Por qué el "Teto" Medina terminó preso en la causa por explotación laboral y reducción a la servidumbre
El animador televisivo cobraba por dar charlas y ayudar a la difusión de una comunidad terapéutica que no estaba habilitada.
Marcelo "Teto" Medina pasó la noche del jueves en un maloliente calabozo de la comisaría de Berazategui, un ámbito muy diferente al de su coqueto departamento en la calle Cabello, en el barrio de Palermo, donde lo fueron a buscar los detectives de la Policía Federal para efectivizar la orden de captura que firmó el fiscal de Quilmes, Daniel Ichazo.
Convertido en un personaje conocido gracias a la troupe circense que formó Marcelo Tinelli en los comienzos de VideoMatch, Medina terminó preso junto a otras 16 personas acusadas de los delitos de explotación laboral y reducción a la servidumbre de las personas con consumos problemáticos de drogas que asistían a las quintas de la comunidad terapéutica "La razón de vivir".
Familiares de los chicos internados y personajes de la farándula salieron en defensa del Teto, un ex adicto a las drogas, que según su abogado, Adrián Tenca, concurría a dar charlas motivacionales a los chicos que estaban en proceso de recuperación. Según fuentes de la investigación consultadas por Data Clave, el inefable Teto era un eslabón importante en la estructura, ya que por su condición de celebridad conseguía atraer a más pacientes mediante la difusión en las redes sociales o en programas de televisión.
En concreto, se le achaca al animador televisivo a ayudar "a acceder a organizaciones privadas favoreciendo así las actividades llevadas a cabo en los distintos centros terapéuticos, ya sea con su presencia o a través de publicaciones en sus redes sociales, movimientos que a su vez le producían un gran beneficio económico". Es decir, Medina no colaboraba con la organización en forma gratuita o sólo con el ánimo de dar una mano a otras personas que habían convertido al consumo de drogas en una situación inmanejable. Obtenía un rédito monetario.
La investigación identificó a unas 200 víctimas que eran sometidas "a trabajos y servicios de servidumbre con fines de explotación laboral, dentro y fuera de los establecimientos, como ser trabajos de carpintería, albañilería; no poseían atención médica de ser necesario y dormían en condiciones infrahumanas". Esto fue ratificado por una de las denunciantes, quien esta mañana, en declaraciones a Radio con Vos dijo que los chicos "no tenían comida, no tenían agua para bañarse, no tenían asistencia médica, no tenían asistencia psicológica".
"Decían que tenían 14 profesionales y era todo mentira. Todos se ponían títulos, el señor director decía que era contador y era una mentira", agregó la mujer en referencia a Néstor Zelaya, uno de los detenidos ayer junto a Medina y otras 15 personas.
La fiscalía pidió la colaboración en la pesquisa de Dirección del Cibercrimen de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal debido a que en los allanamientos se dispuso el secuestro del material probatorio para la investigación como ser celulares, pendrive, video cámaras y notebook.
Medina no fue el único detenido en la ciudad de Buenos Aires. Los agentes de la Federal también arrestaron a una psicóloga de 54 años en su domicilio de Villa Lugano, como parte de la misma organización.