Leandro Ziccarelli: “La dolarización no se puede implementar sin una hiperinflación previa”
"Sería un 2001 multiplicado por dos o por tres. Sería caótico”, advirtió el analista económico sobre el plan que quiere aplicar Javier Milei si gana las elecciones presidenciales.
Su definición metafórica sobre la actual coyuntura económica lo dice todo, pero inquieta aún más de lo que se percibe: “Argentina, más que una sábana corta, tiene una vincha y muy finita (…). Estamos a una mala noticia de tener un problema mayúsculo”. Leandro Ziccarelli, o el “Zar de las Finanzas”, es un analista económico que habla sin pelos en la lengua en su divertido, irónico, crudo y directo, Poscast “Financiero, Monetario e Irreverente”, actualmente en el TOP 15 de los más escuchados en el país, mientras que su último capítulo sobre la dolarización entró al TOP 10.
Justamente sobre el plan que (en algún momento si llega a la Casa Rosada) quiere implementar el candidato a presidente más votado en las PASO, Javier Milei, es tajante: “No se puede hacer en el corto plazo. No sin una hiperinflación que en el medio licúe todos los salarios y los saldos de pesos”, llevando el tipo de cambio a "un nivel insólito”. Eso “sería un 2001 multiplicado por dos o por tres. Sería caótico”, alerta.
Data Clave: ¿Cómo ves la coyuntura económica después del resultado inesperado en las PASO, la devaluación del 22% del tipo de cambio oficial, el salto del dólar paralelo, con el consecuente el traspaso a precios? ¿Ayudará el desembolso del FMI a moderar la inestabilidad?
Leandro Ziccarelli: Para empezar a graficar la situación, Argentina no tiene una sábana corta, más que una sábana tiene una vincha, y muy finita, va caminando por un delgado hilo. Básicamente, estamos jugando con fuego, porque llevar a cabo una devaluación bajo estos regímenes de inflación, sin reservas, sin programa económico, y sin ningún tipo de ancla nominal es peligroso. Es decir, la devaluación a priori no luce que haya salido muy bien porque si te fijas, por ejemplo, en la brecha de los dólares paralelos prácticamente no hubo reducción. Daría la sensación de que la devaluación ya está pasada a precios casi al 100%, con lo cual ni siquiera compraste tiempo para mejorar el tipo de cambio real. De todos modos, por el momento, el resultado no es del todo malo porque el Banco Central acumula reservas y finalmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) concretó el desembolso, con lo cual esto podría ser muchísimo peor por cómo se hizo. Hay que ir viendo el día a día, qué sucede con el mercado oficial y si el Banco Central acumula reservas. Yo no le tengo mucha fe a los dólares del Fondo, cuando vos tenés la macro tan desordenada los dólares entran por una ventanilla y salen por la otra, aunque siempre es mejor que lleguen. Si el Fondo hubiese dicho “no mando el desembolso”, hoy estaríamos en un problema mayúsculo. Pero esos millones no van a cambiar los problemas macro que tenés, si no ordenás lo fiscal y lo monetario en el corto plazo y si no funciona el mercado de cambios con este ancla en $350 del dólar oficial, las divisas del Fondo se van a ir por cualquier ventanilla.
DC: El propio mercado duda de que se sostenga hasta fines de octubre ese dólar a $350, teniendo en cuenta las cotizaciones a futuro, ¿creés que puede haber un nuevo salto cambiario y qué economía te imaginás de acá hasta las elecciones generales?
L.Z.: La primera es la pregunta que todos nos estamos haciendo. El lunes después de la elección general será otra discusión dependiendo del resultado. El Banco Central viene comprando dólares hace dos semanas, hay un incentivo grande a que los exportadores liquiden todo lo antes posible porque si el tipo de cambio queda fijo, te conviene tener los pesos hoy antes que la semana que viene, además tenés el incentivo de tasas, plazo fijo indexado y todo lo que les ofrecen a los exportadores. Entonces, mientras sigan liquidando el Banco Central va a poder sostener el tipo de cambio a base de controlar muy fuerte las importaciones. Hoy prácticamente más de la mitad del volumen que se opera se lo lleva el Banco Central, eso significa que los importadores no están pudiendo acceder al dólar. Si ellos no pueden importar, el costo de reposición aumenta y vas a tener más inflación. Es un costo que hoy tenés que pagar porque de otra manera tendrías un problema mucho más grande. ¿Se puede sostener o no? Mirá si siguen surgiendo anuncios positivos como pudo haber sido el del Fondo, como pudo haber sido el del BID y Banco Mundial (desembolsarán u$s1.300 millones al país), o como puede ser cada día que el Banco Central compre reservas se va a poder sostener. Si mañana la posición de la autoridad monetaria pasa a ser negativa en el mercado de cambios o se disparan mucho los dólares paralelos, ahí vamos a volver a dudar respecto de si se va a poder mantener en $350 y en cuanto empecemos a dudar naturalmente los exportadores van a dejar de exportar y vamos a tener un problema. Hoy, así como estamos, se puede tirar, pero ¿puede llegar a octubre? Y puede llegar, sí, la posibilidad está, ahora faltó una serie de anuncios la primera semana tras la devaluación, sobre todo en el frente fiscal y monetario, que hubiese ayudado a creer que va a ser más sostenible. Cuando vos devaluás y lo anclas a un tipo de cambio, lo tenés que acompañar de un programa fiscal y monetario. Bueno, no tenemos ninguna novedad todavía, estamos a la espera, cuando aparezca eso, quizás hasta se haga más viable.
DC Ya se está calculando que habrá dos dígitos de inflación en agosto, y también en septiembre, tras el efecto de la devaluación. ¿Qué riesgo hay de que se espiralicen aún más los precios y que vayamos a una hiperinflación?
