El gobierno disolvió el organismo que se encargaba de garantizar el acceso al agua potable
El oficialismo dio de baja el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) en busca de reducir gastos y centralizar proyectos. El decreto 1020/2024 lleva las firmas de Javier Milei, Luis Caputo y Guillermo Francos, y se enmarca en un plan para eliminar "organismos duplicados" y acabar con "cajas políticas".
El Gobierno Nacional oficializó la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), marcando un nuevo paso en el plan de ajuste fiscal impulsado por Javier Milei. Mediante el Decreto 1020/2024, el Ejecutivo dispuso la eliminación de este organismo en el plazo de un mes, justificando la medida en la necesidad de “optimizar el uso de recursos” y evitar la duplicación de funciones. El documento fue firmado por el presidente, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
En los considerandos de la norma, el Gobierno argumenta que la “superposición de funciones” entre el ENOHSA y la Subsecretaría de Recursos Hídricos hacía necesario centralizar la gestión de los proyectos de infraestructura hídrica para agilizar los procedimientos y transparentar el gasto público. La administración de Milei sostiene que el cierre del organismo es parte de un proceso de reorganización para equilibrar las cuentas estatales, asignando recursos “a quienes más lo necesitan”.
Desde el Ministerio de Economía, defendieron la medida como una forma de consolidar una estructura única en la planificación y control de obras hídricas. La cartera de Caputo también destacó que la eliminación del ente contribuirá a optimizar los recursos humanos, ya que el ENOHSA contaba con 358 empleados, que se redujeron a 234 antes de su cierre.
En declaraciones previas, Caputo había sido tajante al referirse al organismo como un “antro de corrupción” y cuestionó su creación en 1995 como una estructura para gestionar solo unas pocas obras, que luego se expandió para absorber más proyectos, en muchos casos duplicando funciones con otras áreas. “Existe una Subsecretaría de Recursos Hídricos. ¿Para qué necesitás el ENOHSA?”, se preguntó el ministro, quien anticipó que las 122 obras pendientes serán completadas bajo la órbita de la Subsecretaría de Recursos Hídricos.
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, fue uno de los que celebraron la decisión y calificó al organismo como un “ejército de militantes rentados”. Desde su cuenta de X, criticó la administración de las obras, asegurando que “la obra pública se había convertido en un gran pasamanos donde 'el que reparte se queda con la mejor parte'”. Sturzenegger, además, recordó que muchas de las obras eran de alcance municipal o provincial y ya fueron derivadas a esas jurisdicciones, mientras que solo 93 proyectos quedaron bajo gestión nacional.
La decisión se produce justo un día después de que la Cámara de Casación Penal confirmara la condena contra la expresidenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad, relacionada con el presunto desvío de fondos públicos para obras en Santa Cruz. En este contexto, Sturzenegger lanzó una ironía, señalando que “la motosierra es un ingrediente esencial para bajar la carga tributaria y la mejor política anticorrupción”.
Por su parte, Caputo respaldó la medida de disolver el ENOHSA con una frase que no dejó dudas sobre su postura: “Chau ENOHSA. Una ‘caja’ menos”. Bajo su órbita desde diciembre de 2023, el ente estaba a cargo de Bernardo Bartolomé Heredia, designado por el exgobernador cordobés Juan Schiaretti en marzo pasado.
En el marco de una agenda de política económica enfocada en el equilibrio fiscal y la reducción del gasto estatal, el cierre del ENOHSA marca un hito en la estrategia del presidente Javier Milei. En línea con estos principios, el mandatario partió hacia Estados Unidos para participar en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) y se espera que se reúna con el expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago.