“Quienes ganan menos, aparte de su paritaria, también necesitan una suma fija que los saque del ahogo al que están sometidas sus familias”, dijo el diputado Máximo Kirchner durante el acto del 17 de octubre en Plaza de Mayo. Este es uno de los pedidos que viene realizando el kirchnerismo desde que el Gobierno del Frente de Todos tomó la misma decisión poco después de asumir en diciembre de 2019. 

Con su firma en un DNU, el protagonista de aquel anuncio fue el presidente Alberto Fernández, quien viene reivindicando el mecanismo de las paritarias para recomponer ingresos, incluso ante la fuerte aceleración inflacionaria a partir de julio. “Las paritarias están abiertas y queremos que los salarios le ganen a la inflación. En el transcurso de esta semana vamos a reforzar la ayuda social. Vamos a entregar un bono para los sectores más vulnerables, que no reciben hasta ahora ninguna ayuda del Estado", anunció el mandatario durante su acto en Cañuelas por el Día de la Lealtad”.

Sus palabras van en línea con la cúpula de la CGT. De estos últimos, el sector que representa Pablo Moyano y algunos sindicatos afines a la vicepresidenta Cristina Kirchner y la izquierda sí pidieron públicamente por un bono o suma fija. En diálogo con el canal C5N, el dirigente camionero señaló que le están reclamando al presidente y al ministro de Economía Sergio Massa que implementen "un bono o una suma fija a fin de año para aquellos trabajadores que no llegan a fin de mes" y que las asignaciones familiares "sean universales para todos los trabajadores y trabajadoras registradas".

Ecos de la Plaza: la suma fija que el kirchnerismo y el moyanismo le piden a Alberto Fernández

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) detalló en su último informe cuál sería el beneficio de otorgar una suma fija como la que dio a partir de enero de 2020, de $3.000, y de $4.000 en febrero: una recuperación inmediata de 9% en términos reales en enero/febrero/marzo de 2020 respecto de diciembre de 2019.

El Cepa, que dirige Hernán Letcher, un economista muy escuchado por Cristina, propuso cuatro caminos posibles que podría trazar el Gobierno sí decide y convencer a los sindicatos de avanzar en ese sentido.

Una suma fija de $13.850 a partir de este mes, equivalente a los $4.000 de febrero de 2020: La mediana salarial sumaría aproximadamente 9,7% de incremento en términos reales respecto del mismo mes sin suma fija. El guarismo implicaría, además, una recuperación de 2,9% respecto a diciembre de 2019, de 1,4% respecto del promedio de 2019, pero aún 14,4% debajo del promedio de 2015.

$13.850 más $5.000 adicionales: el incremento real de la mediana salarial sería de 13,2% aproximadamente respecto del mismo mes sin suma fija. Adicionalmente, el salto sería 6,2% respecto a diciembre de 2019, de 4,6% respecto del promedio de 2019, pero aún 11,7% debajo del promedio de 2015.

Ecos de la Plaza: la suma fija que el kirchnerismo y el moyanismo le piden a Alberto Fernández

Cinco mil pesos menos que el equivalente de febrero de 2020: si la suma fija fuera de $8.850 en octubre (es decir, 36,1% inferior al equivalente de $4.000 de febrero de 2020), el incremento real de la mediana salarial alcanzaría 6,2% aproximadamente respecto del mismo mes sin suma fija. Adicionalmente, el guarismo implicaría valores similares a los de diciembre de 2019 (-0,3%) respecto a diciembre de 2019, de -1,8% respecto del promedio de 2019, y aún 17,2% debajo del promedio de 2015.

Finalmente, si se pretende recuperar el poder adquisitivo promedio de 2015, entonces la suma fija debería sumar $40.400. Este es el escenario menos probable, es decir, no está ni siquiera contemplado por algún espacio político con representación.