Fuerte interna en el PRO de Quilmes: fuego amigo contra Martiniano Molina y Walter Queijeiro
Los principales candidatos de Juntos para la elección local enfrentan complicaciones hacia adentro del armado en el camino para dar la pelea contra la intendenta, Mayra Mendoza
El exjefe comunal de Quilmes, Martiniano Molina, deberá vencer a su contrincante político, Walter Queijeiro, para intentar ir en busca de un nuevo mandato en el distrito donde hoy gobierna la camporista Mayra Mendoza.
No será una tarea sencilla para ninguno de los dos. Sucede que ambos enfrentan diferencias internas que los dejan expuestos ante lo que, en definitiva, será la pelea final de octubre contra la jefa comunal actual.
En las últimas horas, la diputada Mónica Frade aseguró en declaraciones vertidas a La Nación+ que “en el Conurbano en la lista de concejales el lugar dos, no lo puedo probar, pero se reserva para el que pone la plata. Pero algo pasó la campaña anterior en Quilmes que apareció una mujer en el segundo lugar y nadie me pudo explicar cómo apareció”.
Su mención venía a cuento de la ola de denuncias que cayeron contra Javier Milei de parte de varios dirigentes locales que decidieron darse de baja luego de afirmar que se les solicitaba plata para ser nombrados candidatos.
Desde diferentes sectores se le apunto de manera directa a Patricia Capparelli, por ser la número dos en la lista del 2021. La actual edil apoya la lista de Patricia Bullrich a nivel y se mueve cerca de la diputada Maru Sotolano, cercana a Jorge Macri.
Sin embargo, las palabras de Frade podrían ir más allá en el tiempo. “Hay que mirar más para atrás. Frade habla de la última elección, pero no sobre la del 2021. Hay que fijarse en la del 2019”, le dice a Data Clave un dirigente local de Juntos.
La segunda candidata a concejal de la lista en ese año fue Raquel Coldani, la pareja de Jorge Molina, el dirigente local que es, también, el padre de Martiniano. La actual edil rompió en 2021 con el armado local y generó un bloque unipersonal llamado Compromiso con Quilmes.
Sin embargo, este jueves, Frade le bajó el tono a sus declaraciones y le apuntó a la prensa. "Día de opereta política en los medios de "prensa" eficientes en eso. No quieran radicar una interna en Quilmes en el sector político de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli atribuyéndome imputaciones que jamás hice a Martiniano Molina porque no lo lograrán. Ganaremos la intendencia", manifestó a través de las redes sociales.
Pero no es la única interna del PRO. Sucede que en la vereda de enfrente, en la lista que lleva a Patricia Bullrich a la presidencia y a Néstor Grindetti a la gobernación, muchos no quedaron conformes con la decisión que se tomó de que sea Queijeiro el encargado de dar la pelea local.
El exedil que forma parte del espacio de Joaquín De la Torre quedó al frente tras un cierre de listas álgido. Sucede que el PRO también contaba con otros dirigentes de peso local como Guillermo Sánchez Sterli (con referencia en Cristian Ritondo) y Maru Sotolano (de Jorge Macri), quienes también batallaban por quedar al frente tras una militancia de varios años.
Sin embargo, el periodista quedó al frente. Tras la decisión, la diputada nacional elevó una carta en la que confirma su compromiso político con el distrito sin pronunciarse en favor de quien ahora encabezará la lista.
Cabe recordar que en la previa de la decisión final, Sotolano y Sánchez Sterli se reunieron para dejar en claro que ambos se sumarían a la campaña de cualquiera de los dos que resulte electo. Algo que, finalmente, no pasó. "Desde hace varios años compartimos con Maru la tarea de construir y fortalecer al PRO en Quilmes para convertirlo en un espacio competitivo y abierto a todos los vecinos que desean una ciudad mejor. Decidimos que, como candidatos del PRO, contamos con el apoyo del otro”, sostuvo Sterli.
La intención era correr de la discusión a Queijeiro, quien representa un espacio interno que no tiene feeling con el ritondismo. Vale mencionar que antes de ser electo Grindetti, De la Torre aseguró que si la moneda salía para el lado de Ritondo, no acompañaría la campaña.
El problema interno hoy es saber si el ala dura del PRO local le pondrá peso territorial a la boleta que lleva a Queijeiro para la intendencia.