Óscar 2023: Expectativa por "Argentina, 1985″ y el recuerdo del Juicio a las Juntas
La película argentina es la gran apuesta en la premiación de este domingo, organizada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
La producción de Argentina, 1985 espera que su nombre resuene con la frase ¡And the winner is...!. Es que la película argentina busca alzarse este domingo con el Óscar a la mejor película extranjera, una categoría en la que enfrenta fuertes contrincantes: EO (Polonia), Close (Bélgica), All quiet on the western front (Alemania) y The quiet girl (Irlanda).
La película dirigida por Santiago Mitre y protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani se grabó durante 2021 y se estrenó en las salas un año más tarde. Lo que viene después ya lo sabemos: el Globo de Oro por mejor película de habla no inglesa, la ovación en el Festival de Cine de Venecia, la estatuilla a la mejor película Iberoamericana en los Premios Goya y el galardón a la elección del público en el Festival de San Sebastián. Además fue la producción nacional más vista en nuestro país en 2022.
A 37 años, el largometraje revive el Juicio a las Juntas y espera obtener el mayor reconocimiento de la industria del cine, tal como lo hizo La historia oficial de Luis Puenzo en 1985 y El secreto de sus ojos de Juan José Campanella en 2010.
Darín se pone en la piel de Julio Strassera en el juicio a las Juntas militares, ocurrido entre abril y octubre de 1985, ante la Cámara Nacional de Apelaciones en Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal contra los nueve miembros que gobernaron el país entre 1976 y 1982, durante la última a dictadura cívico-militar.
El proceso marcó un precedente a nivel mundial y abordó una multiplicidad de delitos que van desde falsedad ideológica de documentos públicos, robo y privaciones ilegítimas de la libertad hasta la aplicación de torturas, tormentos y homicidio.
A lo largo de los 140 minutos, el filme muestra la antesala del juicio, el contexto histórico-político, las amenazas y los detalles de las audiencias, centradas en los cientos de testigos –como el de Adriana Leila Calvo-, quienes narraron sus propias experiencias y detallaron la multiplicidad de vejámenes que sufrieron, como también hablaron por los que no tenían voz.
El principal desafío fue demostrar la articulación entre los crímenes ejecutados por los subalternos y presenciados por los testigos, y las órdenes generales emanadas de los comandantes.
“El juicio más importante de la historia argentina” fue el puntapié inicial de miles de procesos, que hasta la actualidad continúan a lo largo y ancho del país.
El día 18 de septiembre, el fiscal Strassera cerró su discurso con una frase que quedaría para siempre en la memoria colectiva: “Señores jueces: quiero renunciar a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: nunca más”.