Martín Guzmán asume la responsabilidad de combatir la inflación y el kirchnerismo se despega de la gestión
El ministro de Economía sumó un soldado propio en Comercio Interior, Guillermo Hang. Entretelones de la salida de Feletti. La búsqueda del Gobierno por "anclar expectativas", mientras esperan dos meses de baja en la inflación. Crece la preocupación oficial por el impacto de la guerra en Ucrania, pero también la impotencia por la imposibilidad de discutir una suba en las retenciones. Un nuevo round en la pelea por la energía.
Se abrió una nueva etapa en la gestión del Gobierno: el ministro de Economía, Martín Guzmán, asume el control total de la política de precios para contener la inflación pero también toda la responsabilidad. Mientras tanto, la renuncia de Roberto Feletti a la Secretaría de Comercio Interior, por la negativa del Ejecutivo en ir a fondo por la discusión de las retenciones o cupos para exportar, vuelve a poner en escena a la interna con el kirchnerismo que, al igual que sucedió con las tarifas de energía, protesta pero dejar hacer.
Según pudo saber Data Clave, Feletti contemplaba desde el viernes la posibilidad de “correrse” del cargo ante el impacto de la guerra en Ucrania en los precios locales, que considera no será suficiente combatir con las políticas llevadas a cabo hasta el momento. Ese día se oficializó el traspaso de su dependencia desde Desarrollo Productivo al Ministerio de Economía que le había sido comunicado el martes previo.
Finalmente, el todavía Secretario de Comercio Interior almorzó ayer con Martín Guzmán, le comunicó la necesidad de implementar retenciones o cupos a la exportación para “desacoplar” y su intención de irse en caso de no cambiar el rumbo. La negativa del ministro precipitó su salida. En el Gobierno deslizaron a Data Clave que la salida respondió a un pedido de Cristina Kirchner, aunque reconocieron que ambos funcionarios tenían una “buena relación” y que el plan era continuar con lo realizado hasta el momento.
De hecho, estaba previsto encarar la renovación de Precios Cuidados con empresas a las que se les ofreció mejores márgenes de ganancia a condición de abastecimiento pleno y achicar la brecha con los productos que no estaban incluidos en el programa. En algunos casos, las diferencias alcanzan el 100% y algunos miembros del Gabinete económico cuestionan su efectividad en esas condiciones.
De todas formas, las reuniones tendrán lugar esta semana y la próxima antes del aumento mensual de los productos contemplado para el próximo 7 de junio. Quien se hará cargo de las negociaciones como nuevo secretario de Comercio Interior será Guillermo Hang, que hasta ayer se desempeñaba como uno de los directores del Banco Central. El funcionario -“de suma confianza para Martín”- conoce al ministro desde sus estudios en la Universidad de La Plata, allí hicieron un vínculo que sigue hasta la actualidad. En su lugar en la autoridad monetaria ingresará el economista Agustin D'Attellis.
¿Una salida consensuada o traumática?
Ambas decisiones fueron iniciativas del titular de Hacienda. Según pudo saber Data Clave, Alberto Fernández sólo le preguntó "¿a quién vas a poner?” y ante las respuestas decidió comunicar las designaciones de los nuevos soldados. “Le dejó las manos libres”, sostuvieron desde la Casa Rosada a Data Clave.
El contexto no aporta al sacudón que tuvo este lunes el Gobierno, a pesar de que se haya maquillado el motivo de la salida. La intención de Guzmán era comenzar una nueva etapa en la “guerra contra la inflación” en medio de las advertencias a nivel mundial por los efectos de la guerra en el este de Europa que incluye riesgo alimentario global.
El traspaso de Comercio Interior a Economía debía ser la muestra de un “alineamiento” al programa de Guzmán que según la visión oficial sería el complemento del programa macroeconómico y la merma en la disputa con el kirchnerismo para “anclar expectativas”.
El IPC del Indec acumuló hasta abril 21,3%, mientras que los alimentos escalaron 28%. En ese contexto, las consultoras ya esperan un piso de 70% para todo 2022 y el pronóstico “optimista” del equipo económico no baja del 60%. Al igual que en el resto del mundo, cifras que no se veían en las últimas tres décadas. El recuerdo más cercano fue el 53,8% de 2019 durante la gestión de Mauricio Macri. De todas formas, las previsiones oficiales dan una inflación en baja para mayo y junio, respecto a marzo (6,7%) y abril (6%), meses que darían aire a la gestión.
Ahora, el elenco del Gobierno dejó de tener entre sus filas al único funcionario del área económica que planteaba desde hace mucho tiempo y abiertamente la necesidad de subir retenciones o poner cupos. El Presidente fue muy claro en las últimas horas: sabe que incrementar las alícuotas de los derechos de exportación generarían un “desacople” pero también entiende que no le dan los votos en el Congreso.
“Hay una decisión tomada en función de lo que es la situación actual desde el punto de vista político y económico. Desde el punto de vista técnico genera una diferencia entre los precios internos y los internacionales, sin duda”, se sinceró un alto funcionario ante Data Clave.
El caso Feletti no es un hecho aislado en la interna del Frente de Todos. La situación es muy similar a la de las tarifas de energía. El kirchnerismo estaba en contra de la aplicación de los incrementos a partir de junio en base a la segmentación pactada en el acuerdo con el FMI. Allí también Guzmán corrió del tablero a los funcionarios rebeldes y avanzó con su hoja de ruta. La respuesta, al igual que ahora, fue plantear la disconformidad pero dejar hacer.
Capítulo energético: nuevo round
Este martes se abrirá también un nuevo capítulo en el ámbito energético, cuando el ministro de Economía y el Presidente presentenel decreto para flexibilizar la salida y entrada de dólares del sector hidrocarburífero. “Inflación y energía”, son la agenda que tiene en la cabeza Guzmán para lo que viene. El Gobierno se ilusiona con los dólares que puedan ingresar a partir del desarrollo del sector, más en el contexto global actual.
El anuncio que se hará en el Museo del Centenario puede fortalecer las reservas, bajar las partidas en dólares destinadas a comprar gas y avanzar en una agenda geopolítica vinculada a las consecuencias económicas de la guerra que libra Rusia contra Ucrania.
Durante su gira por Europa, Fernández les anunció a sus pares de España, Alemania y Francia que la Argentina podía reemplazar a Rusia como proveedor de gas. El presidente está convencido de que puede asociarse con Pedro Sánchez para transformarse en el nuevo proveedor de gas europeo, sustituyendo parte de la producción que generaba Gazprom hasta antes del inicio del conflicto bélico, a través de Alemania.
Pero para seducir a cualquier capital para que invierta en un gasoducto o en una planta de licuefacción, el gobierno argentino primero debe asegurar la posibilidad de enviar utilidades hacia sus casas centrales. Esa flexibilización del cepo cambiario específica para el sector de la energía es justamente lo que se pretenderá destrabar con el anuncio que de esta mañana.
"Capitales sobran porque, con una Europa en guerra, la demanda energética es mucha, pero ninguna compañía que opere en España o Alemania va a querer invertir si luego van a tener dificultades para sacar el dinero del país y repartirlo entre los accionistas", le dijo a este portal una fuente del sector gasífero.