El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer hoy el Índice de Producción Industrial Minero (IPIM), que mostró en julio un alza del 4,6% en forma interanual, pero mostró una baja del 0,5% en comparación a junio de este año. 

En medio de ese panorama, la producción de litio aumentó 56,7% en julio respecto al mismo mes del año pasado, pero reflejó un menor dinamismo en comparación con junio, cuando la suba había alcanzado al 128,2%.

La baja en la producción del este mineral está relacionada con un fuerte descenso en su valor. Actualmente, una tonelada de carbonato de litio equivalente (LCE) se cotiza a US$ 10.483, menos de un tercio de lo que valía hace un año y muy lejos del pico de US$ 80.909 dólares registrado en noviembre de 2022.

La caída en los precios se debe principalmente a un exceso de oferta y a la moderación en las ventas de vehículos eléctricos, cuya producción depende en gran medida del litio para las baterías.

Más allá del hecho puntual, el IPIM evidenció el comportamiento heterogéneo de la economía, en la que prevalecen los sectores vinculados a la exportación, frente a los destinados al mercado interno.

Un ejemplo de esto es que mientras que la extracción de arena común para la construcción cayó durante julio 33,1% interanual, la destinada a fractura (fracking) para la explotación de petróleo no convencional se incremento un 37,2%.

En tanto, la explotación de petróleo crudo aumentó 9,6%, y la de gas natural 9,9%. Por su parte, la extracción de minerales “no metálicos”, vinculados a la construcción, bajaron en conjunto 5,7%