La suba de los precios de los combustibles, el agua, las tarifas de agua, energía eléctrica y gas parecen haber puesto un freno a la tendencia declinante de la inflación, que alcanzó su “pico” en diciembre, con el 25,5% hasta llegar al 4,2% en mayo.

Incluso, los precios mayoristas, que también habían mostrado un derrotero hacia la baja, desde el 54% en diciembre hasta al 3,4% en abril, “subió” levemente, en mayo, cuando llegó a 3,5%. Pero ese “amesetamiento” se produjo a pesar de que los precios de los bienes importados bajaron más del 2 %, a pesar de que el ritmo de devaluación oficial es de igual magnitud.

La inflación podría haber encontrado su “piso” en mayo, según coinciden los analistas

Lo cierto es que desde comienzos de junio, cuando aumentaron 3,5% los combustibles, 35% los peajes y se conoció que se “descongelaron” las tarifas de los servicios públicos, varios economistas advirtieron que el proceso de baja de precios podría detenerse.

Una explicación la dio el economista Rodolfo Santángelo quien dijo: "la pregunta del millón es la velocidad de caída” que tendría el índice de inflación a partir de ahora, porque “es como bajar de peso, los primeros cinco kilos son fácil, lo segundo son mucho más difíciles y entonces ahora (con la inflación) será del 6% al 5%, luego al 4% para llegar al 3%”.

Ahora, desde FIEL apuntaron a que en la segunda semana de junio la inflación en la Ciudad de Buenos Aires se ubicó 0,9% por encima de la semana anterior y 7% en relación a la segunda semana de mayo.

En tanto, desde otra consultora EcoGo apuntaron a que los precios de los alimentos se proyectan con un alza del 5,7% en junio, por encima del 4,8% de mayo que registró el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), cuando las tarifas públicas estuvieron “congeladas”.