El hombre hacía alarde de sus contactos. Decía a sus conocidos que les podía conseguir trabajo en el Poder Judicial. Pero claro, para "moverse", pedía una suma de dinero. Todo no era más que una burda estafa.

Efectivos de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal detuvieron en la localidad de Rafael Castillo "a un hombre que se dedicaba a engañar a sus víctimas haciéndoles creer que pertenecía a un fuero judicial el cual solicitaba choferes para los mandatarios judiciales, requiriéndoles por los gastos administrativos un canon monetario por el empleo".

El hecho quedo al descubierto cuando unos de los damnificados concurrió el 7 de septiembre último a la mesa de entradas del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nro. 4 a cargo del Dr. Martin Yadarola. Y ahí dijo que le habían avisado que le iban a hacer una entrevista para oficiar como chofer del juez y de su entorno familiar.

Tal fue el asombro que provocó la presencia de este hombre en la puerta de su juzgado que el doctor Yadarola ordenó que se realizara una denuncia sobre este hecho, ya que en esa sede judicial no se había solicitado empleado alguno.

La denuncia recayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nro. 3 a cargo de la Dra. María Alejandra Provitola, quien encomendó a los detectives de la Federal llevar adelante la investigación de la estafa.

Fue así que los investigadores policiales comenzaron a estudiar y analizar la causa, entrevistando al damnificado y recolectando mayores pruebas, que les permitió identificar al responsable de la estafa, el cual se encontraba oculto en el domicilio de un familiar en la localidad de Rafael Castillo, partido de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires.

El hombre fue identificado como Claudio Alejandro (su apellido queda en reserva), argentino de 57 años de edad, quien también registra en su haber policial varias capturas activas por los delitos de estafas reiteradas, y condenas en suspenso.

Durante el allanamiento en el que el sospechoso quedó detenido, los detectives secuestraron tarjetas judiciales, formularios de AFIP, cédulas de notificaciones judiciales en blanco, documentación en blanco del Consejo de la Magistratura, copias del Boletín Oficial, formularios de inscripción al Poder Judicial y seis teléfonos celulares.

La documentación secuestrada da cuenta de algún tipo de contactos que tenía el sospechoso para darle aires de veracidad a su relato. El hombre quedó detenido e incomunicado a disposición de la jueza de la causa.