Fuerte mensaje de la Iglesia en San Cayetano: "No hay bolsillo que alcance"
Así lo afirmó el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, quien se refirió a la inflación que afecta a los trabajadores y advirtió que "no se puede vivir a polenta y arroz", al brindar la tradicional homilía.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, brindó este lunes una fuerte homilía frente al Santuario de San Cayetano con motivo de la celebración del día del patrono del "pan y el trabajo".
"No nos queremos conformar, soñamos con más y mejor trabajo para todos y todas porque no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo a su pueblo", expresó el flamante arzobispo durante su discurso.
La misa central tuvo lugar desde las 11 en un escenario montado frente al Santuario de San Cayetano, ubicado en la calle Cuzco 150 del barrio porteño de Liniers. "Hoy en San Cayetano estamos pedigüeños: hoy como cada 7 de agosto te pedimos trabajo, pero vamos por más: te pedimos mejor trabajo, te pedimos mejor pan, te pedimos más salud, te pedimos paz para nuestro pueblo; y lo hacemos con mucha fe, a pesar de la exclusión, de la inflación, del desencanto y de los sueños rotos", dijo
Aseveró, además, que los "grandes laburantes no siempre reconocidos ni valorados" y pidió por un "trabajo digno, bien remunerado" para ellos. "Pienso en quienes trabajan en el reciclado juntando cartones muchas horas al día, y que con mucho esfuerzo los suben a sus carros, los venden, y así llevan el pan a sus mesas familiares", ejemplificó.
Asimismo, García Cuerva llamó a pensar en todos aquellos que viven en situación de precariedad con "trabajo mal pago, en negro o trabajo esclavo" que los "aleja de familiares y amigos". Y agregó: “Le pedimos a San Cayetano un trabajo digno bien remunerado; le pedimos paz para nuestro pueblo atravesado por la violencia de la inseguridad social y económica; la inseguridad de no tener un futuro alentador, ni esperanzas para los hijos y nietos; le pedimos políticas públicas que reconozcan el esfuerzo y la actividad de tantos hermanos que se desloman todos los días”.
También pidió por "mejor pan" en tanto “no nos podemos resignar a que nuestros chicos y familias más pobres vivan a polenta, fideos y arroz”, y así concluyó: "San Cayetano, te pedimos paz, pan, salud y trabajo, más pedigüeños que nunca, este año vamos por más".