La Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), encabezada por Horacio Azzolin, alertó sobre las actividades organizadas por una red de pedofilia que trata de vincularse con menores de entre 10 y 14 años mediante mensajes que son enviados a grupos o comunidades que interactúan en la aplicación Whatsapp.

Según se consigna en el sitio “Fiscales”, dependiente de la Procuración General de la Nación, dichos grupos o canales son creados bajo la fachada de un desafío: crear comunidades grandes, es decir, con muchos integrantes.

“Metan gente” o “Tenemos que llegar a 2000”, son algunos de los nombres de los grupos que fueron identificados y denunciados. Los integrantes de la red incentivan así a los chicos y adolescentes para que sumen a compañeros y amigos de su edad a estos canales, a modo de desafío.

Tras ingresar en esas comunidades virtuales, los administradores comienzan a enviar fotos y videos de contenido sexual, violento o discriminatorio. Las denuncias realizadas en los últimos días afirman que los organizadores “ofrecen dinero a cambio de que los adolescentes y niños les manden archivos similares”.

La UFECI advierte que, en caso de tomar conocimiento de una situación de estas características, “se puede reportar los hechos a las comisarías o unidades especializadas de cada jurisdicción del país”.

El Ministerio Público Fiscal recomendó que la incorporación a grupos de Whatsapp puede ser “configurada por cada usuario dentro sección ‘Privacidad’ del menú de Ajustes de la aplicación.

Las primeras denuncias

En diálogo con el diario Los Andes, un padre mendocino contó que fue su hijo de 13 años quien le confesó que lo habían agregado al grupo de esa red social y que allí habían enviado mensajes que le habían generado “muchísima impresión”.

“Eran imágenes de pedofilia explícita y otros de una violencia extrema que nunca había visto. Enseguida me puse en contacto con Juan Roccuzzo (de la ONG Cyberdelitos). Luego hice la denuncia en el Ministerio Público Fiscal”, contó.

“Con el nombre del grupo van generando arenga y así van sumando chicos y chicas sin límites. Todos quieren meter a sus amigos. Una vez que se detecta el delito, está bien salirse del grupo, pero lo importante es realizar la denuncia porque, si no, es salvarse uno y no se resguarda al resto de los menores de edad. Son muchos y esto es una bomba explosiva”, alertó Juan G., quien desde entonces no ha parado de enviar por todos sus grupos de WhatsApp el estado de alerta advirtiendo a los adultos responsables sobre el nuevo modus operandi del grupo pedófilo.

A partir de ese caso, se sumaron alrededor de 20 denuncias en Mendoza y otras tantas en el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires y en Córdoba.