Las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina y la impaciencia y la discusión por los lugares en las listas también se trasladan a los municipios, donde el peronismo tiene la difícil tarea de retener el poder en la provincia de Buenos Aires, su histórico caballito de batalla.

Data Clave ya adelantó que no es casualidad que muchos de los jefes comunales del Frente de Todos pidieran expresamente por la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner, actualmente “proscripta” según el relato de este mismo espacio. ¿El motivo? Tener a la vicepresidenta en la boleta para potenciar el voto en los distritos y retener el poder.

Uno de los distritos clave para el Justicialismo es el municipio de Quilmes, que según el último Censo de 2022 es el cuarto con más cantidad de habitantes (636.026), por detrás de Lomas de Zamora (694.330), La Plata (763.618) y La Matanza (1.837.774).

En ese marco, los cañones del Frente de Todos apuntan a cerrar filas y llegar competitivos para las próximas elecciones con un candidato que pueda retener el control del municipio de la tercera sección electoral. Y todos los cañones, a pesar de las diferencias, apuntan a que Mayra Mendoza sea la candidata de la unidad.

Las elecciones legislativas de 2021 fueron un aviso. Luego de una estruendosa derrota en las PASO, el peronismo cerró filas y terminó dando vuelta el resultado habiendo pasado del 33% de las Primarias a un 40%, venciendo a la lista de Juntos por el Cambio por apenas un (1) punto de diferencia. El dato particular del distrito es que, a diferencia de La Matanza, la diferencia en la victoria no estuvo en la cantidad de votos finales que aportó el oficialismo, sino en la recuperación. De hecho, es el municipio en el que la coalición oficialista sumó más nuevos votos netos.

Es en esa sintonía que se van moviendo los dirigentes locales en el municipio. Pero se dio un caso particular en la última semana. Ángel García, líder de la agrupación Juntos por Quilmes -y uno de los referentes del peronismo en la localidad que siempre confronta internamente con Mayra Mendoza-, empezó a perder parte de su estructura territorial y muchos de sus dirigidos empezaron a coquetear de cerca en La Cámpora.

Ángel García y Mayra Mendoza, en su juramento como secretario de Servicios Públicos. Cristina Kirchner estuvo como invitada especial.

La batalla del peronismo con La Cámpora es moneda corriente en la mayoría de los distritos. Y los argumentos, normalmente, son los mismos: los sectores más tradicionales del PJ acusan a la agrupación kirchnerista de conducir al peronismo de manera vertical y de no permitir el juego interno; del otro lado, la réplica es que los partidos que quieren discutir territorio no tienen estructura para competir y que, en general, le terminan haciendo el caldo gordo a la oposición.

Ángel García es uno de los principales referentes en Quilmes, pero parte de su equipo empezó a mirarlo de costado por sus últimos movimientos. En un acuerdo con la actual intendenta, el líder de Juntos por Quilmes pasó de ser secretario del área de Servicios Públicos a ocupar un cargo en la Defensoría del Pueblo en la provincia de Buenos Aires. Un dato no menor es que el área que anteriormente gestionaba es el sector más grande de la municipalidad y donde se requieren más empleados. Abandonando ese lugar, Servicios Públicos pasó a controlarse por el camporismo y la mayoría de sus militantes quedaron a la deriva.

Pero eso no es todo. Como bien indica el Estatuto de la Defensoría del Pueblo, todo aquel integrante de la estructura no puede tener cargos políticos partidarios mientras está en función. Y Ángel García hasta hace poco encabezaba la lista de congresales provinciales del Partido Justicialista de Quilmes. El movimiento no le salió gratis y en los últimos días se filtró un mensaje interno en el que sus dirigidos lo acusaron de “abandonar el territorio a cambio de un sueldo abultado”, entre otras calumnias hacia su persona.

Con este panorama, muchos huérfanos de Juntos por Quilmes empezaron a explorar nuevos horizontes y varios de ellos ya se encuentran militando en la estructura de La Cámpora. La primera en dar el paso fue Miryam Alfonso, secretaria de la Mujer del PJ quilmeño y quien ya pidió una silla en la mesa del “Ateneo Néstor Kirchner”, unidad básica que responde al camporismo.

Aún con varios interrogantes que deberán resolver los militantes disconformes con Ángel García, lo cierto es que Mayra Mendoza empieza a ganar terreno en su municipio y aflora como la única candidata posible que puede ser competitiva en la próxima elección para intentar retener el poder. En las filas de Juntos por el Cambio todavía no está claro quién será el candidato, aunque ya se vieron muchos carteles con la figura de “Martiniano Molina intendente - Diego Santilli gobernador".