Los productores regulan sus envíos de soja a la industria alentados por la devaluación del 3% mensual del tipo de cambio, y porque el precio de grano se mantiene firme, al pasar de los US$ 320 en abril a más de US$ 360 en agosto, destacó un informe del IERAL-Fundación Mediterránea.

En las últimas semanas, ”las ventas de soja se mantienen en torno a las 630.000 toneladas semanales, en un volumen que no es bajo pero que se encuentra por debajo de lo que requiere, por caso, la industria para aprovechar mejor su capacidad instalada de molienda”, explicó el informe.

El IERAL apuntó a que existen "factores internos y externos” que inciden en esta decisión de retener la soja en lo silos. En el plano local, detallaron que “influyen la elevada brecha que persiste entre el tipo de cambio oficial y el precio de mercado de la divisa, con la expectativa permanente de una importante devaluación que la misma genera”.

Pero además, “la propia devaluación del tipo de cambio oficial, de casi el 3% mensual en los últimos meses, una tasa que es muy competitiva, por caso, con la de un depósito en pesos a plazo fijo en un banco , en torno al 2,3%”, apuntó el informe.

En el frente externo, “la venta a baja velocidad se ve reforzada por el recorrido alcista que vienen haciendo los precios internacionales (de la soja) y la expectativa de que esa tendencia pueda mantenerse en los próximos meses”.

Hace varios meses que el precio de exportación de la soja argentina viene subiendo: pasó de cotizar a un promedio de US$326 en abril a US$ 366 en agosto con un crecimiento del 2,9%, en promedio mensual.

De mantenerse este cauto comportamiento “se llegará a fines de año con un stock importante en manos de productores, alrededor de 16 millones de toneladas, soja de esta campaña”, agregó el IERAL de la Fundación Mediterránea.

En la actualidad, existe un remanente de 26 millones de toneladas equivale al 54% del volumen de la campaña, que rondó los 49 millones, superando al 52% del 2019 y en otros años recientes.