A pesar de algunos casos que tomaron notoriedad en los últimos meses por ser protagonizados por personajes famosos, el tema de las adicciones sigue siendo casi un tabú en buena parte de la sociedad. Por temor, desconocimiento o vergüenza, se elige mirar para otro lado. Hasta incluso en lo que tiene que ver con la legislación. Quizás en parte se deba a las dificultades presupuestarias, que nunca alcanzan en materia de Salud. Pero el debate merece una mirada más en profundidad.

Y así lo entendió un diputado de la Nación, que directamente presentó un proyecto de “Ley para la Prevención y Atención de la Dependencia con y de drogas”. “Es un proyecto que lo venimos trabajando desde hace mucho tiempo. Muchos años trabajando en esto, con gente especializada, con mucha experiencia en alcoholismo, drogas, fármacos, un trabajo multidisciplinario”, contó Luis Di Giácomo a Data Clave. Es legislador por Juntos Somos Río Negro y presidente del Interbloque Provincias Unidas. Además, es médico psiquiatra. 

“El gran reclamo de las organizaciones de la sociedad civil, de las madres contra el paco, los grupos de autoayuda, los que se nuclean alrededor de familiares y pacientes, las iglesias, es que la ley de Salud Mental, además de ser altamente cuestionable a 10 años de su publicación; tiene un punto que nadie cuestiona y es que debe ponerse el 10% del presupuesto en Salud y hoy se pone poco más del 1%”, explicó el diputado.

Y disparó: “Jamás se han puesto los recursos necesarios. Los lobbys de los prestadores pasan hoy más por las clínicas y la tecnología, más el 40% que se llevan los fármacos y la Salud Mental queda en el fondo del tarro”.

La Ley de Salud Mental fue -y es- muy cuestionada por plantear, entre otras cosas, la voluntariedad a la hora de determinar la hospitalización de un enfermo, ya sea por padecimientos psiquiátricos o hasta de adicciones. El caso que encendió el debate público fue el del músico Santiago “Chano” Charpentier, quien en un confuso episodio en el que trascendió que sufrió un brote psicótico recibió un disparo de la policía. Las dificultades para su hospitalización -como en tantos otros casos anónimos- reflejó la falencia del sistema.

El proyecto final es producto de un trabajo de un amplio equipo interdisciplinario
El proyecto final es producto de un trabajo de un amplio equipo interdisciplinario

“La Ley tiene un componente ideológico muy importante, que habla de supuesto respeto a la libertad de las personas. Esto está dirigido al concepto antiguo de manicomio. Hasta los años 50 a los pacientes los depositaban en estos lugares donde quedaba toda la vida. No existían los psicofármacos. Frente a esto surgió como reactividad la necesidad de respetar los derechos y la voluntad de las personas, no pueden ser internados contra su voluntad ni ser sometidos a determinados tipos de prácticos”, sostuvo Di Giácomo.

Aunque advirtió: “Pero hoy la situación es diferente. Las enfermedades graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, más del 90% salen de la crisis entre 2 y 6 semanas y no necesitan internación. Se acabó eso de que no se podían controlar”.

Respecto de las adicciones, el diputado hizo hincapié en la complejidad de la situación. El adicto tiene otra modalidad de tratamiento. Al adicto, el mundo que lo rodea es el del consumo. Cuando está en estadíos serios de su enfermedad tiene que internarse para limpiarse. Meses y hasta años. Si no, los recuperás de la crisis y salen a consumir de nuevo. El adicto solo acepta internarse cuando corre riesgo su vida, por sobredosis o problemas derivados”, señaló.

Y remarcó: “La Ley actual, que exige que tiene que intervenir un juez y que no pueden permanecer más de 4 días internados, no logra que reciban el tratamiento que necesitan. La decisión en vez de ser del equipo de salud y la familia, la termina tomando un juez. Y encima suscribe la cuestión de la voluntariedad, olvidando que el adicto lo que tiene lesionado es precisamente eso. No puede parar, está enfermo. No tiene voluntad. Debemos ofrecer un marco legal distinto, que lo saque del ámbito de la salud mental y sea tratado como se debe”.

