Este domingo se conoció una noticia que mantiene en vilo a los vecinos de la ciudad de Bahía Blanca. Sucede que el autor del crimen más terrible en la historia del partido fue puesto en libertad tras cumplir su condena. Se trata de Pablo Cuchán, quien fue encontrado culpable de asesinar, descuartizar y quemar a Luciana Moretti en 2004. La víctima tenía solo 15 años.

En su momento, el asesino contó que había prendido fuego el cuerpo de Moretti en la parrilla de su casa porque “no supo qué hacer” al notar que estaba sin vida luego de una sobredosis de cocaína. Según relató frente a un tribunal en 2007, Cuchán, en ese momento guardó el cuerpo en el quincho de la casa donde vivía con sus padres y luego se fue a trabajar. Al regreso de su jornada laboral, lo “regó” con un solvente, situó encima diez bolsas de leña y lo encendió, aprovechando que sus familiares estaban en Monte Hermoso. Ese mismo año fue condenado a 18 años de prisión.

Pero su derrotero no se agota en el horror del aberrante femicidio. En 2016, Cuchán recibió el beneficio de la libertad condicional, pero al año siguiente fue denunciado por violencia de género en Monte Hermoso y su aparición en la red social Tinder causó repudio. El corolario fue en 2019, donde fue detenido por conducir en estado de ebriedad, agredir a otra joven que lo acompañaba, chocar contra un árbol e intentar coimear a dos agentes. Por supuesto, volvió a prisión.

Ahora, con la condena cumplida y su vuelta a la sociedad, se abre el debate en la ciudad y la región respecto de su reinserción. Máxime luego de que el propio sistema judicial considere que no está apto para hacerlo. "La propuesta negativa elaborada por el consejo correccional, fundamentada principalmente en los rasgos psicológicos y psiquiátricos del condenado, así como en el pronóstico desfavorable de reinserción social elaborado, son pautas que deben ser tenidas en cuenta en específica relación a la pena privativa de la libertad que viene cumpliendo", sostenía Casación este mismo mes.

Y un párrafo fundamental: "El régimen y tratamiento penitenciario impartidos no han alcanzado aún los objetivos perseguidos en procura de evitar que aquel que ha delinquido vuelva a hacerlo y así brindar la protección a los bienes jurídicos de la comunidad y de ésta en su conjunto. No ha logrado en su lugar de encierro internalizar lo reprochable de su accionar" y destacaba la calificación de ‘difícilmente adaptable’”. Además, remarcaron que tiene una actitud “exculpatoria con la que minimiza y justifica su responsabilidad” en el crimen, sin autocrítica.

Ya en su vuelta a las calles, hay temor en la región por cuál será de aquí en más su lugar de residencia. En este punto, hay dos versiones que circulan por los pasillos. Una de ellas señala que el homicida está en Monte Hermoso, donde la familia tiene una propiedad y ya vivió durante su libertad condicional. El dato es que en la ciudad balnearia es considerado “persona no grata”. Ante la consulta de Data Clave, desde el municipio señalaron que no tienen constancia de que esté en la localidad, pero al tener casa allí, puede hacerlo. Y agregaron que es una situación “muy compleja”.

La otra alternativa que se baraja es que Cuchán rehaga su vida en Bahía Blanca. Allí, comenzó a circular el rumor de dónde podría llegar a vivir y los vecinos del barrio habrían comenzado una junta de firmas para intentar impedir su llegada. 
 

La carta de la hermana de la víctima

"Durante 17 años, los Moretti transitamos un largo camino en búsqueda de justicia, un camino con múltiples obstáculos, en que siempre nos apoyó y acompañó la prensa de Bahía Blanca, la zona y la región. Mi papá desde el primer momento se puso al hombro la investigación por el crimen de mi hermana Luciana, aún a costa de su salud, nunca le tembló el pulso para golpear puertas y exigir justicia", narró la hermana de Luciana. 

"Hoy el camino llegó a su fin, el asesino de Luciana cumplió su condena y obtuvo su libertad. Tengo la conciencia en paz que todo lo que podíamos hacer para que cumpliera la condena, lo hicimos. Aun cuando fueron más los “no” que los “si” los que obteníamos, finalmente logramos que regresara a prisión y cumpliera la condena que restaba", señaló Antonella Moretti en su descargo público dirigido a la prensa.

"Ya hace 6 años que papá no está y hace algunos meses también partió mamá, quedamos pocos y decidimos que no queríamos seguir revolviendo las viejas heridas, que debemos continuar la vida que durante 17 años estuvo entre paréntesis, por eso preferí no hablar ahora ni más adelante, es necesario cerrar esta etapa, al menos para nosotros".