Amnistía Internacional alertó por "los posicionamientos regresivos" de Argentina en la OEA
La entidad defensora de los derechos humanos expresó preocupación por las reservas que tuvo el país en expresarse en favor de "la defensa de la democracia, la protección de los defensores de los derechos humanos y la protección del medioambiente". También criticó la negativa del Gobierno de Javier Milei de negarse a respaldar la Agenda 2030 de la ONU y la aplicación del protocolo anti-piquetes.
La organización Amnistía Internacional señaló su “preocupación por el posicionamiento regresivo en consensos históricos en materia de género, medio ambiente y derechos humanos” asumido por el Estado argentino en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En un comunicado, la entidad defensora de los derechos humanos recordó que el 18 de junio pasado, en la preparación de lo que será al 54ª Sesión Ordinaria de la OEA que comenzará hoy en Asunción del Paraguay, la embajadora argentina ante el organismo, Sonia Cavallo, hizo objeciones a distintos proyectos de resolución.
Entre esos planteos, la representante del Gobierno del presidente Javier Milei exhibió reservas con declaraciones de la OEA que se pronunciaban en favor de “la necesidad de fortalecer la democracia; proteger a personas defensoras de los derechos humanos (incluyendo quienes defienden el medio ambiente) y contar con una perspectiva de género y étnica en los asuntos abordados por la Organización, incluyendo la importancia de reconocer la violencia sexual contra mujeres y niñas”.
“Es urgente que Argentina revea esta postura que derriba acuerdos básicos sostenidos durante los últimos años como lo es el rechazo absoluto a la violencia de género. Esta semana hemos asistido a una preocupante marcha atrás en la política exterior nacional, ya que estos antecedentes se suman al anuncio de la Cancillería de suspender la participación en eventos ligados a la Agenda 2030 de la ONU”, lamentó Amnistía Internacional en un comunicado.
Para la entidad, esa agenda internacional promovida por la ONU es “un consenso para fortalecer la paz y la justicia suscrita por todos sus Estados miembros en 2015”.
“Argentina ha asumido compromisos internacionales que debe sostener y que no están sujetos a la voluntad de la administración de turno”, sostuvo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina. La Agenda 2030 tiene como objetivos “el fin de la pobreza, la igualdad de género, la educación, la seguridad alimentaria, el crecimiento económico inclusivo, y el combate urgente al cambio climático y sus efectos, entre otros temas”.
Además, reúne a los países alrededor del mundo “en un acuerdo básico que incluye a la cooperación internacional, y abre la puerta para la recepción de financiamiento extranjero, tan aclamado por la actual administración”. En una carta abierta remitida a la OEA, Amnistía Internacional señaló que “el hemisferio americano sigue siendo una de las regiones más peligrosas del mundo para las personas defensoras de los derechos humanos”.
En ese sentido, se recordó que “Estados y actores no estatales utilizan diversas herramientas, tales como el hostigamiento, la estigmatización, la criminalización, la desaparición y el homicidio, para impedir que activistas de derechos humanos lleven a cabo su legítima y necesaria labor en distintos países, incluyendo Argentina.
Para Amnistía, en el país gobernado por Milei “han recrudecido las violencias contra personas defensoras del derecho al aborto”, algo que también se verificó en otras naciones de la región. Amnistía Internacional resaltó también que “el continente americano es una región del mundo altamente peligrosa para quienes ejercen el periodismo”.
Recordó al respecto que en países como Argentina, Colombia, Cuba, El Salvador, México, Paraguay, República Dominicana y Venezuela se somete a amenazas, hostigamiento, y en algunos casos incluso el homicidio y la vigilancia ilegítima a profesionales de los medios de comunicación”.
“El uso de la violencia a través de redes digitales, con el objeto de silenciar y acallar a periodistas, en especial mujeres, líderes de la oposición, artistas y medios de comunicación, también se ha verificado en Argentina”, se remarcó.
Amnistía también se mostró preocupada por la aplicación del denominado protocolo antipiquetes”, por el cual se hace “un uso excesivo de la fuerza incluidos medios letales, para reprimir a quienes se manifiestan, identificándolos con el delito”.
“En lo que va de este año, diversas personas, incluyendo periodistas que cubrían las protestas, han resultado lesionadas. Asimismo, el pasado 12 de junio, en el marco de un violento operativo policial, 33 personas fueron detenidas arbitrariamente y acusadas de varios delitos, entre ellos atentado contra el orden constitucional y la vida democrática”, puntualizó Amnistía.