El conductor del Volkswagen Bora con patente diplomática vinculada a la Embajada rusa que se negó a realizar un test de alcoholemia en un control de la Policía de la Ciudad en Recoleta y protagonizó así un escándalo en la mañana de Navidad fue identificado como Sergei Baldin.

Baldin, de 38 años, cuenta con un documento CDI argentino número 60 millones y un domicilio registrado en la representación comercial de su país, ubicada en la calle Dragones al 2300.

Su rol en la misión diplomática local, por lo pronto, se desconoce. Junto a él, había un segundo hombre, identificado como Cardmath Solomatin, también de nacionalidad rusa.

Al igual que Baldin, también se negó a hacer el test.

“Según la Convención de Viena, los diplomáticos no pueden ser objeto de ninguna parada o registro. Consideramos lo ocurrido con nuestro funcionario como una violación del derecho internacional, sobre sus disposiciones de inmunidades diplomáticas”, dijo a la prensa un hombre que se identificó como el primer secretario de la Embajada rusa en Argentina.

El episodio comenzó cerca de las 10.45 cuando Baldin, a bordo del Bora, no accedió a brindar la documentación requerida por el puesto de control de la Policía de la Ciudad ni a realizar el test con alcoholímetro, correspondiente. La situación se convirtió en un pequeño escándalo, dado el status del vehículo.

El Ministerio de Seguridad dela Nación, en conjunto con la Cancillería, enviaron al Departamento de Seguridad Diplomática de la PFA “para hacerse cargo de la situación y cumplir con la Convención de Viena y la leyes que rigen las relaciones diplomáticas”, aseguró una fuente oficial. Así, fue trasladado a la Embajada rusa en la calle Rodríguez Peña poco después del mediodía.