El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, no logró la mano que necesitaba de parte de la Legislatura provincial para aprobar el Presupuesto y la Fiscal Impositiva y así comenzar a proyectar el 2025 con las cuentas claras. Tras una jornada con idas y vueltas se cayó la sesión en ambas cámaras y el tratamiento pasará para la semana próxima. Eso sí, la rosca nocturna dejó varios puntos que le servirán a los diferentes espacios para redirigir la discusión en pos de la última extraordinaria del año.

Las negociaciones fueron ásperas. Y los teléfonos sonaron todo el día. Por los pasillos de la Cámara baja, los legisladores fueron y vinieron de un lado a otro con el fin de hacer los diferentes ajustes con la intención de lograr los consensos necesarios para poder avanzar en el tratamiento. Pero no fue posible.

El interlocutor principal del gobierno bonaerense fue el ministro de Hacienda, Pablo López, quien tomó nota de los pedidos de parte de la oposición y fue quien subió y bajó el dedo en relación a los cambios presentados. Según pudo saber Data Clave fueron más de 50 los artículos que se buscó modificar desde el PRO y la UCR.

Entre los temas a discutir quedaron abiertos el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal, la creación de un Fondo de Seguridad, el Endeudamiento, la autarquía del Instituto de Obra Médica Asistencial (IOMA) y el tope de tasas que se cobra en los puertos de la Provincia. Lo cierto es que, a través de López, Kicillof optó por no avanzar en las modificaciones solicitadas por la oposición y dejó que se caiga la sesión con el fin de rearmarse.

Interna

Pero la rosca no fue solo entre el oficialismo y la oposición. Sucede que un grupo de intendentes se hizo presente en la Legislatura para bajar su propia línea. Se acercaron Mayra Mendoza (Quilmes), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), entre otros. Ninguno de los que se encuentra alineado con el gobernador.

Tras la reunión, Mendoza dialogó con la prensa y dejó algunas declaraciones que volvieron a exponer algunos reclamos internos que, por el momento, no tiene punto de encuentro. “Con un grupo de intendentes vinimos a plantear el Fondo de Seguridad, que es muy necesario. Tenemos que renovar los patrulleros”. Y agregó que “hoy lo que hay que atender es la situación de los municipios para que tengan más recursos para seguridad”.

Y dejó un mensaje que quedó rebotando hacia adentro: “Esperemos que sea un presupuesto, no de ajuste ni de recorte, sino de mejor distribución para los municipios, que finalmente es para los vecinos y las vecinas”. No fue lo único. La intendenta también quiso colar en la discusión "un fondo especial para todos los puertos". Una discusión que reaviva la interna que mantiene, entre otras cosas, con su par vecino de Avellaneda, Jorge Ferraresi, en relación al Puerto de Dock Sud.

Como es sabido, la interna existe. Sin embargo, fuente cercanas al Ejecutivo negaron que el problema se haya dado hacia adentro. “No existió ningún tipo de diferencia. Fuimos con un Presupuesto ya hablado y la oposición hizo las presentaciones que creía. Y ahora tenemos una semana para seguir hablando”, sostuvo un funcionario provincial en diálogo con este medio.

Pero no todo es color de rosa. Y Mendoza volvió a redirigir la mirada a Kicillof en relación a otro de los puntos clave: las reelecciones indefinidas. Se trata de un reclamo que viene más de riñón. De aquellos jefes comunales que promueven al gobernador como figura de la oposición nacional y principal referente interno.

"La re-relección es un planteo que da vueltas. No lo define la Legislatura, ni nosotros. Es una definición del gobernador. No fue un tema en el que yo haya puesto énfasis ni haya planteado particularmente. Creo que es algo que hay que debatirlo, pero hoy lo que hay que atender es la situación de que se necesitan más recursos para mayor equipamiento para seguridad”, manifestó la intendenta. Y expuso que hubo otros que sí pusieron énfasis en eso.

A favor

Pese a la caída del Presupuesto, Kicillof tuvo su victoria con la sanción en los cambios en las jubilaciones de los empleados del BAPRO que modifica la Ley N° 15.008 sancionada en 2017 durante la gestión de María Eugenia Vidal, y restituye el cálculo de los haberes previsionales en el 82% móvil. El triunfo legislativo se consiguió gracias al apoyo de los libertarios dialoguistas y de los radicales.

De esta manera, se devuelve la edad jubilatoria de las mujeres de 65 años, a la que la había llevado la reforma de Vidal, a los 60 años y crea una escala gradual para aplicar la edad mínima desde ahora. También, plantea que las jubilaciones debían volver a calcularse al 82% del promedio actualizado de las remuneraciones percibidas durante los 120 meses anteriores al cese, cuando en la ley de Vidal se ordenaba hacerlo al 70%.

En tanto, con la sanción el aporte de los activos pasaría del 14 al 16%, el de los ingresantes aumentaría al 19% y las contribuciones obligatorias de la entidad financiera treparían al 21%, todo para solventar el incremento al 82% en una caja que actualmente ya genera un déficit del orden de los $100.000 millones.