indican un volumen más lento, con lo cual es probable que estemos en la posibilidad de que empiecen a bajar. Pero también tenemos que entender que, en este contexto, con más de un 90% de la población vacunada y con estas características de la pandemia de cuadros leves y sin colapso en el sistema de Salud, tenemos que avanzar hacia una estrategia distinta. Venimos insistiendo en no mirar el número de casos, porque ya no nos importa tanto; nos importa el nivel de ocupación de camas y el número de fallecidos. Habría que empezar a pensar en el covid-19 como se piensa en otros virus respiratorios, nadie cuenta los casos de gripe. Estamos lejos de la situación de "endemia", pero deberíamos prepararnos para eso y poner más en relevancia los internados y fallecidos. Tendríamos que reservar el diagnóstico y los testeos para aquellas personas graves y que ayuden a modificar la conducta terapéutica para tratar el caso, principalmente en mayores de 60 años o pacientes de riesgo.
DC: ¿Cuál es el principal problema con los testeos?
LC: Hay una limitación respecto al insumo para el testeo a nivel mundial. Si nosotros testeamos a todo el mundo, no va a alcanzar para dar respuesta. Por eso dejamos de aislar a contactos estrechos vacunados, es el camino por el que tenemos que andar. Tampoco sabemos qué puede pasar en invierno. Veremos cómo avanza cuando comience el clima frío y donde todo estamos en espacios más cerrados, generando que la ventilación sea difícil. A eso se le suma la circulación de otros virus respiratorios. Es probable que tengamos alguna otra situación de pico o de ola. Las medidas que se toman son en función de la información disponible y de las características de este preciso momento. Por eso orientamos el testeo a personas específicas y buscamos otras alternativas.
DC: ¿La política sanitaria en la Provincia hoy tiene un rol central en los municipios? Muchas veces son ellos los que clausuran o no los eventos masivos...
LC: No creo que tenga que ver con eso, en todo caso las decisiones fundamentales se siguen tomando desde el nivel provincial y siempre de manera consensuada y coordinada con los municipios. Todo lo que es cambios de protocolos y evaluación de restricciones se siguen trabajando en la provincia, aunque en un nivel de "normalidad" por la vacunación. Cada municipio puede definir si cree conveniente realizar algunas actividades o no, pero tiene que ver más con situaciones particulares que con hechos generalizados. Nosotros teníamos pensado recitales y eventos masivos y los cancelamos por la situación epidemiológica. En La Costa, por poner un ejemplo, hay eventos masivos constantemente. Además, es la Provincia quien sigue garantizando la vacunación y los testeos que se realizan a nivel municipal, que se pueden seguir haciendo por la inversión de la Provincia de Buenos Aires. Siempre hay un órgano rector y de control que va marcando las pautas.
DC: ¿De qué depende mantener la educación presencial? ¿Temen que haya mucho aumento de los contagios en invierno?
LC: No sabemos qué puede pasar en invierno, es probable que aumenten los contagios, todo indicaría eso. La pandemia nos ha demostrado que tiene la capacidad de sorprender constantemente y entonces no lo tenemos claro. La presencialidad depende de la gravedad de los casos, por ahora no vemos ningún riesgo para impedirlo. Habrá que evaluar si la situación cambia, nosotros apuntamos a seguir avanzando fuertemente con la vacunación de los más chiquititos, que es el grupo etario donde nos falta cubrir. A partir de febrero volvemos a vacunar en las escuelas y ese es nuestro objetivo ni bien comience el ciclo lectivo. Por otro lado, queremos seguir dialogando y convenciendo a todos los adultos que aún no vacunaron a sus niños, porque eso nos va a permitir continuar con la presencialidad, a pesar de lo que pase con la pandemia y posibles aumentos de contagios.
DC: ¿Evalúan extender el pase sanitario a la vacunación? ¿O temen que se vuelva a convertir en una contienda política con la oposición?
LC: No tenemos miedo de ganarnos problemas, hemos tenido numerosas situaciones donde fuimos atacados y maltratados por decisiones que tomamos para cuidar a la gente. Hay una situación bastante compleja, porque la educación es un derecho y una obligación; privarle a alguien la posibilidad de gozar de ese derecho y cumplir con la obligación de mandar a los chicos a la escuela es compleja. Por eso no tiene que ver con una discusión política, porque si fuese así, estaríamos dispuestos a dar la pelea. Sí evaluamos incorporar el pase sanitario a otros lugares, como el transporte de media y larga distancia. Lo que vemos es que el pase funciona y que aumenta los números de vacunación desde su implementación. La idea de base es que la vida sea un poquito más difícil para aquellos que deciden no vacunarse y facilitarle la vida a aquellos que solidariamente han puesto el hombro para protegerse y proteger al conjunto. En el transporte vemos que es un lugar clave para poder estimular la vacunación.
DC: ¿Qué plantean con los eventos masivos? ¿Imagina que el fútbol argentino pueda seguir al 100% de aforo, por ejemplo?
LC: No creo que sea un problema y un riesgo, por ende no vemos que sea necesario restringir ese aforo. Simplemente porque hoy no tratamos de evitar contagios, es lo que decía antes, no queremos evitarlos, sino que la gente se vacune para poder seguir sin restringir actividades por un posible estrés sanitario.Obviamente que hay fallecidos e internados y cada persona nos duele y es terrible, pero hoy estamos en una situación donde el objetivo es avanzar con la vacunación. Las actividades masivas no son un riesgo en sí misma, probablemente haya alguna persona que se pueda contagiar, pero no es el punto. El fútbol tiene pase sanitario, con lo cual la gente que va a un estadio es gente que está vacunada, por eso no nos parece una situación de riesgo. Insisto, habrá que ver si aparece otra variante o si vuelve a predominar la circulación de la variante Delta, que indicaba ser más agresiva que Ómicron. Mientras tanto, creo que podemos seguir con el público en las canchas sin problema.
DC: ¿Imaginan cambios en los protocolos para facilitar la campaña de vacunación? Ginés González García planteó la idea de que haya una vacuna por año para evitar que se deba inocular a la gente cada cuatro meses...
LC: Ahí hay dos cosas. Por un lado, todavía no está claro que la gente se tiene que vacunar cada cuatro meses. Lo que sí tenemos claro es que la gente necesita un refuerzo, es lo que se plantea actualmente. En cuanto a lo otro, la ciencia avanza y todos los días aparecen nuevos descubrimientos o tratamientos para combatir al virus. Siempre que esos tratamientos mejoren y faciliten el acceso a la vacunación siempre son bienvenidos. Nosotros ya hemos utilizado vacunas de una sola aplicación como el caso de CanSino. Se han utilizado principalmente en personas que tenían problemas de acceso a la vacunación, para así evitar que tengan que volver a los centros vacunatorios. Facilitar la logística implica acercar el acceso a la gente. Por ahora no tenemos problemas, pero siempre buscamos mejorar el acceso de las personas al sistema de Salud.