La historia contada de modo lineal, no parece presentar complejidades para su comprensión: un ministro ausente durante una crisis relacionada con su área de incumbencia, es desplazado por el responsable del Ejecutivo. Hasta acá, todo suena lógico y entendible. Pero las tramas nunca son tan lineales y mucho menos si de política se trata. 

Por eso, la “eyección” de Eugenio Burzaco del ministerio de Seguridad ocurrida esta semana tras cinco meses de gestión, dejó en evidencia una operación que tuvo como objetivo principal compensar el desequilibrio político interno generado en el PRO tras la derrota de Diego Santilli en la primaria por la gobernación bonaerense a manos de Néstor Grindetti y despejar el camino del candidato oficialista que se perfila como próximo Jefe de Gobierno porteño Jorge Macri en un ámbito de máxima sensibilidad para la sociedad.

El comienzo

El 27 de marzo de este año Burzaco asumió como ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires en reemplazo de Marcelo D’Alessandro, quien se había pedido una licencia forzada a principios de año tras la filtración de supuestos chats suyos que lo mostraban participando de actividades poco compatibles con su función con empresarios y funcionarios judiciales. D’Alessandro renunció a mediados de marzo, para poder “defenderse” y, a su vez, convertirse en querellante en la causa que investiga el origen del hackeo de su teléfono celular.

Burzaco venía trabajando con Horacio Rodríguez Larreta como referente en materia de seguridad del, por entonces, precandidato presidencial de Juntos por el Cambio. De larga historia en el PRO, había sido el primer jefe de la Policía Metropolitana, entre 2009 y 2011, durante la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad y se había desempeñado como secretario de Seguridad de la Nación, cuando Patricia Bullrich comandaba el área.

A pesar de sus múltiples participaciones en gobiernos "amarillos", Burzaco era considerado un funcionario de perfil técnico, sin “rosca” política, ni “orga” que lo promueva o apuntale. “Siempre supimos que nos faltaba rosca, pero es una decisión consciente porque si bien te da espaldas, también la rosca te quita independencia para laburar en este palo y te condiciona”, le dijo a Data Clave un colaborador del exministro, horas después de su desplazamiento.

Ni bien llegó a su cargo, Burzaco se encontró con una fuerza absolutamente incapacitada para llevar adelante tareas mínimas de prevención del delito y con severas deficiencias en materia de investigación criminal. Además, varias de las áreas estaban “intervenidas” políticamente “para garantizar el manejo de ciertas cajas que no se pueden tocar”, confió un funcionario con despacho en el edificio de Barracas.

Rápidamente entendió que su tarea coyuntural era ordenar el funcionamiento de la cartera para que quien lo sucediera en diciembre no encontrara el mismo escenario que se encontró al desembarcar en el ministerio; pero prioritariamente debía continuar en la preparación del plan de seguridad para el precandidato presidencial Rodríguez Larreta que, en ese momento, se perfilaba como un ganador indiscutible de la interna.

Pero las cosas no salieron según la planeado. El jefe de gobierno porteño perdió la PASO frente a Bullrich y el proyecto nacional quedó trunco. Llegó el momento de reacomodar las fichas y fue entonces cuando sobrevino el acercamiento con el candidato a retener el sillón de Uspallata, Jorge Macri. La idea de Burzaco y su equipo fue proponerle una continuidad de lo actuado en estos cinco meses, con un plan adaptado a las necesidades de la ciudad de Buenos Aires. En eso estaban, tal vez sin imaginar que había sectores que -desde las sombras- tenían otras intenciones.

Viaje oficial, distracción inoportuna y video

A mediados de julio, comenzó a gestarse una visita oficial de Burzaco a una serie de organismos estadounidenses para intercambiar información, compartir experiencias y coordinar tareas de capacitación y colaboración en inteligencia criminal y lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. 

Con agenda armada por la Embajada de los Estados Unidos, el viaje comenzó a principios de esta semana e incluyó reuniones con autoridades del FBI, Homeland Security, el Departamento de Seguridad Diplomática y visita al Centro de Comando Conjunto de la Policía de Nueva York que opera 26 mil cámaras en el sistema de videovigilancia mas grande del mundo después de Londres. El cierre de la gira oficial estaba prevista para el viernes en Washington e incluía un encuentro con el Secretario General de la OEA Luis Almagro.

Pero el lunes ocurrió un hecho que cambió no solo la agenda de Burzaco, sino también su carrera política. Sus sobrinos Francisco y Juan Manuel Cerúndolo -dos destacados tenistas argentinos- invitaron a la familia que se encontraba en Nueva York a presenciar los partidos que ambos disputaban en el marco del US Open, el último Grand Slam de la temporada 2023. 

Aprovechando un hueco en su agenda y sin alterarla, Burzaco aceptó la invitación y asistió a ver sus familiares tenistas. Pero mientras trascurría el match entre Juan Manuel y el español Alejandro Davidovich Fokina, “alguien” sospechosamente registró con su teléfono celular la escena donde se puede apreciar con nitidez al ministro de Seguridad porteño mirando el partido.

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Tweet de Ezequiel Spillman

Curiosamente, el material no se viralizó, como es habitual en estos casos, a partir del posteo de cualquier ciudadano indignado por la situación. El video apareció por primera vez en la cuenta de la red social twitter perteneciente a un periodista del diario Perfil, quien, lo publicó el mismo lunes, con el siguiente texto: US OPEN ARGENTO: “Vamos Juanma”, vocifera un argentino al tenista Juan Manuel Cerúndolo. Se lo nota distendido. Contento. Pará pará pará: es un ministro porteño de envergadura con un área clave a cargo o es un hombre muy similar fan del tenis??? Ampliaremos con lentes de contacto”.

