Como abogado y como padre siento una gran frustración al ver que la Justicia no puede resolver estos casos. Entre la mala investigación policial y la pésima dirección judicial, que impiden esclarecer los hechos, la sociedad tendrá que salir a marchar para exigir mejores jueces, fiscales y policía judicial.

Los medios de comunicación contribuyeron en la búsqueda de la verdad y la difusión del caso. Pero cuando se percibe la mano de la política o la justicia se politiza, como decía Jiménez de Asúa: “Cuando la política entra por la puerta, la justicia se va por la ventana”.

Se apagaron los flashes y las cámaras, se encendieron las luces de alerta de la impunidad. Expectante espero conocer con qué forzados argumentos se sostendrá la competencia Federal.

El caso Loan ya tiene una respuesta y se sintetiza en una palabra: fracaso. Desde mi perspectiva no existe ninguna organización, ninguna persona con la capacidad logística de mantener a Loan secuestrado o privado de su libertad. Saquen sus conclusiones.

Como hombre de familia y argentino, espero que esta causa sea bisagra para cambiar y mejorar al servicio de justicia de nuestra nación. El fracaso no puede quedar impune. Loan seguimos buscándote.