Su último posteo había sido un 21 de junio para mostrarse en una marcha social para repudiar la represión en Jujuy. Un día después, le dio “retweet” a el video de Eduardo “Wado” de Pedro anunciando su precandidatura presidencial. Tres días después, hizo la misma acción con una publicación de un Axel Kicillof ya ratificado como candidato a gobernador bonaerense para ir por la reelección. Andrés Larroque, la espada mediática que eligió el silencio y ahora volvió a la escena pública.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires fue prudente como pocas veces. Así como fue el primer funcionario en cuestionar públicamente la política-económica del Gobierno, esta vez se tomó cuatro días para expresarse luego del caliente cierre de listas que tuvo Unión por la Patria, en especial en su jurisdicción.

Su reaparición fue sutil. Se limitó a emitir un comunicado en sus redes oficiales llamando a votar al precandidato a presidente, Sergio Massa y al gobernador Kicillof para que tenga un nuevo mandato en la provincia de Buenos Aires.

Tweet de Andrés Larroque

“Sabemos cabalmente las dificultades que hemos enfrentado como sociedad en estos cuatro años. Sabemos claramente en dónde veníamos y a dónde no queremos volver”, dice una parte del comunicado que respalda el binomio Massa-Agustín Rossi.

Sin embargo, algo se rompió entre Larroque y un sector del peronismo. Algo pasó en esos cuatro días en los que su ausencia se hizo notar y su silencio fue mucho más ruidoso que cualquier declaración contra el Presidente Alberto Fernández de las que solía tener.

Como contó Data Clave, el cierre de listas en el peronismo dejó heridos y, aún con la unidad, hubo mucha insatisfacción y tironeo. El principal protagonista de esta historia es Máximo Kirchner, diputado nacional que encabezará el espacio para renovar su banca en 2023. A pesar de las peleas públicas, el dirigente habló públicamente y dio su versión de los hechos: “Hay mucha gente capaz y no nos alcanzan los espacios. Hay un poco de tensión, pero hablando y charlando…”, explicó.

El hijo de la vicepresidenta no negó los momentos de tensión en la negociación de las listas. Pero la pelea fue mucho antes. La semana pasada, antes de que se anuncie el binomio del peronismo, Máximo presionó hasta donde pudo para intentar impulsar la candidatura presidencial de Kicillof ya que, según su óptica, era el dirigente que mejor capta el voto del kirchnerismo que se referencia en Cristina Fernández de Kirchner.

Larroque, a pesar de su pertenencia a La Cámpora y la amistad que lo une con Máximo hace más de 15 años, fue uno de los que medió para buscar que el peronismo lograra una fórmula de unidad con Kicillof como principal candidato en la provincia de Buenos Aires.

Como contó Data Clave hace un tiempo, en La Cámpora reconocen que la organización empezó a tomar altos niveles de complejidad en cuanto a su estructura y los tipos de liderazgos. Y aunque nadie lo diga en “on”, más de un dirigente reconoce que su espacio ya no es de alto impacto comparado con el poder de fuego que tiene el Partido Justicialista bonaerense.

Según pudo saber Data Clave, Larroque fue excluido del debate por las listas y su espacio quedó al margen de la discusión. Es más, quedó de manifiesto que, al menos en provincia de Buenos Aires, los primeros lugares son para dirigentes camporistas que responden a Máximo y luego una repartija entre Frente Renovador, sindicatos y referentes del “Albertismo”.

Hay quienes sospechan que el “castigo” que sufrió Larroque va en línea con la disputa evidente entre Máximo Kirchner y Kicillof. De hecho, ningún dirigente fiel a la gestión del gobernador bonaerense hoy forma parte de la lista de diputados nacionales. Incluso, hasta último momento, varios sectores intentaron bajar a Verónica Magario de la vicepresidenta para instalarle a otro candidato.

Son muchas las voces que hoy le reprochan a Máximo Kirchner su manera de conducir al peronismo en la provincia de Buenos Aires. “Máximo Kirchner conduce de una manera que prioriza la organicidad pero que reduce el movimiento. Esto está a la vista. El dedo de Máximo elige en las listas y, debo decir, es un dedo que se equivoca fatalmente”, le había dicho Mayra Arena a este medio cuando todavía no estaba en discusión el cierre de listas.

Más allá de estas rispideces que quedaron latentes, el peronismo se ordenó en la precandidatura de Massa, aún con el entusiasmo de Juan Grabois que busca disputarle votos. La última foto fue en Lomas de Zamora y se mostraron Kicillof, Massa, De Pedro y Máximo Kirchner juntos en primera fila. La sangre no llegó al río, pero el peronismo, como en cada cierre de listas, tuvo heridos.