Hay una mecha que encendió el gremio de los Neumáticos y que hoy se traslada a otros sindicatos que quieren mostrarse combativos frente a las cámaras empresariales con el objetivo de obtener la mejor paritaria posible en un contexto de agobiante inflación que genera salarios deprimidos y caída del poder adquisitivo de los trabajadores.

El Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), a cargo del secretario general Alejandro Crespo, tuvo una pelea feroz con las cámaras empresariales Bridgestone, Fate y Pirelli por la puja distributiva. Fueron casi cinco meses de conflicto y en las últimas semanas el gremio tomó medidas más fuertes y hasta tomó una oficina del ministerio de Trabajo para exigir aumentos. La pelea terminó con una considerable victoria para el gremio: acordaron un incremento salarial del 66% para el segundo período paritario y un bono de suma bruta de $100.000 a cada trabajador "como gratificación extraordinaria por única vez".

Esa dura negociación paritaria entre gremio y empresas tuvo poder de fuego de muchos actores que miraron con atención el conflicto. En el Gobierno nacional, por ejemplo, hubo críticas a Sutna por la forma de desarrollar la puja salarial y hasta existió un ninguneo por parte del ahora exministro de Trabajo Claudio Moroni. En el medio, Alberto Fernández recibió a la cúpula de la CGT en la Casa Rosada y los "Gordos" le pidieron al Presidente "más firmeza" para solucionar el conflicto que, según las empresas, estaba causando trastornos en el sector automotriz. También acusaron a los afiliados a Sutna de ser "manijeados" por Crespo, que pertenece al Partido Obrero.

El "asado peronista" de la CGT con Alberto Fernández en pleno conflicto por los neumáticos
El "asado peronista" de la CGT con Alberto Fernández en pleno conflicto por los neumáticos

Del otro lado del mostrador, el que apareció como un "mediador" en el conflicto, aunque siempre más en defensa de Sutna que de las empresas, fue el líder de Camioneros, Pablo Moyano, que se intentó mostrar como nexo entre el Gobierno y el gremio de Neumáticos y que hoy está peleando con su sector la paritaria.

Como contó Data Clave, el miércoles existió la tercera reunión de trabajo entre Camioneros y las cámaras empresariales en el ministerio de Trabajo, hoy a cargo de Kelly Olmos. El gremio mantiene la postura firme de plantarse en un aumento del 131% para el último tramo del año más un bono, las empresas ofrecen un 84% y en el Gobierno sostienen que sería "razonable" entre un 95 y 100%.

El propio Pablo Moyano fue tajante en sus últimas declaraciones y dijo que, si para la próxima semana no se llega a un acuerdo con el porcentaje que exigieron en la última reunión, se convocará a un paro nacional con cese de actividades. El ministerio de Trabajo tomó nota de esto y salió a responder públicamente en el programa radial El Destape. "Los trabajadores y los empresarios tienen que negociar, las paritarias son una institución que el peronismo reivindica y queremos que se respete. Cuando esa situación se excede tenemos los instrumentos de la conciliación obligatoria o el diálogo; el bloqueo es una instancia que resulta violenta y no puede ser un método ordinario", dijo Olmos.

Kelly Olmos, ministra de Trabajo de la Nación
Kelly Olmos, ministra de Trabajo de la Nación

Para el Gobierno el problema no está en que los gremios más fuertes consigan salarios altos, sino lo que puede generar en los otros gremios que no consigan ese aumento paritario y terminen corriendo atrás de la inflación. "Puede ser justo para los trabajadores de un sector, pero muy insolidario para otros que, dada la heterogeneidad, quedan atrás ya que impacta en la inflación", definió la nueva ministra de Trabajo.

En el fondo, la disputa salarial que aflora entre Camioneros y empresarios también se desprende de una interna fuerte que hay en el Frente de Todos por los posicionamientos en el interior de la coalición oficialista y qué tinte toma la conducción, sobre todo pensando en si hay voluntad de trabajar para una reelección en 2023, algo que parece lejano.

Es ahí donde aparecen las fracturas. Como bien contó este medio, en el último 17 de Octubre, que se conmemoró el 77° Día de la Lealtad Peronista, se dieron al menos tres actos distintos. En uno de ellos, encabezó la Confederación General del Trabajo en Obras Sanitarias y lanzó el espacio "corriente-sindical peronista", que tendrá como fin que la central obrera pelee lugar en las listas pensando en el futuro; del otro lado, la CTA, Camioneros y La Cámpora, entre otros gremios como SMATA y La Bancaria, fueron a la Plaza de Mayo en un acto que encabezaron Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el diputado Hugo Yasky y del que también participó Pablo Moyano, entre otros dirigentes.

Tweet de Wado de Pedro 🇦🇷

En el último acto, lejos de hablar de puestos en las listas y candidaturas, se habló concretamente de salarios, poder adquisitivo y mecanismos para dar la puja salarial. En un pasaje, el propio Máximo Kirchner elogió al gremio de los Neumáticos y pidió que el Gobierno muestre solidaridad con los gremios que están en plena negociación paritaria.

Vale destacar también que en ese acto los gremios disidentes a la conducción actual de la CGT plantearon la necesidad de que haya un aumento de suma fija o un bono para complementar las paritarias. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) detalló en su último informe cuál sería el beneficio de otorgar una suma fija como la que dio a partir de enero de 2020, de $3.000, y de $4.000 en febrero: una recuperación inmediata de 9% en términos reales en enero/febrero/marzo de 2020 respecto de diciembre de 2019.

En la Casa Rosada sospechan de que el reclamo paritario de Camioneros y el endurecimiento discursivo está atado a esta puja interna en el Frente de Todos para ver quién conduce. Data Clave consultó con fuentes del gremio de los camiones y la respuesta fue que la discusión es meramente salarial y que no hay en el fondo ninguna interna por salarios.

Gobierno, cámaras y sindicatos volverán a reunirse la próxima semana y se intentará llegar a buen puerto entre las partes y evitar que el conflicto escale. Pero hay una cosa cierta: hoy la puja salarial, además de ser económica, es política. Todos ya movieron sus fichas, ahora hay que ver quién cede.