El miércoles 14 de agosto Cristina Fernández de Kirchner testificó en calidad de víctima en el juicio que se lleva adelante por el intento de magnicidio que sufrió la noche del 1 de septiembre de 2022. La sala AMIA de los Tribunales de Comodoro Py estaba más poblada que nunca: todos querían ver como por primera vez Cristina y sus victimarios compartían un mismo espacio. La vicepresidenta entró altiva, como siempre, se sentó sin mirar en derredor, y respondió, fluctuando entre el enojo y el aplomo, cada una de las preguntas que le hicieron. Los tres acusados por el frustrado asesinato parecían -en comparación con la actitud y estampa en audiencias anteriores- emprolijados y cohibidos. 

Fernando Sabag Montiel se había recortado la barba y peinado con un poco más de esmero las crenchas engrasadas y esa campera bordó rebordeada en mugre que llevó todos los días previos, brillaba por su ausencia. Nicolás Carrizo parecía acobardado, como siempre, pensando en otra cosa, con ceño fruncido y por momentos al borde del llanto. El cambio más rotundo fue el de Brenda Uliarte, quien parecía haber dejado atrás -por evidente- la estrategia del miércoles anterior: pasar por desequilibrada, un recurso que su inexperto abogado seguramente le sugirió. Lejos de las risas, el cantar a gritos mientras un chicle revoloteaba por su boca, y del intento de interrumpir las declaraciones de los testigos como había hecho previamente; frente a Cristina permaneció inmóvil y muda durante la hora y media que tuvo frente a sí a la persona que quiso asesinar, y no pudo. 

Hace unas semanas, cuando fue el turno de declarar de Sabag Montiel, éste insistió en que "se cortó solo", que nadie lo contrató ni le pidió que matase a la entonces vicepresidenta, que ni siquiera sus amigos -Uliarte y Carrizo- estaban al tanto de su plan. La idea del lobo suelto es conveniente para demasiados, y a él no le modifica mucho su presente: igual permanecerá preso varios años y quizá, como dijo su amiga Joana Colman en un chat que se incorporó a la causa, cuando salga "estará forrado en guita". ¿Pero cómo podría salir "forrado en guita" si es un lumpen que no tiene nada?

Más allá de lo dicho por Sabag, y que parece compartir la instrucción de la causa, un largo camino de huellas visibles, como las migas de pan del cuento infantil, unen a "Los Copitos" de manera directa en algunos casos, de modo indirecto en otros,  con  agrupaciones políticas de derecha, influencers de redes de la misma tendencia ideológica, e incluso con políticos, funcionarios y empresarios.

En su declaración, Cristina Fernández de Kirchner mencionó algo que fue público antes y después del atentado: durante meses, y surgidos de la nada, varios personajes organizados montaron campañas violentas contra el gobierno, contra instituciones y referentes y en particular contra ella. Mencionó a "Revolución Federal", nombró a Gerardo Milman y sus dichos en el Bar Casablanca, mentó a Hernán Carrol y su nexo no solo con el diputado, con Patricia Bullrich y Javier Milei, sino con Sabag Montiel, una especie de nexo casual entre personajes tan disímiles. 

"Las señoras de la combi": Quiénes son las mujeres que mencionó CFK y que hacían sonar marchas militares en su casa

Pero algo de su declaración llamó la atención de muchos. La ex presidenta dijo: "A mi casa en Juncal y Uruguay, periódicamente, cada semana o (cada) quince días, venia unan Traffic, una combi de la cual bajaban señoras y señores un poco más grandes, ponían marchas militares e insultaban durante un buen rato y después se iban". 

¿Quiénes eran esas mujeres "grandes" que estacionaban una combi en la esquina, hacían sonar marchas militares audibles para todo el barrio, insultaban y se iban para volver días después? Nadie las nombra nunca, sin embargo tuvieron un rol preponderante durante los meses previos al atentado. Son las mujeres de "Equipo Republicano", o como las nombró jocosamente Jonathan Morel, líder de "Revolución Federal" en una entrevista en el Canal TN, "Las Mabeles". 

Las mujeres de Equipo Republicano

Aura Marina Ríos Flores es una psicóloga peruana que, más allá de su primaveral nombre, parece transida por el odio; un odio que encontró espacio donde manifestarse el 8 de noviembre de 2012. Un mes antes de esa fecha y por redes sociales, con organización, logística y financiamiento, un grupo de personajes que luego tuvieron roles políticos preponderantes, como Luciano Bugallo o Yamil Santoro, planearon y convocaron al primer cacerolazo masivo contra el segundo gobierno de CFK. Bullrich fue, claro está, una de las figuras convocantes. 

"Las señoras de la combi": Quiénes son las mujeres que mencionó CFK y que hacían sonar marchas militares en su casa

Aura Marina, los días previos, conoció por Facebook a otras mujeres igualmente indignadas como ella: docentes, peluqueras, artesanas en porcelana fría, varias amas de casa jubiladas y algunas con una pensión por discapacidad otorgada por el mismo gobierno del que se manifestaba en contra. Pronto formaron un grupo, y desde ese primer cacerolazo que las aunó, no se separaron. Las lidera la voz de Aura, pero todas tienen roles destacados desde entonces: Luz Lasala, Mónica Di Genni, Liliana Giummarra, Mónica Zabala, Sandra Piccini, Silvia Fassanella, Cristina Luján Romero son algunas de ellas. 