Madres Contra el Paco es una de las tantas organizaciones que lucha contra las adicciones
Madres Contra el Paco es una de las tantas organizaciones que lucha contra las adicciones

Está a la vista que este problema no está lo suficientemente abordado en el sistema sanitario. "Existen protocolos y redes de lo que se debe hacer en distintas áreas de salud, pero no en el tema adicciones. Hoy hay más esfuerzos de los sectores de la comunidad, en forma aislada y no sistematizada. Si te lastimás, te hacen una primera atención en un lugar y luego te trasladas a cualquier lado en las horas siguientes. Si tenés una crisis de adicciones no hay una red organizada, ni en Buenos Aires. Es un tema muy difícil", indicó el médico y legislador.

Y sumó: "Nosotros proponemos que hay que hacer una red de atención donde esté contemplado un tratamiento multidisciplinario. No se trata de que esté en una cama todo el día sentado, hay que proponer cosas para que pueda salir adelante. Se necesita recursos humanos más que maquinaria. Pero hoy no hay presupuesto para esto".

Di Giácomo fue más allá: "Las drogas en el sistema capitalista son mercancías. Y como tal, hay alguien que las produce, las comercializa y las publicita. Lo que influye el alcohol en el deporte es tremendo. Hay un circuito financiero y logística de transporte infernal. Hay gente que gana mucha plata con esto". Y añadió: "Apuntamos a limitar la disponibilidad, al menos en la publicidad del alcohol, así como se hizo exitosamente con el tabaco".

En la misma sintonía, el rionegrino profundizó: "Cuando se empieza a prohibir fumar en público y realizar publicidades, se produce un estancamiento del consumo. Lo mismo hay que hacer con el alcohol y los fármacos. Estamos en una sociedad que se automedica. Si se propagandiza todo el día medicamentos de 'venta libre' es muy difícil. Los suplementos, analgésicos, hipnóticos…parecen decirte 'ya que no puedes combatir los problemas del mundo, al menos sufrí menos, anestesiate'".
 

Un largo proceso legislativo por delante

Si bien ya fue presentado formalmente, el proyecto debe pasar primero por la labor en comisiones.
Si bien ya fue presentado formalmente, el proyecto debe pasar primero por la labor en comisiones.

"Es un proyecto muy extenso, de 100 páginas y más de 90 artículos, que propone iniciar un debate. Ya está presentado formalmente en la cámara y ahora vamos a empezar a realizar jornadas de exposición", afirmó el diputado que también es profesional de la salud.

En este sentido, Di Giácomo detalló: "En Bariloche tenemos un congreso de psiquiatría de adicciones ahora el 16,17 y 18 de junio donde lo vamos a presentar. Y el 29 de junio vamos a hacer una jornada en Diputados, donde vamos a invitar a la mesa nacional de adicciones, las madres del paco, y profesionales de primer nivel. También se sumarían legisladores de la oposición como expositores, están en tratativas".

Si bien es optimista sobre el futuro de la iniciativa, sabe que espera un largo camino para que vea la luz. "La idea es hacer algo transversal con distintos diputados, como merece la temática. Pero no será algo inmediato. El proyecto está asignado a 6 comisiones, por lo que puede pasar meses en tratamiento, incluso años", aclaró. Y arremetió: “Estamos haciendo un mensaje contracultural a u sector fundamentalmente del AMBA que busca quitarle dramatismo a las drogas y pone el foco en el individuo". 

Y sentenció: "Vamos a generar una movilización de los distintos sectores de la sociedad para que esto vea la luz. Lo presentamos, se hizo el giro y vamos a empezar a insistir para que se trate en comisiones. Mientras tanto, vamos a hacer una jornada mensual en la Cámara con especialistas e invitados. La segunda será luego de las vacaciones de invierno. Allí invitaremos a sindicalistas y especialistas para hablar del consumo de sustancias en el ámbito laboral. Luego haremos otra focalizada en el ámbito educativo, para ganar visibilidad."