La Cámara de Diputados empieza con el poroteo pensando en lo que será la sesión para rechazar o ratificar el veto presidencia contra la Ley de Financiamiento Universitario.

El dilema para el Gobierno será si logra mantener a los “87 hérores” que blindaron el veto a la movilidad jubilatoria. En principio, se presume un panorama muy distinto al de aquella sesión del 11 de septiembre.

El primer movimiento lo hizo una diputada radical que ese día se ausentó al momento de la votación para facilitar los planes del Gobierno. Se trata de la santacruceña Roxana Reyes, quien brindó esta posición luego de una reunión con autoridades de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA). Había sido uno de los discursos más efusivos contra el kirchnerismo durante el veto a las jubilaciones para defender la posición del gobierno, adelantó una abstención desde su banca pero finalmente se inclinó por la ausencia, a pesar de haber estado en el palacio al momento de la votación.

“Hoy en Río Gallegos me reuní con las autoridades de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral para conversar sobre la situación que atraviesa la institución y los problemas económicos que enfrenta. En este encuentro, reafirmé mi compromiso con la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada por el Congreso Nacional, una decisión responsable que asegura el funcionamiento de nuestras universidades”, afirmó la diputada.

Roxana Reyes también destacó el rol clave que cumple la UNPA en la provincia y subrayó que "no es indiferente para los santacruceños tener una universidad en pleno funcionamiento". 

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X de Roxana Reyes

La legisladora sostuvo que continuará defendiendo la universidad pública no solo para los santacruceños, sino para todos los argentinos: “Creemos firmemente que la educación es la llave del progreso y el motor de un país que debe estar unido en torno a sus valores más esenciales”.

Para lograr revertir el veto, la oposición necesita reunir dos tercios de los votos. Es decir que, teniendo en cuenta que hay 257 diputados nacionales, deben reunir 171 votos para rechazarlo.

La pregunta será qué harán los cinco diputados radicales que votaron con el Gobierno en el rechazo a la fórmula jubilatoria. Ellos fueron Martín Arjol, Mariano Campero, Pablo Cervi, Luis Picat y José Federico Tournier.

Fuenes parlamentarias aseguran a Data Cave que en el radicalismo dan por descontado que Campero volverá a votar con el Gobierno y que hoy está alineado con La Libertad Avanza. Sin embargo, habrá conversaciones en el bloque para evitar que haya fisuras y que, en caso que la votación les sea incómoda, que directamente no participen. Esto fue adelantado por el diputado Martín Tetaz en una entrevista con Data Clave. 

En el caso de Picat, el diputado vive en un contexto de presiones por parte de las agrupaciones universitarias luego de la impactante marcha que se realizó en Córdoba en contra del Gobierno. En declaraciones radiales, planteó que “la solución al conflicto es responsabilidad del Ejecutivo, no del Congreso” y que “la solución es posible” con una paritaria.

En la misma situación de Picat se encuentra el neuquino Cervi, que apunta a que la solución se haga con una negociación entre el Estado y los gremios docentes a través de la paritaria. “El 90% del presupuesto universitarios son sueldos, por ahí pasa el reclamo”, dijo.

La sesión por el veto puede ser un punto de inflexión para un radicalismo que no quiere mostrar más divisiones hacia el exterior de los partidos. La última vez hubo un clima de ruptura que casi hace detonar al bloque con sanciones.

“No es lo mismo votar en contra de la Ley Bases que era un proyecto del Gobierno que votar contra un proyecto de tu propio bloque, se tienen que ir”, fue lo que le aseguraron a este medio semanas atrás. El proyecto de financiamiento universitario también es de la UCR. ¿Qué se rompa pero que no se doble?