En enero de 2015 empezaron a ser mediáticamente visibles: el suicidio del fiscal Alberto Nisman les dio un motivo para organizar sus propias marchas. Son las mujeres que desde entonces, cada 18 de cada mes se encuentran en la puerta del edificio de Puerto Madero donde vivió el hombre de la justicia por quien reclaman justicia. Ellas sostienen que fue un asesinato, y que detrás de él está Cristina. De buenas a primeras, unas pocas mujeres que en su momento fueron satirizadas por una de ellas, "La Señora Bisman", y sin que ninguna tuviera recursos económicos, pasaron a tener equipos de sonido, de luces, pancartas ploteadas, remeras distintivas, y una traffic para trasladarse con sus equipos no solo por la ciudad, sino por el país. 

"Las señoras de la combi": Quiénes son las mujeres que mencionó CFK y que hacían sonar marchas militares en su casa

No hay semana que no estén en la puerta de Tribunales: cuando no fue por la jubilación de Fayt es, como estos días, contra el nombramiento de Lijo en la Corte. Durante la pandemia, participaron de todas las marchas y concentraciones contra la cuarentena. Ya son parte del paisaje de la vereda de Comodoro Py: si no es por la causa de Vialidad, donde se manifestaron días y días reclamando prisión perpetua para Cristina Fernández; es por su airada defensa al policía Chocobar. 

Sabrina Basile
Sabrina Basile

Precisamente en esa época se sumaron dos mujeres más al grupo: Sabrina Basile, la hija del director técnico de fútbol Alfio Coco” Basile; y Ximena de Tezanos Pinto, más conocida en los medios como "la vecina de Cristina". A Ximena la invitó Cristina Luján Romero, su peluquera, y ella misma cuenta cómo se integró a "Equipo Republicano", el 8 de diciembre de 2023 y en un acto de reivindicación de Chocobar, con él presente:  

X de Luz Lasala

En el video, con Mónica Di Genni y Liliana Giunmmarra en primer plano, al lado del policía, Tezanos Pinto dice: “Moni (por Di Genni) me dijo una vez, vamos de Chocobar (sic) y ahí empecé a ir a Comodoro Py y me encontré con todas las chicas de Equipo Republicano...

Mónica Di Genni
Mónica Di Genni

Queda claro, entonces, que Ximena de Tezanos Pinto, que vive desde hace más de veinte años en el sexto piso del edificio de Juncal y Uruguay, integró Equipo Republicano desde mediados de 2021, en la misma época en que empezó a colgar las banderas desde su balcón y que una combi blanca empezó a pararse en la esquina para difundir marchas militares. 

Tezanos Pinto en su casa
Tezanos Pinto en su casa

En esos mismos días Jonathan Morel abrió su carpintería en Boulogne con tan buena suerte que enseguida consiguió un contrato con Caputo Hermanos para ambientar sesenta unidades de alquiler en Neuquén; al mismo tiempo que fundaba Revolución Federal y empezaban las acciones violentas con antorchas y guillotinas. En esos actos participaron activamente las mujeres de Equipo Republicano, a las que Morel bautizó como "Las Mabeles" y está demostrado que Brenda Uliarte fue parte de por lo menos uno de esos actos, el de la noche en que arrojaron teas ardientes contra la Casa Rosada. 

Las Mabeles, para entonces, recorrían el país con su combi blanca: un escrache al gobernador Insfrán en Formosa, otro en Tucumán, otro en Santiago del Estero. Siguieron por San Luis, La Pampa, y en la provincia de Buenos Aires recalaron en Olavarría y Mar del Plata. El despliegue de dinero y recursos era enorme para ser solventado con el bolsillo de un grupo de jubiladas, ninguna de ellas podría pagar más de una noche de hotel, por lo que es un enigma de dónde conseguían los fondos. 

En paralelo, participaron de toda la campaña política de Patricia Bullrich, incluso acompañándola en otras localidades. Fueron parte de eventos de Bullrich pero también de Waldo Wolff, Gabriela Neme y Máximo Ferraro. Cristina Romero y Sabrina Basile participaron también de todos los actos de Javier Milei, incluso antes de que fuera candidato. Basile pasó un mes detenida junto a Sosa, Morel y Guerra de Revolución Federal luego del intento de crimen. 

"Las señoras de la combi": Quiénes son las mujeres que mencionó CFK y que hacían sonar marchas militares en su casa

La vecina de Cristina merece una nota aparte. Pero por el momento solo nos detendremos a pensar en la connivencia entre Tezanos Pinto, Equipo Republicano, Revolución Federal y otros grupos de extrema derecha que también participaron de los actos violentos ejercidos durante 2021 y 2022 y que prepararon el terreno propicio para que el intento de magnicidio fuera la crónica de una muerte anunciada. 

Luz Lasala
Luz Lasala

La última semana de agosto de 2022, todos convergieron en la esquina de Juncal y Uruguay. Y la vecina tenía vista panorámica como para ver dónde estaba cada uno. Las Mabeles, que durante meses fueron con su combi blanca a gritar insultos, a pegar carteles, y a hacer sonar marchas militares, la noche del 1 de septiembre estaban prendidas al televisor y vieron en vivo y directo como Sabag puso un arma a treinta centímetros de la cabeza de la vicepresidenta.