¿Y "Lobo" dónde está? El rol del misterioso piloto que iba a liberar al capo narco de la cárcel de Ezeiza
Esteban Lindor Alvarado y dos cómplices fueron procesados por contrabando y por la fuga frustrada. El hombre que manejaba el helicóptero sigue prófugo.
En la frustrada fuga del capo narco Esteban Lindor Alvarado de la cárcel del Ezeiza donde se encuentra alojado, hay un personaje central apodado “Lobo”. Se trata del piloto que iba a llegar hasta el patio del penal en helicóptero para rescatar Alvarado en el momento justo, cuando le permitían salir a tomar un poco de aire.
El juez federal Ernesto Kreplak procesó este martes a Alvarado y a otros dos cómplices por la fuga frustrada y por haber entrado de contrabando en la Argentina el helicóptero que supuestamente se compró en España con dinero proveniente de la venta de drogas.
Los delitos que se les adjudica a Alvarado y a Andrés Alcides Donnet y Gianluca Orpianesi, sus dos cómplices, son los de “contrabando de importación agravado por la cantidad de intervinientes, el medio de transporte aéreo y el lugar de aterrizaje empleados y por el valor del bien ingresado; favorecimiento de evasión en grado de tentativa; y falsificación y supresión de la numeración de un objeto registrado de acuerdo a la ley”.
Según el acta de procesamiento, Lobo tuvo un papel clave en la planificación de la fuga y además era quien debía llevar al helicóptero hasta la cárcel, apenas tocar el suelo unos segundos o sobrevolar a centímetros del piso para que Alvarado y otros preso pudieron subir y luego llevarlos hasta una zona de General Rodríguez, donde los evadidos seguirían la fuga a pie. Luego llevaría el helicóptero hasta un campo situado en la zona de Open Door, en el partido de Luján, donde lo esconderían en un galpón.
El juez concluye que los mensajes que intercambia Alvarado por WhatsApp con un abonado que se identifica con un número específico es “'Lobo', y se trata indiscutiblemente del piloto contratado por Alvarado para poner en marcha el plan de rescate aéreo que fue denunciado”.
Según el juez, Orpianesi, apodado el Gringuito, el 10 de marzo a la madrugada pasó a buscar a Lobo por un lugar cercano a la terminal de ómnibus de Rosario y desde allí se dirigieron al aeródromo de Gualeguaychú, donde se reunieron Donnet, con quien terminaron de poner a punto el helicóptero Robinson de cuatro plazas, desde donde despegaron hacia Buenos Aires. El aparato fue encontrado durante la tarde en un country situado en la localidad de Francisco Álvarez, a menos de 50 kilómetros en línea recta de la cárcel de Ezeiza.
En esos momento, Alvarado aún permanecía en el patio de la prisión esperando que lo fueran a buscar. “El helicóptero fue revisado por personal policial, que constató una avería en los magnetos del motor, lo que habría impedido una correcta ignición de las bujías y la consecuente pérdida de sustentación, causa probable del aterrizaje prematuro de la aeronave en ese sitio”, dice el juez. Tras el hallazgo del aparato, luego fueron detenidos Orpianesi y Donnet. Pero Lobo no estaba.
En realidad la fuga se había planificado para el 3 de marzo, pero debido a los procedimientos que se hicieron en la cárcel del Ezeiza luego de la crisis que se generó en Rosario por el tiroteo al supermercado de la familia política de Messi, se resolvió su postergación.
En el momento de las indagatorias, tanto Alvarado como Orpianesi se negaron a declarar. Pero Donnet, que es piloto agrícola explicó que un colega lo había contactado para guardar el helicóptero en su hangar en Gualeguaychú, donde habitualmente guarda el avión que usa para fumigar. Y explicó que allí el aparato fue ploteado y pintado. Negó conocer a Alvarado y estar al tanto del plan de fuga.
Alvarado, Orpianesi y Lobo mantuvieron asiduos contactos para planificar la fuga. El 2 de marzo, Alvarado, antes de la fuga abortada, le dice a Lobo: “Lobo concentrado, mañana te convertís en héroe”. Y agrega: “Estoy en tus manos. Lobo vas a ver qué clase de persona soy. Y mis respetos de por vida, para vos y tu familia”.
En las comunicaciones que mantienen Lobo y Alvarado, el jefe narco le dice a que hora estima los sacaron al patio y le manda la ubicación por donde tiene que ingresar en el patio de la cárcel para el rescate. Y además evaluan las medidas de seguridad. Lo hacen así:
ESTEBAN: Te vuelvo a repetir una y mil veces, solamente tienen itacas.
LOBO: Yo quiero salir vivo de ahí viste.
ESTEBAN: No no no, por eso te estoy diciendo qué es lo que tienen.
En otro momento Alvarado le dice a Lobo que él es “un banco” y que apenas le diga le dará todo el dinero por la ejecución del plan. Y cuando comienzan a planificar la fuga del día 10 hablan de ponerle una red por debajo al helicóptero para que Alvarado y otro cómplice viajen colgados de allí. La idea sería que si tiren apenas llegue el aparato al patio de la prisión. “En 4 segundos”.
El 10 de marzo como estaba previsto el plan de fuga de pone en marcha. Pero los planes ya eran conocidos por la Policía Federal y el Servicio Penitenciario. De hecho, Lobo le avisa a Alvarado que habían salido del aeródromo de Gualeguaychú. Orpianesi y Donnet fueron seguidos y arrestados ese mismo día, horas más tarde. El desperfecto en el motor que obligó a Lobo a aterrizar ante le impidió llegar Ezeiza. Según la fiscalía, fue Lobo quien supuestamente ingresó el helicóptero desde Paraguay a la Argentina, de contrabando. Fue el único que consiguió escapar.