Causa Correo entra en etapa de definiciones después de una semana frenética y con presiones
La jueza Cirulli aún debe resolver si decreta la quiebra o si acepta la oferta. Zaninni rechazó lo propuesto por el Grupo Socma. Los gestos de Macri pronostican que un fallo adverso lo hará tomar una defensa más agresiva.
Mientras Mauricio Macri twitteaba para que la jueza Marta Cirulli aceptara la oferta que SOCMA hizo para cerrar de una vez por todas la causa Correo Argentino S.A., la magistrada enviaba un oficio donde solicitaba la intervención de los síndicos en el caso para que lleven adelante uno de los pasos que faltan para que pueda tomar una decisión: si decreta la quiebra o si acepta la oferta.
La jueza Cirulli incorporó al expediente todos los escritos que los acreedores enviaron: algunos aceptaron la oferta de la sociedad que pertenece a la familia Macri y otros (como el Estado Nacional a través de la Procuración del Tesoro y el Banco Nación) solicitaron la quiebra.
“A fin de comprobar si los asentimientos incorporados en el expediente reúnen las mayorías legales exigidas -en cada una de las categorías de acreedores- confiérese traslado a las sindicaturas verificante, general y controladora, a fin de que efectúen exclusivamente el contralor numérico pertinente”, escribió la magistrada. ¿Qué significa eso? Que los síndicos deben controlar si SOCMA alcanzó las mayorías necesarias dentro de los acreedores: en el expediente sostuvieron que tienen un apoyo que representa el 59% del capital.
Cabe recordar que SOCMA ofreció al Estado pagarle en una cuota 1011 millones de pesos. Al resto de los acreedores les propuso saldar la deuda en hasta diez pagos. Cabe resaltar que de acuerdo a las estimaciones que habían realizado desde los entes oficiales y desde la fiscalía, la deuda es mucho más grande. Según el cálculo de la fiscal Gabriela Boquín, el monto se acercaba a los $6 mil millones mientras que el Estado había calculado unos $4.700 millones.
De acuerdo al fallo de la jueza, los síndicos tienen cinco días para contabilizar la situación en el marco del proceso del “cramdown” y luego deben girarle a la jueza los resultados. Con esa información, la magistrada Cirulli debería tomar la decisión: quiebra o arreglo de un expediente que lleva casi 20 años.
El viernes, Macri tuiteó que el rechazo a la oferta se trataba de “un abuso militante” por parte de Carlos Zannini, procurador del Tesoro de la Nación. Al pasar, mencionó que la causa era una “persecución ilícita” a sus hermanos e hijos y la consideró un “plan de venganza”.
En Tribunales quedó evidenciado que la estrategia de los Macri, en caso de que Cirulli no haga lugar a la oferta y decrete la quiebra se tornará aún más agresiva. No solo llevandola a la Cámara Comercial sino forzando a que la situación llegue a la Corte Suprema de Justicia. Cabe resaltar que si hay quiebra, SOCMA tendría que responder con sus bienes, ya que está considerado que el Correo Argentino residual “vale cero”.
¿Incluirá dentro de lo que tildó como “persecución ilícita” la causa que tiene en su despacho Ariel Lijo? Allí, no están implicados los familiares de Macri sino sus funcionarios. ¿Teme el ex presidente que si la quiebra es decretada y se avanza sobre SOCMA podría también profundizarse la responsabilidad penal de los involucrados en el acuerdo que se intentó llevar adelante durante su gobierno y que fue tildado de “ruinoso” para el Estado?