L. Z: Si, vas a tener un piso de dos dígitos probablemente el mes que viene, aunque no sabemos aún si eso se repetirá en septiembre. Lo más doloroso para el equipo económico es que el esfuerzo de la devaluación, porque en términos políticos es un costo, prácticamente está licuado, no va a durar mucho más y por eso aparecen las dudas que todos tenemos. El riesgo de espiralización va a aparecer si el Banco Central no puede sostener en $350 el dólar en el mercado oficial. Ahí lo que va a terminar sucediendo en última instancia es que va a tener que corregir de vuelta con otro salto discrecional y eso, si no se hace bien como se hizo hace un par de semanas, va a pasar a precios rápido y vas a entrar en un espiral precios, con riesgo de ir a una híper. No creo que necesariamente tenga que pasar eso, pero la película viene sucediendo de una forma que es riesgosa. Estamos a una mala noticia de tener un problema mayúsculo en la economía argentina. Estás operando a un paciente a corazón abierto y ojo con lo que tocás, porque eso puede terminar muy mal. Por el momento, no se pagaron grandes costos, y la pregunta es si se puede seguir por este sendero.
DC: Más allá de la ausencia de un programa fiscal y monetario, que es clave para anclar expectativas, ¿destacás algo positivo de los últimos días en materia de gestión económica?
L. Z.: Sí, por ejemplo, en los últimos días hubo una colocación de deuda del Ministerio de Economía que salió muy bien, se consiguió mucho financiamiento neto del sector privado, los bancos acompañaron mucho y el Gobierno tomó la postura de llevarse toda la liquidez que había. Eso es positivo, porque saca pesos de circulación y evita que esos pesos te corran en el mercado de cambios. Pero insisto, la situación es sumamente delicada y lo que hoy está bien, puede pasar a estar muy mal en cuestión de días. Por eso, hay que ir con el día a día, tratando de cometer la menor cantidad de errores posible.
DC: ¿Qué opinás sobre la idea de Javier Milei de llevar a cabo una dolarización en la economía argentina? ¿Es posible, cuáles son los costos y cuáles los beneficios?
L.Z.: Creo que hay un poco del teorema de Baglini, la dolarización en principio iba a ser el día uno, después a medida que se fueron asesorando con otros economistas me da la sensación de que esas personas le fueron diciendo al líder de La Libertad Avanza lo que todos le estábamos diciendo desde el principio: no se puede hacer en el corto plazo. No sin una hiperinflación que en el medio licúe todos los saldos de pesos y te lleve el tipo de cambio a un nivel donde puedas cambiar todos los pesos por dólares. Eso solo se podría llevar adelante con endeudamiento extra, teniendo en cuenta la situación de pesos relativos que tenés hoy. Entonces, indistintamente de la discusión sobre la implementación, que ahora sería una reforma de tercera generación, creo que no es un régimen que a la Argentina le resuelva ningún problema, porque no le ha resuelto ningún problema a ningún país que la ha adoptado. Todos los ejemplos exitosos de países que se han desarrollado lo han hecho con moneda propia. Ecuador sería el ejemplo más aplicable a Argentina, porque el resto son islas, o países que viven de remesas financieras, de ingresos muy altos porque son paraísos fiscales, o muy bajos porque son países pobres. Si vos estudiás algún país de la región como Brasil o Chile que hicieron políticas monetarias bien hechas, prácticamente políticas contra cíclicas, están mejor que Ecuador, han tenido mejores niveles de inflación, de empleo, de crecimiento, y menor tasa de pobreza. Entonces no creo que para Argentina no tener moneda sea solución de nada, lo que tendríamos que hacer en todo caso es aprender a hacer mejor la política monetaria y fiscal como lo hacen países como Perú. Ni siquiera me voy a Canadá o Australia que son los ejemplos que más le gustan a uno. Veamos lo que hizo Perú, Brasil o Chile. Son economías en donde la macroeconomía está mucho más ordenada, funciona mejor, se hace mejor política monetaria y sus monedas no sufren como sufre el peso argentino.
DC: Una gran duda que hay en buena parte del electorado cuando se habla de dolarización es que pasaríamos a cobrar en dólares, pero ¿a cuántos dólares equivaldría un sueldo promedio en pesos de hoy? Por ello, ¿qué implica para los salarios una dolarización?
L. Z.: En función de los dólares y pesos que tenemos, implica una licuación fenomenal de los salarios. Pensá que para que esto cierre más o menos tendríamos que duplicar el tipo de cambio oficial, o sea licuar los salarios prácticamente a la mitad en dólares. No es una cuestión de que uno quiere que le vaya mal a Milei o que le quiere tirar el plan abajo. De verdad, desde los números es imposible llevar a cabo hoy ese plan. A la vez, es cierto, que se escucha repetidamente que el gobierno emite muchos pesos, que hay un montón de pesos, que nadie quiere los pesos, que el Banco Central no tiene reservas, entonces no hay dólares. La dolarización es conectar esos dos problemas, es tratar de sacar todos los pesos con los dólares que vos tenés. Bueno, no hay forma de hacerlo, o nos mega endeudamos, que tampoco nadie te va a prestar, o llevamos el tipo de cambio a un nivel insólito y hacemos que todos los argentinos pasen a ser pobres en dólares, que es una parte de lo que hizo Ecuador en su momento. Sería lo que nosotros vivimos en 2001, te diría, hasta multiplicado por dos o por tres. Sería caótico, por eso algunos alertamos desde el primer minuto que intentar una cosa así es muy peligroso porque puede terminar muy mal.