El extitular de la APREVIDE aceptó su culpabilidad en la causa por abuso sexual
Con esta decisión, Juan Manuel Lugones busca evitar que se lleve adelante el juicio oral en su contra. En el acuerdo con la fiscalía acepta, además, una pena de seis meses de prisión en suspenso. La decisión debe ser homologada por el juez que debía juzgarlo.
El viernes pasado, el Juzgado Correccional N°5 de La Plata debía comenzar el juicio oral contra el extitular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), Juan Manuel Lugones, acusado de abuso sexual simple. Sin embargo, el debate nunca arrancó. ¿El motivo? Lugones aceptó su responsabilidad en el caso y firmó un acuerdo de juicio abreviado con la fiscalía donde dejó en claro su culpabilidad.
El objetivo de este acuerdo, que todavía debe ser homologado, es evitar que se realice el juicio. La defensa, de esta forma, se aleja de la posibilidad de una pena mayor mientras que la fiscalía, representada por Leila Aguiar, se asegura una condena. Este procedimiento de juicio abreviado incluye una pena de seis meses de prisión de ejecución condicional, lo que significa que Lugones no irá efectivamente preso pero que tendrá que cumplir con algunas reglas de conducta.
“Lo que no pudieron los barras, lo pudo la Policía. Yo soy inocente pero esta causa estaba tan armada por los intereses que perjudiqué en mi paso por la Aprevide, que estaba condenado de antemano. Entonces, para no exponerme más, hablé con mi familia, sobre todo con mis hijos, y decidí darle un corte a la situación. Acepté haber hecho algo que todos saben que no hice, pero ya me era imposible seguir peleando contra el poder”, sostuvo Lugones en una entrevista a TyC Sports.
Lo cierto es que no es la primera vez que Lugones buscó no llegar a juicio: en octubre del año pasado, tras ser asesorado desde 2020 por un abogado particular, pidió cambiar a defensa oficial pocos días antes de que iniciara el debate. Por ese motivo, el caso se reprogramó para abril de este año.
Cabe resaltar que, por más de que no vaya preso, una condena de estas características lo alejaría de la posibilidad de regresar a la función pública.
El caso
El testimonio de la denunciante fue fundamental. "Cuando empecé a trabajar con Lugones en el Aprevide, empezó a preguntarme sobre mis gustos personales, si me gustaba comer pastas o si quisiera trabajar en las canchas. Ante eso, yo respondí que quería hacer el mismo trabajo que mis compañeros", afirma la víctima. "De manera descolgada empezó a llamarme para invitarme a cenar. Con excusas, rechazaba la invitación. Al otro día de la invitación me tenía que aguantar un trato distinto, con caras de enojo y un trato cortante, obviamente por mi rechazo", dice la mujer, tal como repasó Doble Amarilla.
"Un día fuimos a Mar del Plata a un operativo. Íbamos en dos camionetas. Él adelante y nosotros atrás. En un momento nos hace parar en el medio de la ruta y nos dice de sacarnos una foto en la caja de la camioneta donde viajaba él. Cuando yo quiero subir a la caja, poniendo un pie en un estribo, siento unas manos en mi cola que me empujan hacia arriba y cuando miro hacia atrás, veo que era Lugones el que lo había hecho", detalla en la declaración (a la que tuvo acceso 'Doble Amarilla') la efectiva policial que fue víctima del acoso. Luego de detallar semejante situación, agrega: "En ese momento, le pregunté '¿qué estás haciendo?', y él me contesta 'disculpame, no me di cuenta'. Para todo esto mis compañeros estaban mirando y me dijeron '¿por qué no le diste un cachetazo?', porque era para pegarle un cachetazo".
Pero, de acuerdo a lo declarado por la víctima, el acoso y el abuso de autoridad, siguió. "Al tiempo, hizo una reunión en el Hotel Provincial que duró dos días, a la que asistió el Ministro, personal de AFA, protocolo y ceremonial (N. de R.: esa reunión se desarrolló a principios de abril de 2019). Él había armado la disposición de las habitaciones de todo el grupo, y a mi me tocó con una mujer mayor, compañera de trabajo. Tras la primera jornada, que terminamos tarde, a las 7 de la mañana siguiente me manda a decir por dos compañeras que él quería que fuera a su habitación a cebarle mate. Discutí con mi compañera de pieza, que me decía que fuera, y yo le dije que no era ningún gato, que fuera ella si quería cebarle mate. Al rato, me crucé con Lugones, quien me dijo que estaba preocupado y que había ido a mi habitación a ver cuánto dormia".
Tiempo después, presumiblemente por la negativa a acceder a las invitaciones de Lugones, la mujer policía fue designada en otro sector.
La defensa de Lugones
El exfuncionario negó todos los hechos y dijo que tenían una relación consensuada con la mujer policía y presentó pruebas de salidas conjuntas que incluían noches de hotel en la misma habitación y fotos donde a ambos se los ve juntos y sonrientes. Manifestó que mal podía él trasladarla a otro sector porque esa función era del jefe de la Policía y aseguró que toda la maniobra fue para correrlo del lugar y quedarse con la caja de la Aprevide, que maneja mucho dinero en cuanto a los operativos policiales.
Eso lo repitió a lo largo de toda la causa. No obstante, esa postura fue descartada tanto por el juzgado que intervino en primera instancia como la Cámara que revisó la causa antes de que llegue a juicio.