El próximo lunes arrancan las sesiones extraordinarias en el Congreso, pero la incertidumbre domina la agenda en torno al proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir que políticos condenados por corrupción puedan ser candidatos. Pese a la relevancia de la iniciativa, los aliados del oficialismo, entre ellos el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, aseguran desconocer los detalles del nuevo texto que redacta el Gobierno.

La última semana trascendió que la diputada Silvia Lospennato tuvo reuniones esporádicas con el abogado Alejandro Fargosi y el ministro de Defensa Luis Petri, quienes lideran la redacción del nuevo proyecto. Sin embargo, no hubo devoluciones claras, y el texto sigue siendo una incógnita. "No tenemos ninguna propuesta formal ni sabemos si buscarán nuestro apoyo", señalaron fuentes partidarias a Infobae.

Los bloques de la UCR y la Coalición Cívica, liderados por Rodrigo de Loredo y Juan Manuel López, tampoco han recibido contacto del oficialismo. Esto resulta llamativo, considerando que en noviembre estas fuerzas políticas aportaron votos clave para alcanzar el quórum en las dos sesiones fallidas que intentaron tratar el proyecto.

En esas oportunidades, la primera sesión quedó frustrada por una ausencia mínima, mientras que la segunda dejó en evidencia una falta de voluntad política del Gobierno, con ocho diputados libertarios ausentes. Desde la oposición señalaron que estos gestos reflejan un "pacto" entre el oficialismo y Cristina Kirchner, quien podría beneficiarse si Ficha Limpia no prospera.

La iniciativa toma relevancia en un contexto donde la exmandataria enfrenta una condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por la causa Vialidad, confirmada por la Cámara de Casación Penal. De aprobarse Ficha Limpia, Kirchner quedaría fuera de las elecciones legislativas, un escenario que impactaría tanto al oficialismo como a la oposición.

La falta de consenso previo genera tensiones en un Congreso donde los acuerdos resultan esenciales para garantizar el tratamiento de iniciativas complejas. Mientras tanto, el vocero presidencial Manuel Adorni defendió la postura del Gobierno, cuestionando que un juez de turno pueda decidir la viabilidad de un candidato: “El proyecto debe evitar que las justicias locales manipuladas por los gobernadores decidan el destino político de un país”, afirmó.

Javier Milei anunció en un principio que el proyecto estaría a cargo de Fargosi, pero posteriormente delegó la responsabilidad en Petri. Este último retomó elementos discutidos durante la gestión de Juntos por el Cambio, lo que podría ser clave para recuperar el apoyo de los bloques opositores. Según fuentes cercanas al oficialismo, el texto final buscará resguardar garantías procesales mientras limita el impacto de denuncias que podrían ser usadas con fines electorales.

El foco está puesto en si la nueva versión de Ficha Limpia será aplicable en este ciclo electoral y, particularmente, al caso de Cristina Kirchner. Desde sectores opositores advierten que una negativa en este punto podría generar un "escenario de caos político". “Si no se aplica a CFK, se viene un ‘tole tole’ generalizado”, ironizó un referente radical.

El Gobierno tiene poco tiempo para negociar y garantizar el quórum necesario antes de las sesiones extraordinarias. La posibilidad de una nueva frustración legislativa plantea dudas sobre las prioridades políticas del oficialismo en un año marcado por la polarización.