Acuerdo con el FMI: la CTA se diferenció de la CGT y pidió que las consecuencias no recaigan en los trabajadores
La Central también pidió abordar un programa político, económico y social que “resguarde los intereses populares”. El secretario Hugo Yasky dijo que el préstamo fue un “economicidio".
La CTA de los Trabajadores, lidera por Hugo Yasky, fijó posición ante el anuncio del preacuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y advirtió que las consecuencias de “esta grave situación no puede ni debe recaer sobre las espaldas del pueblo trabajador”.
De este modo se diferenció de la Confederación General del Trabajo (CGT), conducida por Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, que mostró su apoyo al acuerdo y a las negociaciones llevadas adelante por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Tras una reunión con los integrantes de la mesa nacional y mediante un comunicado, la Central concluyó que el acuerdo evitó que el país “cayera en el default y, por consiguiente, quedara a expensas de una corrida cambiaria y toda clase de presiones económicas y financieras de los sectores dominantes”.
En este sentido, la organización aseveró que las consecuencias de “esta grave situación – heredada de la deuda monstruosa contraída por Mauricio Macri y su gobierno- no puede ni debe recaer sobre las espaldas del pueblo trabajador”.
La CGT pidió abordar la problemática con un programa “político, económico, y social” que “resguarde los intereses populares y construya las condiciones para que los costos los paguen quienes se beneficiaron con la deuda y fugaron esos capitales en provecho propio”.
Por su parte, el diputado nacional por el Frente de Todos y secretario general, Hugo Yasky, se refirió al acuerdo entre el Gobierno y el FMI: "No hay nada para festejar de este acuerdo con el FMI".
"Ganamos tiempo y evitamos el default", dijo en declaraciones a El Destape Radio, aunque aclaró que votará a favor y apoyará el acuerdo cuando se trate en el Congreso de la Nación.
Sostuvo, asimismo, que el préstamo otorgado por el organismo internacional fue un “economicidio" y que se deben modificar las leyes “para que los responsables de este endeudamiento paguen las consecuencias".