A partir de ese tuit, la información comenzó a circular en los corrillos periodísticos y políticos como reguero de pólvora. Las nubes negras de la tormenta perfecta comenzaban a cernirse sobre el horizonte de Burzaco.

En su entorno subyace una duda respecto del origen de ese video y la sospecha de que pudo ser parte de la operación para desplazarlo. “Es sugestivo que este tipo de materiales aparezcan de este modo y que el canal de difusión sean algunos periodistas que vienen operando en contra de Eugenio desde el inicio de su gestión, con información sugestivamente surgida desde adentro mismo de Uspallata”, confió una fuente de máxima confianza del exfuncionario.

Otro asesinato en la ciudad más segura del país

Mariano Barbieri tenía 42 años. En la noche del miércoles pasado fue atacado de un puntazo en el pecho cuando se encontraba caminando por el parque ubicado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de Buenos Aires. En la reconstrucción de los hechos se estableció que desde que la víctima entró al parque hasta que salió “no pasaron más de cinco minutos”. Después de ser apuñalado, Barbieri volvió sobre sus pasos e hizo al menos 300 metros hasta llegar a la heladería donde pidió ayuda.

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Tweet de POLICIALESONLINE

En la mañana del jueves, un cronista de C5N que recorría el lugar halló un cuchillo tramontina con restos hemáticos, un short de color gris, una mochila, un tapabocas y una frazada. La investigación del caso está en manos del doctor Marcelo Munilla Lacasa, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°36, que trabaja para dar con el paradero del atacante. 

Fuentes judiciales precisaron a Data Clave que hay un sospechoso en la mira señalado por un testigo del ataque ocurrido en la Plaza Sicilia, que llamó al 911 para denunciar lo sucedido. Al prestar declaración, esa persona afirmó que observó una pelea entre dos hombres con empujones y gritos y apuntó como el agresor a un sujeto de unos 30 años que vestía un buzo rojo y un pantalón de jean.

A partir de este testimonio, los detectives de la División Homicidios y los especialistas de Análisis de Imágenes y Video Judicial de la Policía de la Ciudad analizaron los registros de las cámaras públicas y privadas de las inmediaciones al parque y visualizaron a un sospechoso con atuendo similar al descripto a quien se lo ve arribar al lugar del hecho y salir del mismo.

“Las características de este sospechoso coinciden con lo declarado ante el personal de Homicidios por el testigo que llamó al 911 en un primer momento denunciando un robo en Berro y Casares”, comunicaron los pesquisas de la investigación. Cuatro días después de ocurrido este hecho conmocionante en uno de los barrios más caros de la ciudad, todavía no se detuvo a nadie, ni existe una pista firme sobre la identidad del homicida.

La combinación de este crimen con la ausencia del ministro del área, sumado al video difundido 48 horas antes donde se lo ve mirando el partido de tenis en el US Open, aceleraron los tiempos. Y Burzaco terminó adelantando su regreso -previsto para este sábado- veinticuatro horas. Acá lo estaban esperando para invitarlo amablemente a dejar el cargo.

Regreso sin gloria, despedida y cambios

A las 7:05 del viernes arribó el avión proveniente de los Estados Unidos que traía de vuelta al titular de la cartera de Seguridad. Dos horas después, Burzaco se dirigió hacia la sede del Centro Cultural Recoleta, donde lo esperaban el Jefe de Gobierno y su jefe de Gabinete Felipe Miguel. El clima del encuentro fue tenso. Hubo gritos, reproches, recriminaciones de ambos lados. Tras una hora y media de cónclave, Rodríguez Larreta comunicó la salida de su ministro a través de twitter.

Puedo comprender los motivos personales de algunas de sus actividades durante el viaje, pero el contexto actual requiere el 100% de nuestro trabajo y foco puesto a disposición de la responsabilidad que nuestra función pública demanda. Fue Eugenio el que tomó la decisión de anticipar su regreso a Buenos Aires, dijo el Jefe de Gobierno.

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Tweet de Horacio Rodríguez Larreta

No son pocos los dirigentes del PRO y funcionarios del mismo gobierno porteño que ven detrás de esta movida una operación motorizada por sectores internos de Uspallata. “No seria la primera vez que operan un ministro de esta cartera, si no preguntale al anterior, parece más un modus operandi, que un hecho aislado”, le dijo a este portal un legislador porteño del oficialismo.

La hipótesis que manejan los colaboradores del funcionario desplazado está relacionada con una secuencia: “después de las PASO, el Colo esperó el recuento definitivo para anunciar que apoyaba la candidatura de Grindetti; el lunes se bajó Diego y justo arrancó la opereta contra Eugenio; el viernes tras la renuncia, le garpan a Santilli para no dejarlo en bolas devolviéndole el manejo de la cartera, con el nombramiento de Gustavo Coria, todo bajo la atenta supervisión de Felipe, que siempre lo tuvo montado en un huevo a Burzaco”, sostuvo otra de las fuentes consultadas.

“Lo echaron por mirar un partido de tenis, entonces la próxima vez que un ministro vaya a la cancha ¿lo van a rajar? Es impresentable lo que hicieron”, completó el informante. Si bien es cierto que el viernes se anunció la llegada de Coria, todavía no se firmaron los decretos con los nombramientos. Tras una semana de alta tensión, la cartera de Seguridad permanece sin autoridades formales, al menos hasta el lunes.