Desde que se conoció, en 2021, que Mauro Icardi había tenido un affaire con Eugenia “La China” Suárez, la relación del jugador de fútbol con su esposa Wanda Nara se deterioró. Tras varias peleas y reencuentros, durante 2024 se anunció su separación formal, lo que llevó a una disputa por la residencia y escolarización de las dos hijas que tienen en común.

Sumado a ello, la tensión por el noviazgo entre la mediática y el cantante de RKT L-Gante (condenado por amenazas a tres años de prisión) llevó a que tanto Wanda como Icardi llevaran adelante distintas acciones tanto en el fuero penal como civil. En este último, se tramita lo relativo a la custodia de las chicas y los días en que cada uno debe pasar con ellas.

En paralelo, Nara presentó (primero en CABA y luego en provincia de Buenos Aires) una serie de denuncias contra su exmarido, donde lo acusaba de haber roto una prohibición de acercamiento, de haber accedido a un departamento sin permiso, de portar armas y de haberla amenazado.

Tras esto, la ingeniería mediática se activó y fueron más los escritos filtrados a los medios que los presentados efectivamente en los juzgados y fiscalías intervinientes. De acuerdo a lo que pudo recopilar Data Clave, cuando Nara se presentó en una de las fiscalías, dejó un número de teléfono. Cuando intentaron llamarla, nunca pudieron contactarse con ella en esa línea.

En paralelo, cuando intentaron citarla, la mediática conductora puso varias excusas a pesar de que en sus redes se mostraba en el país. “Como casi siempre sucede con los casos con famosos, es muy difícil citarlos luego de esa primera presentación, es como si ya no les sirviera continuar con las causas”, explicó a Data Clave una fuente judicial bonaerense.

A todo ese contexto, se le suma la filtración de chats de la pareja y de videos donde se observaba a Mauro llevando a una de sus hijas a cazar. A la par, se conocieron unas supuestas declaraciones de las niñas donde apuntaban contra la nueva pareja del jugador de fútbol, la China Suárez. De acuerdo a esas revelaciones, las chicas habrían dicho -entre lágrimas- que la actriz les hablaba mal de su madre, que ya convivían con ella y que se paseaba desnuda frente a ambas.

No obstante lo que se comentó sobre esas declaraciones, cabe resaltar que las entrevistas a menores de edad se hacen en tribunales en una cámara Gessell y ante la presencia de expertos y de psicólogas, que tratan de revictimizar lo menos posible a los niños y niñas que tienen que atravesar ese momento.

De acuerdo a lo que pudo recabar Data Clave, a ninguna de las chicas se le realizó una entrevista de esas características en los tribunales sino que esos dichos surgirían de un escrito firmado por un escribano de parte de Nara.

En este panorama, quedó evidenciado que el conflicto entre ambos padres todavía continúa y habrá que esperar si alguno aporta en los juzgados y fiscalías parte de lo que volcaron en sus redes y lo que dejaron trascender a periodistas amigos.