Argentina sigue avanzando hacia la normalidad que perdió en marzo de 2020. Luego de situaciones críticas y al límite por la pandemia del coronavirus, hay una luz al final de túnel. Lo reconocen especialistas y lo demuestran los últimos datos epidemiológicos.

En esa línea este miércoles 20 se liberó el uso del barbijo en la calle y en los parques en la ciudad de Buenos Aires. Se mantiene su uso en los transportes públicos y en los locales cerrados.

La liberación del barbijo para los porteños, llega un mes después de que la medida fue aprobada por el gobierno nacional. En ese momento Data Clave consultó la opinión de los especialistas. Con algunos matices, los expertos coincidieron en la necesidad de avanzar en flexibilizaciones por los resultados alentadores que viene publicando el Ministerio de Salud.

En la actualidad, Argentina lleva 20 semanas consecutivas de descenso de casos y 18 de baja de internados en terapia intensiva. Si se hace la comparación con meses más próximos, mientras que el promedio de casos diarios en el mes de agosto fue de 6.697 y en septiembre de 1.613, en lo que va de este mes se redujo a 564. Esto significa una rebaja del 76%. 

Respecto a la variante Delta, en las últimas tres semanas la proporción de casos registrados se encuentra entre el 17 y el 24% en personas sin antecedente de viaje ni relación con la importación (o casos en investigación). Esto significa que no se trata de una variante con circulación predominante.

Sin embargo, esta cepa de virus sigue siendo un temor. El espejo de Europa demuestra que, si bien no es un virus que genera fuertes síntomas en personas inoculadas con dos dosis, tiene una velocidad de contagio mayor a otras cepas y podría incidir en los no vacunados o pacientes de riesgo.

“Es una respuesta que no tiene nadie, ni siquiera los virólogos. Es cierto que Argentina mantuvo alguna restricción más cerrada en el ingreso de extranjeros que otros países. Se entiende que cuando ingresa la variante Delta se disemina rápidamente y esto por ahora no estaría sucediendo. Hay algunas teorías y suposiciones de los motivos, pero todavía nadie tiene claro sobre porqué todavía no impactó en nuestro país. Lo que se sabe de la variante Delta es que es más transmitible que las otras, pero con menos impacto en internaciones y mortalidad”, le había contado el infectólogo Daniel Stecher a Data Clave.

A pesar de ese temor, la baja de casos y el fuerte avance en el plan de vacunación -ya se empezaron a vacunar a niños de 3 a 11 años- dieron señales positivas para tomar medidas y lograr la reactivación productiva.

¿Cuál fue la medida que generó mayor polémica? El "fin" del uso del barbijo. Lo comunicó Nación un mes atrás y esta semana lo ratificó la Ciudad de Buenos Aires en su plan de seis etapas. El tapabocas ya no es obligatorio para utilizar al aire libre y eso también aplica para los alumnos que hagan actividades en el exterior de las aulas.

En ese marco, Luis Camera, médico clínico y asesor presidencial de primera línea, le manifestó a Data Clave: "Las flexibilizaciones se tenían que dar porque el descenso de casos era muy significativo e importante. Dependiente de la propia dinámica de la ola que en agosto ya se agotó y sobretodo el avance del plan de vacunación".

Luis Camera, médico clínico y asesor presidencial
Luis Camera, médico clínico y asesor presidencial

El especialista considera que a niveles generales "la población le perdió un poco el miedo" al coronavirus y, sobretodo, a "la posibilidad de tener que terminar en terapia intensiva". "También hubo un cierto hartazgo. Todo eso ha hecho que las medidas de cuidado se hayan relajado", sumó.

Por otra parte, dio su visión sobre el uso del tapabocas, algo que vienen señalando con cautela los especialistas sanitarios: "El uso del barbijo, tal vez en la formulación y cómo lo entendió la gente, fue el error. Yo soy un fuerte defensor del barbijo y lo uso todo el tiempo, pero también dije que si caminaba solo de noche y no había nadie, me lo sacaba. Para mí dejar de usarlo para los núcleos familiares de la propia burbuja o al aire libre, está bien".

Sin embargo, sumó: "El problema es que la gente se quedó con la primera parte de la frase, se tomó literal. En los aforos se ha perdido el uso del barbijo y hay apenas un 33% o 25% que en las grandes manifestaciones lo usan".

Por último, se refirió a las últimas medidas que tomó la Ciudad de Buenos Aires: "Están acordes con lo que hizo el Ministerio de Salud. Lo que no estoy de acuerdo es que en este momento, donde hay un pequeño brote por la variante Delta, se haya flexibilizado el uso del barbijo dentro de las escuelas".