El Gobierno lanzó un nuevo régimen legal que permite a individuos y a empresas declarar y regularizar bienes previamente no declarados, con el objetivo de mejorar la transparencia fiscal y fomentar la inversión. Este proceso de blanqueo de capitales ofrece incentivos clave, como la exención de multas y la reducción de impuestos, convirtiéndose en una herramienta vital para quienes buscan normalizar su situación impositiva. Además, los fondos blanqueados podrán invertirse en el mercado financiero, lo que resulta una oportunidad para generar rendimientos.

Los interesados deberán presentar una manifestación de adhesión, un paso previo a la declaración jurada. Este trámite debe realizarse correctamente para evitar problemas legales futuros, ya que existen diferentes tipos de manifestaciones según los bienes o fondos a declarar.

Este blanqueo es una oportunidad para que los millones de dólares del sector privado vuelvan al sistema financiero, generando un círculo virtuoso que fomente el crecimiento económico. No solo permite regularizar esos activos, sino que también impulsa la transparencia y abre nuevas oportunidades de inversión. Es un paso importante hacia la estabilidad y el fortalecimiento del sistema financiero argentino

El proceso está dividido en varias fases, con incentivos fiscales que varían según la etapa. Durante la fase uno, que es la actual, los contribuyentes pueden exteriorizar activos con una alícuota del 5% para montos superiores a US$100,000, lo que representa una oportunidad significativa para exteriorizar dinero en efectivo y bienes inmuebles. En esta etapa, es importante entender la diferencia entre la exteriorización de bienes y efectivo, ya que las alícuotas fiscales pueden diferir.

-       Fase 1: hasta el 30 de septiembre de 2024, se abona una alícuota del 5% sobre el excedente de US$ 100 mil.

-       Fase 2: hasta el 31 de diciembre de 2024, la alícuota es del 10%.

-       Fase 3: hasta el 31 de marzo de 2025, la alícuota asciende al 15%.

Para ingresar al régimen de blanqueo de capitales, es necesario abrir una Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) en una entidad bancaria y una Cuenta de Custodia de Regularización de Activos (CCERA) en una sociedad de bolsa o bróker. Ambas cuentas son indispensables para llevar a cabo las operaciones conforme a lo estipulado por la Ley 27743, que regula este proceso.

Si el dinero está fuera del país, primero se debe depositar en una cuenta del exterior (se puede declarar una cuenta ya existente) y luego transferirlo a las cuentas especiales mencionadas del país.

Hay casi 300.000 millones de dólares en fondos en el exterior en cuentas bancarias, cajas de seguridad y billetes que se encuentran fuera del sistema. Esa cifra es 10 veces mayor a las reservas internacionales del BCRA, que finalizaron en la semana del 13 de septiembre en USD 27.419 millones. Es casi medio PBI de la Argentina y es más de 15 veces los depósitos en cajas de ahorro a la vista.

Opciones de inversión 

Al considerar opciones para invertir la plata que se planea regularizar, es importante tener en cuenta el perfil de riesgo, objetivos financieros y el horizonte temporal de la inversión.  

        Fondos comunes de inversión (FCI): Ofrecen liquidez, es decir que la persona pueda rescatar la plata invertida y el interés sin esperar un plazo de vencimiento de su inversión. 

        Fondos de renta fija: Ofrecen estabilidad y rendimientos moderados, ideales si se prefiere un riesgo bajo.

        Fondos de renta mixta: Combinan renta fija y variable, equilibrando riesgo y rendimiento.

        Fondos de Renta Variable: Invierten principalmente en acciones y tienen mayor potencial de crecimiento, pero con mayor volatilidad.

Acciones

Acciones de empresas líderes: Empresas sólidas en sectores clave como energía, tecnología o finanzas, tales como YPF, Grupo Financiero Galicia o Pampa Energía podrían ser buenas opciones.

Bonos soberanos o corporativos:

 Bonos del Gobierno argentino: Aunque tienen más riesgo, ofrecen altos rendimientos. Evaluar bonos a corto y largo plazo.

 Bonos corporativos: Emitidos por empresas, son una alternativa interesante para quienes buscan ingresos fijos con rendimientos superiores a los bonos soberanos.

¿En qué NO se puede invertir?

- CEDEARs 

- Instrumentos en el exterior 

- Criptomonedas 

Invertir es una puerta a nuevas oportunidades. Al poner la plata a trabajar, se generan rendimientos que permiten estar un paso adelante de la inflación, al tiempo que se contribuye a los proyectos que impulsan el desarrollo económico. Invertir es planificar para el futuro, diversificar los riesgos y, sobre todo, a tomar control del bienestar financiero.

Conclusión

Es el momento ideal para recuperar esos activos que durante años estuvieron fuera del circuito formal y transformarlos en oportunidades de crecimiento. Este proceso no solo es clave para quienes regularicen su situación, sino también para todo el país, que necesita un sistema financiero robusto, transparente y al servicio del desarrollo económico.