Innovar o desaparecer: claves para alcanzar mejores resultados organizacionales
Repensar nuevas formas de innovar deja de ser un proyecto puntual de algún ejecutivo soñador, para ser una necesidad imperiosa en las organizaciones.
El libro “Design for Growth” de Jeremy Alexis, del Illinois Institute of Technology, proporciona un ejemplo muy claro sobre dos tipos diferentes de problemas a los que nos podemos enfrentar en una organización: Según el autor, existen los problemas “rompecabeza”, que son cerrados, que dan desde el comienzo toda la información necesaria para resolverlos, y donde las consignas y las preguntas vienen por default. Las mismas son sumamente claras, y los datos para resolverlo son evidentes. En este tipo de problemas el desafío reside en poner cada pieza en su lugar, en el menor tiempo posible, y varía a partir de la cantidad de piezas que tenga (dentro de una organización son los indicadores claves de gestión, stakeholders, etc.) y la dificultad que pueda darnos la paleta de colores. Como dice Cynthia Rubinstein en su libro Design Thinking en Acción: “estos rompecabezas en realidad no rompen nada”.
Por otro lado, el autor menciona a los problemas “misterio”, los cuales se caracterizan porque nada es claro y el desafío rige en experimentar, probar, y avanzar entre los caminos que se van co – construyendo, y explorando a lo largo del tiempo que se le dedica a intentar solucionarlos.
Un posible ejemplo de problema “misterio” es la transformación cultural en las organizaciones. Tema que tiene ocupado a directivos de pequeñas, medianas y grandes organizaciones. La volatilidad e incertidumbre de los contextos, las modificaciones en los hábitos de consumo, y los mercados cambiantes hace que la revisión constante de la cultura sea una vertical más del negocio. De esta forma, repensar nuevas formas de innovar en todos los ámbitos organizaciones deja de ser un proyecto puntual de algún ejecutivo soñador, para ser una necesidad imperiosa en las organizaciones.
Ante este contexto debemos buscar diferentes alternativas que nos ayuden a encarar esta problemática, y entre las principales metodologías encontramos al llamado Design Thinking. Este puede caracterizarse como aliado para aportar valor y brindar un espacio de protagonismo a quienes quieren ser parte de la innovación en estos menesteres de cambios culturales en diversas organizaciones.
El Design Thinking es un enfoque metodológico que utiliza la empatía, la co-creación y la colaboración con el objetivo de alcanzar una respuesta innovadora y tangible para un problema determinado. Es un proceso extenso pero que bien facilitado asegura respuestas efectivas, innovadoras y con un alto compromiso por parte de los implicados, ya que de alguna manera fueron participes del producto final.
El modelo, contempla 5 etapas bien definidas que permiten dar un marco diferente para encarar todo tipo de problemas organizacionales:
Empatía: Acciones orientadas a la búsqueda de inspiración. Foco puesto en los integrantes del equipo y comprender sus necesidades.
Definición del problema: Etapa donde se deben converger todas las ideas generadas previamente para lograr enmarcar un problema con un enfoque directo.
Ideación: La parte más creativa. Debemos dejar volar nuestra imaginación y generar el mayor volumen y diversidad de ideas posible para asegurarnos una importante masa crítica.
Prototipado: Momento definido para imaginar las posibles soluciones (ya sea en forma de maqueta, dibujos, etc.) y pasar de lo abstracto a lo físico, lo tangible.
Testeo: Es el momento de la verdad. Espacio para poner a prueba los hallazgos alcanzados. Es fundamental recoger la mayor cantidad de feedback en base a las iteraciones.
No existe una única o mejor forma de solucionar los problemas. De hecho, desde mi rol de consultor desestimo la posibilidad de utilizar los famosos “enlatados” que intentan implementar técnicas o acciones exitosas de alguna organización en todas las subsiguientes. Cada organización es un mundo en sí misma y debe ser tratada como tal, pero a la hora de encarar las diversas problemáticas, contar con un framework (esquema o marco de trabajo) exitoso puede facilitar la tarea tanto del facilitador como de la organización para que no se “pierda” ninguna pieza del rompecabeza o pista para resolver el misterio.