Cumbre por la Bicameral de Justicia: El Presidente recibe a Massa para delinear la estrategia en el Congreso
La redacción de la iniciativa que adelantó Alberto Fernández en el parlamento es una incógnita. Por el panorama desfavorable en Diputados, el oficialismo busca cerrar la letra pensando en los votos que le faltan. Con una cena, el mandatario y el tigrense buscan definir los pasos legislativos.
La creación de una comisión Bicameral en el Congreso que sea un órgano de control de los jueces todavía no fue formalizado. El Presidente hizo el anuncio en su discurso de Apertura de Sesiones Ordinarias generando el revuelo mediático pero lo cierto es que la iniciativa aún está aún lejos de concretarse.
La idea del oficialismo es cambiar la estrategia e iniciar el trámite por la Cámara de Diputados, el lugar donde el Frente de Todos tiene número desfavorable y por donde aún no han podido salir las reformas judiciales.
Por eso, Alberto Fernández recibirá a Massa este lunes por la noche para compartir una cena y que tendrá como principal tema cerrar los pormenores del proyecto de ley que él mismo pidió ante la Asamblea Legislativa.
“Con el solo propósito de mejorar la calidad institucional de la República, quiero pedirle al Congreso con muchísimo respeto que asuma su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial”, dijo Fernández el 1° de marzo. Esta frase fue el anticipo del Gobierno para la iniciativa que intenta concretar.
Apenas concluido este acto, el Presidente se comunicó con el mandamás de Diputados para pedirle que se ponga a la cabeza de la conformación de la Comisión Bicameral que controlará al Poder Judicial.
El objetivo del Ejecutivo es constituir un espacio para monitorear las actividades de los jueces desde el Parlamento, con participación de ambos cuerpos legislativos y de todas las fuerzas políticas.
En los bloques parlamentarios desconocen de la letra chica. A pesar de las interpretaciones que se hicieron de declaraciones públicas del senador Oscar Parrilli, la iniciativa no será presentada por el ex secretario general de la presidencia durante el gobierno kirchnerista y el Senado solo será la cámara revisora del proyecto.
Lo que resolvió el Gobierno es que la iniciativa para la conformación de la Bicameral sea cursada a través de un proyecto que no tendrá la firma del Presidente, pero sí contará con la supervisión de Massa y será redactado por diputados oficialistas.
La Comisión que se creará no estará encabezada por el titular de la Cámara Baja, tendrá carácter de "permanente" y contará con aproximadamente doce miembros, 6 de cada uno de los cuerpos legislativos.
Tendrá facultades investigadoras, pero no podrá intervenir en las decisiones jurisdiccionales de los tribunales que estén bajo su control. La expectativa del Ejecutivo es que pueda empezar a funcionar antes de la finalización de 2021.
Poroteo complicado en Diputados
El panorama para esta nueva medida según el cómputo de voluntades parece tener similitudes con las reformas congeladas. Desde Consenso Federal, la diputada Graciela Camaño apuntó: “A quién se le ocurre conformar una comisión que se exorbite de la propia Constitución. No lo van a poder hacer”.
Adelantando la postura que mantiene su bloque, la legisladora criticó “niveles de pobreza increíbles, los precios suben todos los días, es abrumadora la situación económica y se tiran a la discusión pública cosas que no tienen sustento”.
Ante el rechazo unánime de toda la coalición de Juntos por el Cambio, el oficialismo vuelve a depender de lograr acuerdos con los bloques federales. La postura de Camaño es una señal pero no es definitiva. Sin embargo, en algo coinciden “el proyecto puede ser humo del Gobierno para seguir polarizando con Juntos por el Cambio”, apuntan en off.
Además, sumado a esto creen que colar este debate en un año electoral puede tensionar los consensos por otros temas como el proyecto de Ganancias. Un tema en el que todos los bloques tienen un principio de acuerdo.
En los distintos espacios que componen los dos interbloques de “la avenida del medio” creen que el proyecto para hacer un seguimiento de la justicia escapa de la agenda de las necesidades de “la gente”.
En este sentido, acusan tanto al Frente de Todos como a Juntos por el Cambio, de “distorsionar” la atención pública lejos de los temas importantes. “Es una nube de humo”, coinciden. No son pocos los posibles dadores de los votos que faltan que creen que el proyecto corre riesgo de "morir antes de nacer".
Ministros defendieron el proyecto
El titular de la cartera de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, al referirse a la necesidad de fortalecer las políticas de género y diversidad, sostuvo: "Existen muchísimos casos donde por inacción o ineficacia, algunos actores del Poder Judicial tienen responsabilidad directa con los femicidios". En esa línea, les pidió a los jueces "escuchar ese reclamo" porque "llegó la hora de que se transformen o se vayan de un poder que requiere perspectiva de género".
Más tarde la ministra de Justicia, Marcelo Losardo, minimizó el impacto del monólogo de Fernández en ámbitos jurídicos. "No hubo algo sorprendente en el discurso del Presidente, está cumpliendo con la promesa de modificar la Justicia" consideró en declaraciones radiales.
El oficialismo tiene mucho para pensar, no solo en la letra final, sobre un proyecto que necesita lograr consensos para no volver a correr la suerte de otras iniciativas judiciales que intentó el Gobierno nacional.