El impacto de la guerra en Ucrania para la economía argentina: la soja y el petróleo se disparan
La declaración de guerra es un cimbronazo mundial y también para la economía local. Luego del ataque se disparó el precio del petróleo mientras el Gobierno busca bajar subsidios a la energía. Suba de las materias primas: la bendición de los agro dólares y la maldición de la inflación.
La invasión de Rusia a Ucrania no sólo trae malas noticias a nivel mundial, sino que en Argentina se sentirán las consecuencias del conflicto en la economía. Los principales puntos a tener en cuenta serán un encarecimiento de las materias primas en el mercado mundial, a lo que se están sumando subas en los precios del petróleo y el gas.
Mientras tanto, nuestro país ultima detalles para anunciar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda por US$ 45.000 millones que tomó Mauricio Macri. La guerra que se acaba de desatar, no ayuda a las definiciones de un entendimiento con el organismo.
El punto central, que todavía estaba en discusión en las últimas horas era el de los subsidios energéticos. El Gobierno destinó durante 2021 US$ 11.300 millones para mantener las tarifas pisadas mediante el subsidio a usuarios residenciales, es decir, 2,3% del PIB. El FMI insiste en reducir los subsidios con un dato en la mano: los subsidios a la energía se incrementaron +77% respecto a 2020 y +131% respecto a 2019.
Argentina deberá reducir el déficit primario del 3,1% del PIB el año pasado al 2,5% que, ya se anunció, está pactado con el organismo. Los subsidios a la energía escalarán por encima de los US$ 14.000 millones este año y estos representan 2,4 puntos porcentuales del PIB. Es decir que casi todo el déficit primario pactado con el FMI se iría solo en subsidios a la energía.
Sin embargo, el conflicto entre Rusia y Ucrania pone en duda la efectividad para bajar el déficit. La cotización del petróleo Brent superó esta mañana el valor de US$ 100 el barril, en tanto que la del WTI se colocó a centavos de pasar la línea de las tres cifras, como consecuencia del lanzamiento de la ofensiva militar de Vladimir Putin. Esto también hará incrementar el precio del GNL, el cual se importa en nuestro país para generar energía.
Por otro lado, una bendición y una maldición que tiene que ver con el precio de las materias primas de origen agropecuario. Vale aclarar que muchas otras commodities también sufrirán el impacto, como el aluminio por ejemplo.
Las cotizaciones de los cereales y las oleaginosas trepaban más de 5% en el mercado estadounidense de Chicago, y la soja, el trigo y el aceite de soja marcaban valores récord como consecuencia del lanzamiento de la ofensiva militar de Rusia contra Ucrania.
Así la soja con entrega en marzo próximo cotizaba a US$ 644,39 la tonelada, US$ 28,94 más que ayer, lo que significa un aumento de 4,70%. De esta manera, la soja superó el récord de US$ 643,65 de mayo del año pasado, y se ubicó en un máximo en 10 años desde septiembre de 2012.
Por su parte, el maíz volvió a máximos de junio del año pasado, al cotizar US$ 282,96 la tonelada, US$ 13,7 más que ayer, con una suba de 5,08%.
En tanto que el trigo trepaba 5,70% en su cotización para ubicarse en US$ 340,25 la tonelada, US$ 18,37 más que la víspera. En este caso también se registró el valor más alto en nueve años, ya que la última vez que el trigo superó los US$ 340 fue en noviembre de 2012.
Párrafo aparte para el aceite de soja que con sus US$ 1.647,27 por tonelada, ya que alcanzó el máximo valor desde que se tiene registro, con un incremento de 5,65%, es decir, US$ 88,18 más que el último cierre.
Por su lado, la harina de soja aumentó 3,99% y se ubicó en los US$ 540,01; US$ 20,72 más que ayer, en los mismos valores que hace un año.
Para nuestro país, que los precios de las materias primas suban implicarán una llegada adicional de divisas en el marco de una sequía que prometía reducir el ingreso de los “agro dólares”. Así, en medio de una restricción externa que podría frenar la economía y la necesidad de acumular reservas para pagos de deuda resulta una buena noticia las subas en el mercado de Chicago.
Finalmente, la contracara en una presión sobre los precios de los alimentos que se consumen a nivel local. La famosa “inflación importada” que presiona a todos los países del mundo, pero que en Argentina se suma a otras condiciones locales que la vuelven más perjudicial para los bolsillos. En 2021 los precios minoristas escalaron al 50,9% y habrá que estar atento a los alimentos, en un contexto de 10% de indigencia.