UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría, preocupados por suspensión de clases presenciales: "La escuela es un lugar seguro"
Instaron al gobierno a que la restricción dure lo menos posible y que se aplique de manera sectorizada. "Trabajar con niños y niñas no es un factor de riesgo", aclararon.
Ante la decisión del presidente Alberto Fernández de suspender las clases presenciales en el AMBA hasta el 30 de abril, la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF respondieron que “la escuela es un lugar seguro” e instaron a las autoridades a que la restricción dure “el menor tiempo y lo más sectorizado posible”.
“La ESCUELA es un lugar seguro y trabajar con niños y niñas, NO es un factor de riesgo: la responsabilidad de que continúe así recae en los adultos responsables del cumplimiento de los protocolos elaborados y en la construcción y aplicación de las medidas sociales necesarias para sostener la presencialidad, tanto en la escuela como en las familias. Es por ello que la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF instan a las autoridades a que esta decisión de la NO presencialidad escolar por las razones epidemiológicas de público conocimiento, sea durante el menor tiempo y lo más sectorizado posible”, señalaron UNICEF y SAP en un comunicado.
Principalmente, el organismo de las Naciones Unidas y los pediatras manifestaron su preocupación por el impacto en niñas, niños y adolescentes que puede traer esta medida. Tras haber estado casi todo el año pasado sin clases presenciales, realizaron un período de adaptación y ahora nuevamente permanecerán aislados del ámbito escolar.
Detallaron que la escuela habilita un espacio y constituye un tiempo que crea libertad e igualdad. “Su interrupción tiene consecuencias graves a corto y largo plazo para las economías y sociedades. Cuanto más tiempo las infancias y adolescencias, especialmente aquellas en condiciones de vulnerabilidad, dejen de asistir a las escuelas, menos probable es que regresen”, indicaron.
Adicionalmente a ser “indispensable para su desarrollo y bienestar, para la adquisición de conocimientos y el fortalecimiento de aspectos psíquicos y sociales”, la ausencia genera “graves consecuencias para su salud, tanto emocionales como físicas”.
“La ESCUELA además constituye un sitio seguro mientras sus padres, madres y cuidadores/as trabajan, contribuyendo así́ a la actividad económica de la sociedad. Es una herramienta de equidad social indispensable, particularmente en los grupos sociales más vulnerables", dijeron.
Y agregaron : “Existe consenso internacional que aún en estados de pandemia, crisis o catástrofes, el marco legal está dado por los derechos humanos. La educación es un derecho humano fundamental, que tiene como finalidad garantizar una educación de calidad para todos los niños, niñas y adolescentes del país. La plena vigencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes es un compromiso de toda la sociedad y debe estar permanentemente presente en la agenda de las decisiones políticas y sociales”.
También preocupa que toda la incertidumbre y demás cuestiones vinculadas a la pandemia crea “el ambiente propicio para aumentar el estrés y las situaciones de violencia”.
Por todos estos motivos, entre otros, “la educación no puede verse relegada ni los derechos de los niños y las niñas anulados”.
“Hemos trabajado en forma ininterrumpida en los últimos meses, con todas las autoridades sanitarias y educativas, en la generación de ambientes seguros en la escuela, hacia una presencialidad cuidada y controlada, a través de la implementación de protocolos específicos”, sostuvieron.