Chaco: a Capitanich se le rebelaron los policías
Tras la decisión de no reincorporar a quienes participaron de un allanamiento ilegal con vejaciones a jóvenes Qom, altos mandos de la fuerza renunciaron en solidaridad con sus compañeros. Data Clave tuvo acceso a testimonios de efectivos disconformes con la medida. La injerencia de la política nacional. ¿Hubo acuartelamientos?
Los cuatro policías acusados por una golpiza salvaje, discriminación y torturas tras ingresar sin orden de allanamiento en un domicilio de la comunidad Qom en la ciudad de Fontana fueron liberados el viernes. Las autoridades provinciales, sin embargo, decidieron mantener la suspensión y no reincorporar a los efectivos, quienes están imputados por ejercer violencia institucional.
En desacuerdo con la determinación del gobierno provincial de Jorge Capitanich, el jefe de la Policía Fernando Romero, el subjefe Ángel Domínguez y la directora ejecutiva del Centro de Análisis, Comando y Control Policial presentaron su renuncia ante la ministra de Seguridad, Gloria Salazar. Firmes en su decisión, exigen que los agentes vuelvan a desempeñar sus tareas. Data Clave habló con Romero minutos después de su dimisión: “Legalmente debo reincorporarlos”, manifestó en referencia a los policías excarcelados tras el ataque del 31 de mayo en el barrio Banderas Argentinas.
Los policías imputados fueron liberados por un fallo judicial que, según Romero, les permitiría regresar a sus puestos de trabajo de forma inmediata. Según declaraciones que se hicieron públicas, los agentes ejercerían diferentes tareas y en otros distritos desde el lunes. Pero la ministra de Seguridad intervino y dispuso que los agentes continuaran suspendidos, sin goce de sueldo. También tuvo participación la secretaría de Derechos Humanos.
Según testimonios a los que accedió Data Clave, la creencia al interior de la fuerza es que existe una presión política muy fuerte en relación con el caso, que cobró estado público por la difusión de las imágenes del hecho en el marco de una serie de abusos y vejaciones policiales en distintas provincias y que inclinó la balanza en contra de los cuatro agentes: "El gobernador no quiere ceder, es un tema político". Presión contra presión, la cúpula renunció y abrió otro capítulo en esta historia. A priori, los policías imputados deberán permanecer en situación pasiva por delito.
Anoche trascendió que policías se acuartelaron en solidaridad con sus compañeros suspendidos, pero según se pudo averiguar solo fueron manifestaciones de familiares que apoyaron a la cúpula policial tras la ola de renuncias y que pidieron por la reintegración de los cuatro efectivos a la fuerza policial.